viernes, 26 de febrero de 2010

AL FILO DE LA OSCURIDAD (EDGE OF DARKNESS)


El sabor de la sangre desquicia a los tiburones… y a Mel…


Por Fabián Quezada León

Edge of Darkness fue una exitosísima miniserie producida en 1995 para la BBC dirigida también por Martin Campbell. En esta versión para cine Thomas Craven (Gibson) un veterano detective clama justicia tras de la brutal muerte de su hija Emma, (Novakovic) solamente para irse topando en el camino con una cada vez mas profunda y oscura red de corrupción y perversidad política.


Mel regresa tras de 7 años de estar ausente de la actuación y este regreso tiene muchas aristas. Por un lado, la historia aunque comprimida de su duración original, es delirantemente violenta y lo suficientemente tensa. La acción no deja descanso a nadie.


Gibson repite su lado “Psycho” del cual ya tuvimos varias probadas desde “Arma mortal 1” “Hamlet” “Million Dollar Hotel” , “El Rescate” y “Revancha”

La novedad es que ahora de golpe y porrazo Mel deja de ser el ultraguapo y luce una incipiente calvicie, kilitos de más y profundísimas arrugas (fumar tres cajetillas diarias no deja nada bueno)


Y de acuerdo a la historia, Mel puede y de hecho lo hace, pelear con el galán de su hija que no pasa de los 25 años y aún partirle la cara. (Será que más vale maña que fuerza?)

Así Craven comienza su calvario en un tour de force y cada paso que da lo hunde más y más en el pantano de lo insalvable.

Mel encaja perfecto en el papel de padre dolido que se auto culpa de la muerte de su hija y de la misma manera, casi viciosamente sin que se le mueva un pelo, es capaz de triturar a sus enemigos y aún ser el héroe.

Alrededor de Craven se yergue todo un aparato de conspiración de grandes empresas que trabajan directamente para el gobierno y cuyos intereses son sin duda más importantes que el aniquilar a unos cuantos jovencitos irredentos.

Craven, cegado por el olor de la sangre, sigue y sigue arrastrando tras él todas las consecuencias que llegar a molestar a los grandes directivos le pueda acarrear y quien se mete con las grandes ligas no siempre sale bien librado.


Ahora bien, la versión condensada de la miniserie se hace tan fugaz, explosiva, agitada, para adecuarse al terreno de la sala de cine que el fondo de la historia cambia radicalmente, lo que originalmente era una llamada de atención en la inconsciencia nuclear y que generaba varias teorías de conspiración (como el cariz de ser engañado como pueblo por un gobierno que comercia con sus propias agendas a ultranza), se transforma en algo mucho más personal, un drama de venganza familiar, la lucha feroz de un hombre solo.
Un caso de lo que puede llegar a hacer un padre por amor a su hija y su sed de venganza.


Una vez más el sabor de la sangre llena el ambiente, porque la apelación al drama interno es mucho más explosiva y contundente que recapacitar en lo que se hace a escondidas por ciertos gobiernos.


El giro favorece a Mel quien definitivamente escogió un papel hecho a la medida, donde además de descubrir que su hija tenía una vida muy diferente a la que él suponía va encarando los diferentes ángulos de qué tanto conoce de la solvencia moral de quienes lo rodean. (Incluidos sus mismos compañeros de trabajo)

Al final del día la tensión se acumula y se revienta de forma tan violenta que de alguna manera brutal permea, mucho más allá de la trama, convierténdose en algo que revuelve, que deja los nervios tensos.


Tal vez el sabor de la sangre y la venganza acaba por desquiciarnos a todos también.

Dirección: Martin Campbell

Reparto: Mel Gibson, Ray Winstone, Danny Huston, Bojana Novakovic, Shawn Roberts.

País: Estados Unidos

Año: 2009

Género: Drama, policiaco

Duración: 1 hr. 48 min.

Clasificación: adultos por violencia extrema y sangrienta

Fecha de estreno en México: 26 de Febrero

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