jueves, 11 de abril de 2019

HELLBOY (HELLBOY)



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Por Fabián Quezada León 






Hellboy (David Harbour) llega a Inglaterra para descubrir que la reina de sangre, Nimue (Milla Jovovich), a quién el mismísimo Rey Arturo descuartizara, ha permanecido viva (en pedazos) esperando su retorno de la muerte. Desde luego que tras varios siglos de inactividad, despierta sedienta de sangre y venganza. En medio de esta lucha entre lo sobrenatural y los humanos, Hellboy deberá decidir de qué lado se quiere colocar antes de caer en la trampa de Nimue y detonar el fin del mundo como lo conocemos.  


Diablos… No tienes corazón.

Resucitar una leyenda requiere más que lo que la desdichada reina de sangre tenía en su lista de compra para recuperar las partes de  su cuerpo y la vida inmortal.

Esta nueva versión de Hellboy parece demostrar paso a paso todo esto.

La lista de por qué es extensa.

La película no se centra, el guion de Andrew Cosby, basado en los comics de Mike Mignola de Dark Horse se esfuerza demasiado en abarcar mucho e introducir acción y violencia descuidando el impacto de las historias de los personajes,

los arcos de los protagonistas son débiles o no tienen el tiempo de desarrollarse y hay demasiados personajes al rededor. El  CGI es abrumante y a veces malo(considerando el tema, el público y clasificación) y se engolosina en sus secuencias de masacre al ritmo de rolas rockeras como si fuera una serie de videoclips. Este Hellboy no tiene corazón, ni fuerza y sí, abundantes fallas.



Del Toro… se le solicita en el set.



Cuando Del Toro presentó al mundo las dos versiones que dirigiera de la antigua franquicia, el resultado era una historia de monstruos  con la calidez necesaria para que todos nos hiciéramos fans. Del Toro llevó su sello monstruoso a la serie y se convirtió en un paralelo. 

Hellboy poseía ese encanto de demonio bueno con un muy ácido sentido del humor y sus contrapartes eran una colección deliciosa de creaturas extravagantes. Sabíamos que había un antecedente situado en la segunda guerra y todo encajaba como en un tenebroso cuento de hadas adictas a la acción.



Pero ahora, sin Del Toro, Hellboy ha perdido su brillo. Es otra película de violencia y creaturas sobrenaturales, plana, con carretadas de escenas sangrientas y aunque se trata, el guión no logra rescatar el sentimiento de la audiencia por Rojo.



En búsqueda de la originalidad el hielo se rompe



Introducir personajes terroríficos como en un desfile y partir humanos en pedacitos o clavarlos en una brocheta/pierna o ver la masa encefálica de un gigante expandirse fuera de su cabeza, son solo algunas partes del hors d'oeuvre de este guion. Es como un viaje al matadero municipal sin el olor a muerte añadido.

La relación básica entre padre e hijo es una casi perversa telaraña, en la que no se llega a entender por qué el profesor Broom decide quedarse con el crío rojo. Aunque nos queda claro que lo educó con rigor militar,  no tiene mucho tino como padre amoroso.



Ni una cosa ni la otra

En todo este cocktail quien pierde más es Harbour, quien aunque tenía una carrera larga, saltó al top con Strange Things. Claro que aquí es difícil reconocerlo debajo de toda esa musculatura de foam rojo, los cuernos y el maquillaje. 

Harbour se esfuerza por entregar un Hellboy más “adolescente” que el anterior encarnado por Ron Perlman y a veces la natural rebeldía del personaje y el esfuerzo de Harbour encajan. Pero solamente unos segundos después el guion, una vez más, no ayuda para nada. Sobre todo porque no encuentra su propio estilo: no es Deadpool, no es Shazam, no es Arnie en Terminator,  ni siquiera alguno de los Avengers; es el chamuco! Debería ser mucho más ácido y sarcástico, no un jovenzuelo haciendo comentarios inconformes.



