sábado, 8 de noviembre de 2014

57 MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE: ADIÓS AL LENGUAJE.

Por Julia Elena Melche.

Un singular y personal discurso sobre las nuevas formas de comunicación, tanto en las relaciones humanas como en el séptimo arte, caracteriza la nueva película de Jean-Luc Godard. Con Adiós al lenguaje el cineasta francés sorprende nuevamente, ahora haciendo uso de la tecnología 3D para guiar al espectador a explorar nuevas sensaciones cinematográficas, poniendo esta técnica al servicio de la experimentación y la reflexión sobre el lenguaje y las posibilidades de la imagen.

“De la misma manera que no existe imagen sin imaginación, tampoco existe una imaginación para resolver la dolorosa dificultad de entendimiento en la que vive instalado el lenguaje: tiene una dimensión pública, un significado social que lo hace accesible a cualquiera, pero no puede ser hablado ni escrito sin segregar la dimensión íntima y singular de quien lo habla desde dentro. La tecnología hoy parece que ha resuelto todo esto. Las redes sociales falsean la posición desde la que se habla; generan la ilusión de que se puede hablar desde fuera del propio lenguaje. El lenguaje de nuestro tiempo es un lenguaje tecnológico, a base de unos y ceros. Así que quizás el título de mi película, Adiós al lenguaje, sólo quiera decir que el lenguaje tecnológico y el lenguaje teológico (el lenguaje de Dios, un lenguaje sin presencia) no están tan lejos”, comenta Jean-Luc Godard.

El realizador de Todo va bien (72) y Nuestra música (04), entre sus más de 90 filmes, entre largometrajes y cortometrajes, y uno de los miembros más influyentes de la nouvelle vague, se ha caracterizado por su acidez crítica y por la poesía de sus imágenes. Ahora, cuestiona el lenguaje y el cine, y plantea una serie de reflexiones sobre el estado actual de la humanidad, de las sociedades modernas y de la condición humana en un relato fragmentado, a manera de cine collage.

Abundan citas y máximas poéticas y filosóficas para aportar la intelectualidad del lenguaje y expresadas por la voz en off del cineasta. Hay ideas y conceptos políticos, sociales, existenciales en los que están presentes el pesimismo y la desilusión que impera en las sociedades de nuestros días. Entre todo esto, hay una historia; un hombre y una mujer que se encuentran, se aman, se pelean, discuten, se separan, se vuelven a encontrar y a veces no son capaces de comunicarse. 

Mientras tanto, un perro está siempre presente, vagando por el campo y la ciudad, una pieza esencial de la película y el verdadero protagonista de la misma. Godard coloca a su propia perra Roxy, como la manifestación del amor incondicional, en un recordatorio que el perro es el único ser vivo capaz de amarte más que el amor que tiene por sí mismo.

Con colores saturados y una profundidad de campo extraordinaria, el director hace uso de doble cámara para conseguir el desfase de imágenes difuminadas; un efecto visual por demás atractivo que marea. Se trata sin duda de una inmejorable experiencia audiovisual de setenta minutos, un juego travieso del realizador con el sonido y la imagen para expresar que el cine se ha transformando gracias a la tecnología y que el lenguaje fílmico y el del amor se mueren, pero también pueden renacer.

Una obra maestra en la que no hay que buscar una historia lógica, sino disfrutar de sus imágenes y dejarse llevar con ellas. De lo más sobresaliente de la 57 Muestra.

Dirección, Guión  y Edición: Jean-Luc Godard.
Reparto: Héloise Godet (Josette), Kamel Abdelli (Gédéon), Richard Chevallier (Marcus), Zoé Bruneau (Ivitch), Christian Gregori (Davidson), Jessica Erickson (Mary Shelley) y Jean-Luc Godard (narrador).
País: Francia.
Año: 2014.
Duración: 70 minutos.

EL DIRECTOR.

Jean-Luc Godard nació en París, Francia en 1930. Es uno de los cineastas más provocadores de la historia del cine. Inspirado por los acercamientos filosóficos al cine de André Malraux, entre otros pensadores, abandonó sus estudios de antropología y filosofía para entregarse a la cinefilia en los cineclubes parisinos, donde entró en contacto con el crítico de cine André Bazin y el grupo de jóvenes que conformarían en 1951 el primer cuerpo de redacción de la revista Cahiers du Cinéma. Entre ellos estaban François Truffaut, Eric Rohmer y Claude Chabrol, entre otros. En 1959 filmó su opera prima, Sin aliento, una de las cintas iniciadoras de la Nueva ola francesa, considerada una de las películas más influyentes de todos los tiempos. A lo largo de su extensa carrera, Godard pasó de la experimentación al cine político radical y de ahí a una obra inspirada casi exclusivamente por ideas abstractas y conceptos filosóficos orquestados mediante un eterno juego con las estructuras narrativas, genéricas, dramáticas y estéticas del cine convencional.

ADIÓS AL LENGUAJE (ADIEU AU LANGAGE) SE EXHIBE EN CINETECA NACIONAL DEL VIERNES 7 AL MIÉRCOLES 12 DE NOVIEMBRE DE 2014. EN CINÉPOLIS DEL 15 AL 19 DE NOVIEMBRE.

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