Ganadora
del Premio Cámara de Oro en el festival de Cannes, la cinta de César
Augusto Acevedo vibra por su fuerte drama familiar con resonancias del pasado
socialista colombiano.
Un hombre
debe salvar a su familia, y para ello tendrá que regresar al hogar que abandonó
años atrás y enfrentar las enormes dificultades por las que pasan sus seres
queridos. La tierra y la sombra
(2015) del director César Augusto Acevedo es una ficción que se adentra en la
realidad que todavía vive la población marginada en Colombia.
Galardonada con
el premio Cámara de Oro en Cannes, se exhibe a partir del 11 de marzo de 2016
en la sala 8 de la Cineteca Nacional.
Alfonso
es un viejo campesino que se enfrenta a la labor de retomar su papel como
padre, abuelo y soporte de familia ante la fatal enfermedad que padece su único
hijo, cuya causa son las quemas de caña de azúcar. Su tarea se torna contra
reloj cuando los problemas económicos atizan y el cañaveral que fuera su
sustento amenaza con volverse cenizas.
Para
cumplir con su propósito deberá también ganarse la voluntad de su esposa, quien
se ha vuelto dura con él después de su partida. La mujer hoy se niega a
abandonar su tierra, aunque esto signifique que su vida y el bienestar de su
familia permanezcan en las sombras provocadas por el humo negro y el polvo.
El
cineasta caleño se inspiró en su propia historia de vida. Incorpora una fuerte
dosis de realismo con el que los espectadores nos podemos identificar, pues a
través de la tragedia íntima de esta familia se dibuja también el drama social
de los agricultores empobrecidos luchando por sobrevivir a las exigencias del
mercado.
Aunque en
entrevista para el diario El País, el realizador asegura que no quiso
hacer un filme que tuviera su forma en el realismo “sino que apuntara más a lo
poético. Los personajes no hablan tanto porque viven un encierro no solo
físico, por la casa y el lugar, sino emocional”, comenta.
La prensa
también ha reconocido esta labor por mostrar la realidad que aqueja a los
campesinos. Peter Debruge de la revista Variety publicó al respecto:
"Queda claro que no todos comparten la extendida creencia americana de que
el objetivo del cine es simplemente entretener... su estética se rebela contra
la tradición romántica, subrayando las dificultades domésticas junto con la
dureza de la subsistencia agrícola".
Para imprimirle
autenticidad a su filme, el también guionista eligió a actores no profesionales
de la región del Valle de Cauca, donde se lleva a cabo la historia. Solo cuenta
con la participación profesional de la actriz Marleyda Soto, quien interpreta
el personaje de la nuera de Alfonso. Esto se complementa con la labor
fotográfica y de ambientación inspirada en el trabajo del cineasta ruso Andréi
Tarkovski y que acompaña la narrativa a lo largo de toda la obra.
La cinta
de Acevedo es una coproducción entre Colombia, Francia y Holanda. En el
Festival de Cannes fue galardonada con la Cámara de Oro a la mejor ópera prima,
siendo la mayor condecoración otorgada para una película colombiana. Además
consiguió los premios del Público, de la Sociedad de Autores y premio Revelación
en el mismo certamen.
EL REALIZADOR |
César
Augusto Acevedo también dirigió los cortometrajes sin estrenar Los pasos del agua y La campana, éste último ganador
del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico. Fue coguionista y asistente
de dirección de Óscar Ruiz Navia en Los
hongos (2014), película merecedora del Premio Especial del Jurado
en Rotterdam.
Dirección y guión: César Augusto Acevedo.
Reparto: Haimer Leal (Alfonso), Edison Raigosa (Gerardo), Hilda Ruiz
(Alicia), Marleyda Soto (Esperanza) y José Felipe Cárdenas (Manuel).
País: Colombia-Francia-Países Bajos-Chile-Brasil.
Año: 2015.
Género: Drama.
Duración: 97 minutos.
Clasificación: A.
LA TIERRA
Y LA SOMBRA SE EXHIBE EN CINETECA NACIONAL.
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