La dicotomía entre ser un ser del mundo paranormal, pero tener un porcentaje humano y ser usado como exterminador de otras criaturas fantásticas nuca llega a tocar y explicar el verdadero fondo y la decisión de Hellboy al final no tiene contundencia, es simplemente algo que sucede y que no implicó la compasión del público.


Erase un gusano medium. (No, no es Mr Mind)


Es difícil saber hasta dónde el humor y los litros de sangre de esta reencarnación Hellboyesca tienen que ver  con el hecho de que el director Neil Marshall (a quien conocemos por The Descent)  haya tomado las riendas. Hay multitud de creaturas monstruosas que en cierto momento invaden la pantalla para simplemente hacer un monton shot y destrozar Londres haciendo papilla a sus flemáticos ciudadanos, pero nada más.

Y ya que andamos por el barrio del CGI de verdad, no pudieron haber pensado visualmente en otra manera de hacer que los difuntos mandaran mensajes desde el más allá?


Pero cuéntamelo todo… olvídalo, y si mejor lo actúas?


La historia es tan falta de imaginación y quiere ser tan dinámica que irónicamente en lugar de pensar en cómo poner las cosas en acción, pone a los personajes a contar las historias. (puede que sea un gran ahorro para la producción, pero en definitiva es un gasto enorme para el producto final y para las “secuelas” que se puedan esperar), y por otro lado, quién dijo que se necesitaba sacar esa información en una sola película?


De cerdos parlantes, gremlims,  brujas tuertas y para armar.

Dentro de la imaginería de esta versión, las creaturas fantásticas llevan la peor parte. Hay un parlanchín jabalí vengativo, un hombre jaguar, una Lamia tuerta, múltiples prófugos de la maleta de Scamander, un vampiro por el que Santo y Blue Demon hubieran dado gustosos sus máscaras y cabelleras y de cuyo plot jamás volvemos a saber y claro… la pobre hechicera víctima del “ármelo usted mismo”.


Ninguno tiene oportunidad de lucir a su personaje. El único dilema es que no sabe uno por cuál sentir más lástima, sobre todo por Milla Jovovich cuyas líneas parecen sacadas directamente del “Manual de la bruja moderna” edición revisada de 1950.



Para peor coincidencia, en el mismo fin de semana se estrenan en México dos películas acerca del mito artúrico por lo que los personajes comunes aparecen en ambas y para no decir más el pobre Alex de “Nacido para ser rey” resulta pariente de Hellboy…



Conclusión


Con un emotivo aplauso de pie nos quitamos el sombrero ante Guillermo del Toro y su dedicado y carismático trabajo alrededor de los monstruos. Dejó la barra muy alta y esta nueva revisión del personaje no alcanza a colocar su punto de vista a la altura. Harbour se esfuerza y trata de revitalizar al demonio rojo, pero el guion y la dirección no permiten mucho. Los personajes deambulan entre efectos especiales sin hacernos sentir que ellos son los protagonistas, la historia es de ellso y sus problemas no de los miles de CGI.  


Cuando pensamos que todo ha terminado, nos esperan varios finales así que por favor no te salgas del cine corriendo. Ya sé que quieres irte, pero resiste. Encontrarás elementos de lo que amenaza con ser la secuela así que permanece en tu asiento. Quién sabe qué este por venir.   



Director:  Neil Marshall

Reparto: David Harbour (Hellboy)

Milla Jovovich (Nimue the Blood Queen)

Ian McShane (Prof. Trevor Bruttenholm)

Daniel Dae Kim (Mayor Ben Daimio)

Sasha Lane (Alice Monaghan)

Penelope Mitchell (Ganeida)

Brian Gleeson (Merlin)

Sophie Okonedo (Lady Hatton)

Thomas Haden Church (Lobster Johnson)

Año: 2019

País: Estados Unidos 

Género(s): Acción, Aventura, Sci-Fi, Fantasía, Horror

Clasificación: Adultos

Duración: 120 min

Guión: Andrew Cosby, Christopher Golden, Mike Mignola basados “Hellboy” de  Horse Comic Book creado por Mike Mignola

Fecha de estreno en México 11 de Abril 2019


 

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