viernes, 8 de junio de 2018

CADA DÌA (EVERY DAY)




Si nos visitas por tu celular/móvil/tablet te sugerimos girar la pantalla a horizontal o dar scroll down hasta el final y seleccionar la opción “ver versión de web” a fin de facilitar tu lectura. Gracias





Por Fabián Quezada León

Rhiannon (Angourie Rice) Es una chica de 16 años, su vida es normal, va a la escuela en Baltimore y tiene un novio, Justin (Smith), al que adora. Un día Rhiannon lo convence para escapar de la escuela y pasar un “día especial”. Todo es maravilloso, un sueño de compartir secretos y cantar al ritmo ochentero de “This is the day” de The The. 

Solo que ese día en específico, Justin no es dueño de sí mismo, “A”, entró en su cuerpo y por eso Rihannon, seducida, pero sorprendida por este chico, cree que camina entre nubes. 


A la mañana siguiente, Justin vuelve a ser el mismo de siempre… ni siquiera recuerda lo que pasó el día anterior… pero Rihannon recibe un misterioso mensaje; debe ver a “alguien” que puede explicarle lo que sucedió. 


Confundida e incrédula Rihannon se ve con un chico que le asegura que dentro de él, por ese día específicamente, se alberga “A” (quien estuvo dentro de Justin el día de su “escapada” romántica) y que es una especie de espíritu/alma/ser evolucionado (que reúne en sí un buen paquete de cualidades) que cada día despierta en un cuerpo diferente, hombre o mujer, solo por 24 horas. El cuerpo es más o menos de su edad (highschool) y que… se ha enamorado de ella. 

Al principio Rihannon cree que es una broma, pero poco a poco descubrirá que es una extraña realidad. “A” es maravilloso pero, cómo saber dentro de quién va a amanecer al día siguiente? Se puede llegar a amar a alguien así?

A simple vista “Cada Día” es un dramedy romántico enfocado a adultos jóvenes y que aparentemente es intrascendente. La cuestión es que abre un tema que puede resultar por demás polémico. De qué te enamoras tú? De la apariencia, (eso que da el envase, el cuerpo) o de lo que hay adentro. La pregunta puede responderse con la superficialidad o profundidad  que se desee. 

Lo que la trama de la película plantea es precisamente eso, qué tan fácil/aceptable/conveniente o “normal” es enamorarse de alguien por lo que parece y no por lo que es en el fondo.

Sin entrar en demasiadas honduras filosóficas, ni éticas, el problema se expone de manera muy simple. “A” está enamorado de Rihannon y ella va a enamorarse de él, independientemente de qué cuerpo lo contenga. (Y también hablamos de masculino o femenino)

En lo que se refiere al amor y a las desventuradas/heroicas  parejas que deben transitarlo en el mundo del cine, el tema pareciera ser inagotable y además cada vez que lo vemos en pantalla, el amor vuelve a levantar taquilla.

Desde luego, viviendo los tiempos de la post modernidad líquida, qué mejor que regresar al tema y abordarlo de una manera completamente inusual.



Hollywood se ha jactado de realizar dentro de su producción de celuloide, relatos de toda clase de amores: desde los amores románticos a los trágicos, los imposibles y los posibles, puros o lujuriosos, entre humanos y entre humanos y extraterrestres, seres míticos y hasta vampiros y Zombies… el amor siempre va a funcionar como materia prima.

Lo que Cada Día explora es ese sentimiento dirigido a alguien prácticamente desconocido, siempre cambiante físicamente pero eso no importa porque se ama su esencia, no su forma ni su sexo.


La adaptación del éxito literario del año de 2012 de David Levithan, catalogado como novela para “adultos jóvenes” pareciera prestarse  de manera orgánica a ser llevada a la pantalla, por desgracia el comienzo del guión cinematográfico es realmente confuso y no es hasta después que poco a poco se va esclareciendo para finalmente conducirse a una salida demasiado simple. Da la impresión de que crea demasiadas interrogantes que no termina por responder de manera satisfactoria

Cada Día se impulsa desde el género de la ciencia ficción para proyectar su tema de amor “diverso” pero no es cien por ciento original, si se ha de ser sincero, hace eco de historias que ya hemos visto donde la realidad ficticia envuelve la historia romántica (el cambio de cuerpo/personalidad, la seducción de algo no humano por un ser humano, la fragilidad de la supervivencia  de esa relación amorosa cuando se debe enfrentar la realidad y la incapacidad para mantener el poder/permanencia sobre el cuerpo que se invade etc.) el énfasis aquí está en el amor y la personalidad de quien se ama, por la esencia digámoslo así, sobre la apariencia física. 

