El domingo 13 de agosto durante el regreso
de una misión de investigación de doce días, el ecólogo marino de National Geographic Pristine Seas y
la Fundación Charles
Darwin Pelayo Salinas junto al capitán del
barco donde viajaba, detectan un buque sospechoso en su radar. Dado que el
acceso a esas aguas es restringido, lo contactan por radio para preguntar sobre
las actividades que está realizando en la zona.
No
obtienen respuesta. Salinas, junto a un oficial de la Armada a bordo los
contactan nuevamente con el mismo resultado. Una vez más, advierten al navío
que están obligados por ley a responder. Silencio.
A
continuación, Salinas y otros tres miembros de la tripulación se embarcan en un
Zodiac inflable de cuatro metros para perseguirlo. Identifican la nacionalidad
china del barco y sospechan que está pescando ilegalmente.
Esta
parte de la Reserva Marina de Galápagos, un santuario marino en el que no se
permite la pesca industrial de ningún tipo, tiene la mayor abundancia de
tiburones conocida en el mundo entero. Es por eso que se ha convertido en el
objetivo de los pescadores que quieren proveer a los mercados asiáticos de
aletas y carne de tiburón. En todo el mundo, las poblaciones de tiburones están
disminuyendo a nivel mundial, con más de un cuarto de las especies de tiburones
y otras especies relacionadas consideradas en peligro de extinción.
Pero
su pequeña lancha Zodiac no está diseñada para la persecución, de modo que no
pueden alcanzarlos. Abandonan la persecución y reportan el barco chino al
cuartel general. “En el centro de control del Parque Nacional, las autoridades
del Parque y la Armada del Ecuador identifican la nave en su centro de
vigilancia electrónica y se activa la señal de alarma”, comenta Walter Bustos,
director del Parque Nacional Galápagos.
Más
tarde ese mismo día, un helicóptero de la Armada y un barco guardacostas son
enviados a investigar. Alcanzan al navío, un barco con bandera china llamado Fu Yuan Yu Leng 999. Lo que encuentran los
deja estupefactos...
“Había
miles, si no decenas de miles, de tiburones”, dice Salinas. “Esto va a ser
histórico. La incautación más grande de tiburones en la historia de Galápagos,
sin duda”. Los 20 integrantes de la tripulación son arrestados y las
autoridades ecuatorianas organizan un inventario completo del barco. Es ilegal
atravesar las aguas de la Reserva Marina de Galápagos sin tener autorización, y
también es ilegal pescar, comerciar o transportar tiburones en esas aguas. Las
autoridades no saben todavía dónde se pescaron los tiburones, según un
comunicado del Ministerio del Medio Ambiente ecuatoriano.
Pelayo
sospecha que el buque es una especie de “nave nodriza”, o frigorífico, que
recoge los peces de pesqueros más pequeños, permitiéndoles estar más tiempo en
el mar. Tiene más de 90 metros de largo con seis bodegas de carga, muchas de
las cuales están llenas por completo, dijo. Según las declaraciones, hay
alrededor de 300 toneladas de pescado a bordo. A partir de las fotos de las
bodegas, se identifican especies en peligro como tiburones martillo y tiburones
sedosos, además de atunes.
En
llamada con National Geographic, Bustos alabó el trabajo de los que
contribuyeron a capturar la embarcación. “El esfuerzo especial de la armada del
Ecuador y los guardaparques – ellos son los verdaderos héroes de la historia”.
ATRAPADOS
POR CASUALIDAD
“Lamentablemente,
estas son las actividades cotidianas en el océano”, dice Salinas. “Hay miles de
estos buques merodeando por las aguas del mundo”, agrega. El incidente destaca
la problemática incesante de la pesca ilegal, no reportada e irregular que
ocurre incluso en las aguas más protegidas del mundo.
Según
Salinas, el navío fue descubierto por pura casualidad. Por alguna razón
(probablemente por accidente), el buque tenía encendido el AIS, un sistema de
rastreo automático que tienen todos los barcos grandes. Los barcos que están en
actividades ilegales, por razones obvias, lo apagan. Esa distracción hizo que
los oficiales pudieran localizar el navío.
Pese a su situación destacada en los mundos del
turismo y de la ciencia, el Parque Nacional de las Galápagos no cuenta
con todos los recursos que necesita para proteger su ecosistema.
«Los recursos son limitados», afirma Salinas. «Los
malos están ganando cada día más dinero. Patrullar es caro, especialmente para un
país sumido en una crisis económica por la caída de los precios del petróleo».
Como ejemplo, señala la lancha Zodiac. Si hubieran contado con un barco
adecuado destinado a garantizar el cumplimiento de la ley, podrían haber alcanzado al navío chino
cuando lo vieron por primera vez. (Salinas ha
creado una página de crowdfunding para recaudar dinero para dos lanchas motoras
para el parque)
«Ecuador ha mostrado liderazgo en su visión»
estableciendo el área marina protegida, explica Enric Sala, explorador residente deNational
Geographic que ha dirigido una expedición de Pristine Seas a las
Galápagos. «Ahora tiene que mostrar su compromiso asegurándose de que se cumpla
la ley».
"Las poblaciones de tiburones han
disminuido más de 90% en todo el mundo por la pesca ilegal e indiscriminada.
Tenemos que crear urgentemente más reservas marinas con vigilancia efectiva
para cuidar estas especies que son vitales para los ecosistemas marinos", alerta Salinas.
Alex Muñoz, director de Pristine Seas para América Latina agregó que "Las
poblaciones de tiburones han disminuido más de 90% en todo el mundo por la
pesca ilegal e indiscriminada. Tenemos que crear urgentemente más reservas
marinas con vigilancia efectiva para cuidar estas especies que son vitales para
los ecosistemas marinos."
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