- Una reflexión sobre el proceso creativo de ocho documentalistas: Juan Carlos Rulfo, Everardo González, María Inés Roque, Juan Francisco Urrusti, Nicolás Echevarría, Lucía Gaja, Valentina Leduc y Christiane Burkhard. Edición a cargo de Tatiana Huezo.
Ocho documentalistas mexicanos dejaron la
cámara por un momento y emprendieron un nuevo desafío: escribir un texto en el
que plasmaran sus caminos para llegar a las historias y a las personas que las
protagonizan, es decir, al “mundo del otro”. Como resultado surgió el libro
El viaje… Rutas y caminos andados para llegar a otro planeta, presentado
en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) dentro del marco de la octava
edición de Ambulante, Gira de Documentales.
Tatiana Huezo, directora del documental El lugar más
pequeño en 2011, fue la encargada de compilar los textos
elaborados por sus ocho colegas.
“Este hijo colectivo es muy especial porque
tiene una desnudez en los relatos personales y emocionales de sus autores sobre
lo que implica el camino recorrido para llegar a las historias que se cuentan en
un documental”.
Cada uno de los realizadores compartió con los
asistentes algunas experiencias con los trabajos fílmicos que han realizado a lo
largo de su carrera, ofrecieron consejos y adelantaron un poco sobre su escrito.
“Sí hablamos de nuestras películas pero en realidad están en un segundo plano,
el enfoque estuvo en voltear la cámara hacia nosotros mismos, entrevistarnos y
hablar de los procesos creativos. Este libro tampoco es un instructivo”, explicó
la realizadora Valentina Leduc.
La imagen, la memoria, la ética, la
retrospección y la identificación con la otredad fueron los elementos
principales en esta charla sobre la importancia del cine como documento. “El
cine es magia en el sentido de que uno cree que escoge los proyectos y no, son
ellos los que nos escogen a uno. El cine documental es tan intenso que uno se
involucra con la gente y se vuelve un escucha permanente”, expresó Juan
Francisco Urrusti (El pueblo mexicano
que camina, 1996).
María Inés Roque (Un día
más, 2004) y Nicolás Echevaría (Cabeza de
vaca, 1991) coincidieron en que si bien resulta benéfico el uso
de los nuevos dispositivos móviles para la captura de imagen, no se puede decir
que ahora todos son documentalistas. “El verdadero documentalista no es un
reportero o coleccionista de documentos, es aquel que encuentra su estilo y
camino dentro del cine documental”, explicó el realizador de María Sabina, mujer
espíritu, de 1978.
“Se necesita actitud, responsabilidad y mucha
pasión, sin eso no puede haber una buena película”, enfatizó Valentina Leduc
acerca del papel del documentalista, a la vez que su compañera de origen alemán,
Christiane Burkhard (Trazando
Aleida, 2007), se refirió a esta profesión como arqueólogos y
buscadores de historias que no son visibles a primera vista pero sí latentes.
“Las desenterramos”, dijo.
Por su parte, el documentalista Everardo
González (Los ladrones
viejos, 2007) detalló que actualmente la única posibilidad real
de hacer cine enMéxico es a través del Fondo para la Producción Cinematográfica
de Calidad (Foprocine) y agregó que aunque el documental es un género
incómodo,representa el 38% de la producción en el país. “El estigma del
documental haimpedido que se encamine como debe”, apuntó.
En El viaje… Rutas y caminos para llegar a
otros planetas, donde también participan Lucía Gajá y Juan Carlos Rulfo, es
una coedición entre el CCC y el Festival Internacional de Documentales de Madrid
(Documenta Madrid).
Henner Hofmann, director del CCC, adelantó que
la escuela comenzará a editar textos sobre cine. “Estamos acostumbrados a las
películas más que a los libros”, refirió.
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