Enfocada a un mercado de jóvenes adultos, la gramática del guión es de principio confusa. Tal vez se obviaron muchas de las partes literarias que tenía la novela pues la situación se desarrolla de manera rápida dando por sentado muchas cosas y el lenguaje visual no se toma como apoyo porque es absolutamente televisivo. 

No se perciben grandes esfuerzos visuales, ni un uso firme del lenguaje cinematográfico, así que todo el trabajo se encomienda a la exposición de la idea: “Amor es amor” y como colateral podría deducirse que tratan de comunicar que: el acto de amar no es meramente la atracción física, sino que ese amor permea a las capas de relaciones inmediatas.

Claro que todo esto se saca en conclusión después, no precisamente porque la cinta lo haya hecho explícito.
Al entrar en diversos cuerpos, “A”, quien por supuesto y sin que sepamos por qué exactamente sigue la regla preconcebida de que no puede interferir en manera radical en ninguna de esas vidas, comienza a transformarse en un “ente de apoyo” o “terapeuta interior” por el cual las tribulaciones de sus “Anfitriones”, si no solucionadas por completo, sí alcanzan a vislumbrar una solución satisfactoria. 

Al haber participado en el guión, el director Michael Sucsy, y su escritor  Jesse Andrews (quien escribiera la novela y el guión de “Me and Earl and the Dying Girl”), no necesitaron de usar demasiados recursos para plantear la trama situada en el mundo de “los jóvenes adultos” que es una arena que han trabajado previamente. 

Gracias a “A” y a su intervención bondadosa, Rihannon (y nosotros como espectadores) somos puestos de cara frente a un mensaje claro: Si quisiéramos encontrar a nuestra única y extraordinaria alma gemela, en qué envase la imaginaríamos? Y más aún, estaríamos dispuestos a seguir amándola sin importar en el cuerpo de quién despertara al día siguiente? Esto al final del día es el aporte esencial de toda la película.  

Pero como no todo puede ser la búsqueda de la pareja ideal, alrededor de la historia central (A/Rihannon) hay personajes secundarios que se enlazan con la historia de amor, dada la intervención de “A” cuando eventualmente despierta en alguno de ellos. Así “A” en algún momento llega a convertirse en el objeto de su amor mismo, sí, se despierta en el cuerpo de Rihannon. 

Y esto que podría haber derivado en un plot poderoso con recovecos psicológicos muy fuertes, se opta por conducirlo por el lado fácil, lo cual es una pena.

Lo mismo sucede con los otros anfitriones de “A” se pierde un poco la tensión porque “A” resulta ser mejor psiquiatra y hasta consejero matrimonial que nadie y las vidas de todos regresan al buen camino.  

Al llegar “A” a su última encarnación, la historia y las situaciones se comienzan a complicar más de lo esperado y da la impresión de que el guión da un rápido giro hacia la bonita postura de “resolver preguntas difíciles con respuestas simples” y aunque no existen elementos que generalmente se usan en otras historias de jóvenes adultos (violencia, distopia, enfermedades terminales, accidentes, amenaza de muerte) da la impresión de que habiendo logrado enredar la trama lo suficiente llegó un punto en el que las puntas de los hilos se perdieron y el desenlace queda deshilvanado, eso sí con un final feliz casi anticlimático.

Si se lleva una trama hasta la postulación de conceptos vitales; como la naturaleza del amor, la sexualidad y la definición de género con un tinte de tolerancia, si se rozan las preguntas que llevan a la identificación de los valores de los cuales nace la atracción profunda, (y por qué no decirlo, verdadera) esa que no es basada en la apariencia de “reyes de la graduación” debería haber sido un desafío llevar esta trama hasta internarse en el planteamiento de que aunque a quien se ama posea el envase perfecto, qué tanto conocemos de su alma? 

La identificaríamos sin dudar si no tuviera una apariencia física determinada?
Esa, al final del día es la verdadera  tarea de cada día.

Director: Michael Sucsy

Reparto: Amanda ArcuriAngourie RiceColin FordDebby RyanIan Alexander,Jacob BatalonJake SimJeni RossJustice SmithKatie DouglasLucas Jade ZumannMaria BelloMichael CramOwen TeagueRory McDonaldSean Jones
País: Estados Unidos
Año: 2018
Genro(s): Drama, Fantasía, Romance
Duración: 97 min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha de estreno en México: 8 de Junio 2018

 

No hay comentarios: