jueves, 7 de septiembre de 2017

TERROR PROFUNDO (CAGE DIVE)



Por Fabián Quezada León

Terror profundo es la tercera parte de la franquicia de “Open Water” que son una serie de relatos en torno a los encuentros de humanos con tiburones. Que francamente después de “Sharknado” a la “n” poco hay que decir del tema.
Una y otra vez, nos topamos con que la inteligencia humana es seriamente cuestionada porque en cada ocasión los humanos invaden el territorio de los escualos y luego quieren que ellos ni se inmuten.

En “Terror Profundo” la historia se repite.

Después de la advertencia de que “es una historia verdadera” nos enteramos que sucedió una tragedia porque una cámara de video es encontrada “casualmente” en un arrecife. En su interior (quien sabe cuánto tiempo después), hay una tarjeta de memoria en perfecto estado de conservación donde está (en teoría, la verídica historia de lo que sucedió)

Josh (Potthoff); su medio hermano, Jeff (Hogan); y Megan (Peta Hill), que es novia de Jeff, residentes en California se suscriben a un Reality extremo, el cual les pide como requisito para ser aceptados grabar un video donde demuestren sus “habilidades de aventura”  con cámara bajo en mano documentan sus preparativos y “algunas otras cosas” que quedan guardadas en la memoria de la cámara. 

Para el efecto se desplazan hasta Australia para embarcarse en un viaje de “buceo con tiburones”  obviamente para reunir a los tiburones para que los “intrépidos visitantes” los puedan observar, se les tiran kilos de cepos así que logran que un nutrido grupo de escualos se presente a comer. Mientras los tres protagonistas están en su jaula una ola gigante voltea el barco en el que viajan y todos los viajeros caen el mar. (Para regocijo de los tiburones) Josh Jeff y Megan logran salir a flote y quedan varados en el lugar del siniestro, millas y millas mar adentro. La suerte de los protagonistas ya la sabemos desde el principio así que nada puede hacer “spoiler”.

Terror profundo nos muestra una vez más el tema del tiburón asesino, lo que no nos hace es reflexionar en la base de la trama. En primer lugar, los tiburones no caen del cielo como en Sharknado a invadir la ciudad, el humano va los agrede ambientalmente los caza sin misericordia (para un ejemplo puedes ver la  nota:

En la cinta se plantea el caso del barco de “turismo de aventura” en el cual se congrega a tiburones atrayéndolos con comida para que los turistas se sumerjan en la diversión de poderlos ver en su banquete, lo que nunca les advirtieron a los que iban en ese barco es que muchos de ellos terminarían en la carta del día.

En cuanto a los personajes, difícilmente en ninguna de las anteriores “precuelas” llega a presentar una historia tan carente de carisma, Jeff , Josh y Megan jamás logran cuajar, cada paso que se da en la película es absolutamente predecible, con que tengamos a un personaje a cuadro conocemos los cinco siguientes minutos de lo que sucederá en la historia.

Además habiendo revelado el plot del destino de los protagonistas desde los primeros tres minutos, nada puede sorprenderte salvo los amañados “efectos” de los tiburones al ataque. El recurso de la “historia de amor” entreverada con el relato de la comida de los tiburones es punto menos que deprimente. Y las motivaciones y reacciones de cada uno de ellos son tan absurdas que al final solo lamentarás que los tiburones tardaran tanto en cenar.

Lo peor de todo este armazón acerca de “Adivina quién viene a cenar”  es la forma en la que se intenta irremisiblemente crear “ambientes de terror” con tomas de “visión nocturna” y repentinos ataques que son cien por cien esperados mientras Megan lleva al colmo, no solo a los hermanos sino al público.  Los protagonistas incurren en una serie de errores imperdonables que se van concatenando, los recursos, salidos de la nada,  irónicamente no hacen sino aumentar su porcentaje de incapacidad de salir de eso vivos de la situación.

Desde el momento mismo en que se van haciendo de ellos se conoce que solo son para acelerar su fin.  Así también se recurre a una serie de incongruencias  que son un canto al desastre desde que se van enumerando al momento de que mañosamente se provee a los personajes de una… “¡Balsa inflable para cuatro personas!”

No pueden faltar obvio, los momentos de confesiones y de mandar amor a los amigos, padres, hermanos y demás conocidos reconociendo que la aventura “se salió de las manos” y al caer la noche una larguísima secuencia de desastre y “negrura absoluta apoyada en gritos y chapoteos” para llevarnos al ya esperadísimo final.

Director: Gerald Rascionato
Reparto: Joel Hogan, Josh Potthoff, Megan Peta Hill
País: Estados Unidos
Año: 2017
Género: Terror
Duración: 80 min
Clasificación: Adultos. Temática
Fecha de estreno en México: 8 de Septiembre 2017

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