sábado, 24 de marzo de 2018

MARÍA MAGDALENA | (MARY MAGDALENE)





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Por Fabián Quezada León


La reinterpretación de la historia de María de Magdala (Mara), una joven en busca de una nueva forma de vida. Restringida por las jerarquías de la época; María desafía a su familia tradicional al unirse a un nuevo movimiento social dirigido por Jesús de Nazareth (Phoenix). A través de charlas y  encuentros con Jesús va encontrando  su lugar dentro del movimiento y en el corazón de un viaje que conducirá a Jerusalén.




El acercamiento  de los evangelios en el cine siempre ha sido un tema que causa escozor y no es precisamente lo más o menos ceñidos al texto original que sean, siempre habrá aplausos y detracciones. Hubo para “La Ultima Tentación de Jesucristo”, para “Jesucristo Super Estrella”, para “Jesús de Nazareth” "Los Ultimos Días en el Desierto" y para “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson. Obviamente esta presentación de adaptación libre de la vida de la Magdalena no se iba  aquedar atrás.   



Garth Davis da al relato de la vida de María Magdalena un enfoque decididamente feminista, tomándose las suficientes licencias literarias y creativas para hacerlo. Solo que, de alguna manera, se permite tantas libertades que acaba por ser una especie de relato alterno mucho más ligado a una historia ficticia que eventualmente tomó nombres de figuras históricas para armar su propia visión, sin entender el trasfondo de los personajes mismos al tropicalizarlos tanto para ajustarlos a la historia que quería relatar.



Evidentemente también nadie tiene la verdad absoluta, ni recopiló segundo a segundo la vida de Jesús, sus apóstoles, ni sus seguidores. Amén de todas las limitantes históricas que puedan confluir y alterar el relato, y de la visión patriarcal de la historia hay hechos que puestos de una manera tienen sentido, pero desprovistos de ella pierden significado. Como sucede con muchos puntos del guión que nos dan Helen Edmundson y Philippa Goslett. Y que la misma película se encarga de negar enfáticamente en los créditos finales.


Rescatar la figura de María Magdalena es en sí una labor meritoria, de eso no hay duda, pero la base del rescate es bastante manipulada lo cual deja dudas razonables que no son respondidas con argumentos sólidos. Básicamente María Magdalena aparece como una mujer que contraviene la reglas machistas y se rebela a ellas sin dejarnos claro cuál es el fin último. Para luego ser seguidora de Jesús.



Ciertamente tampoco le queda muy claro al principio porque la figura de Jesús se enfoca atribuyéndole características que a los ojos de los contemporáneos no sería difícil imaginar como posibles: Un curandero, un revolucionario que otorgaría la libertad, un profeta o un Bautista; la misión del guión hubiera sido profundizar en esa comprensión de que Jesús estaba encima de cualquier denominación al entender su mensaje claramente.






A la revisión de la biografía hecha por Davis le falta dar ese pequeño gran salto para trascender a sus personajes. Alejando la historia de Jesús y entrando en la vida de María para ver su crecimiento, pero esta Magdalena al negarle un pasado tormentoso y darle solo un espíritu rebelde y etéreo no nos da mucho.

El reconocimiento de la figura como apóstol y conversa ferviente queda a deducción forzado por las interacciones de Jesús y María dadas por licencia literaria y eso para una cinta basada en la figura de alguien deja mucho que desear.  



Es claro que es una cinta que, contrariamente a sus contrapartes más famosas con fecha de salida en Semana Santa, va restringida a la catalogación de “cinta de arte” y cinematográficamente es bella, fotografiada en Puglia, Italia, recreando tierra Santa, con una paleta cremosa en colores tierra, enfatizando la belleza etérea de Mara, gracias al ojo de Fraser. La acción es pausada y los diálogos en la mayoría se dicen suavemente hay un indudable tono de lirismo en toda la película.



Sin embargo, además de toda esta belleza gráfica,  gana el trasfondo sentimental apoyado con un muy buen score pero es simplemente labor estética con detrimento de la solidez en la recreación de la figura o la explicación de sus motivaciones profundas. Se presentan situaciones costumbristas que pueden servir como adorno pero no sirven como reveladoras de la realidad e inclusive provocan ataques insulsos de manera gratuita



La cuestión es que aunque en pantalla Mara y Phoenix tienen largas conversaciones a sottovoce, el alma del rescate de la figura de María nunca termina por hacer erupción. El alejarse de los textos tradicionales, adaptar, imaginar y recrear  terminan por no concretar, aparte de quejarse del sistema patriarcal judeo cristiano, no hacen de María una figura capital, una líder, alguien para seguir porque su ejemplo transforma.


Al ponerla en retrospectiva con las otras cintas que de una manera u otra han tocado la historia de Jesús y sus enseñanzas, o la vida de sus discípulos, María Magdalena se queda en un lugar indefinido, casi tímidamente, y es una pena que no tenga la fuerza necesaria para colocar a María de Magdala en el primer plano que se merece.



Director: Garth Davis

Reparto: Ariane Labed, Charles Babalola, Chiwetel Ejiofor, Denis Menochet, Hadas Yaron, Joaquin Phoenix, Lior Raz, Lubna Azabal, Rooney Mara, Ryan Corr, Sarah-Sofie Boussnina, Shira Haas, Tahar Rahim

País: Reino Unido, Estados Unidos , Australia

Año: 2018

Género: Drama histórico

Duración: 120 min

Clasificación: Mayores de 15

Guión: Helen Edmundson, Philippa Goslett
Cinematografía: Greig Fraser
Música: Hildur Guonadottir, Johann Johannsson

Fecha de estreno en México: 23 de Marzo 2018

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