sábado, 20 de febrero de 2010

LA HERMANDAD (DAYBREAKERS). UN GRAN BANQUETE DE SANGRE



Por Jorge Cirerol Ojeda.

¿Se imaginan un futuro en el que el mundo esté dominado por vampiros?

Con esta premisa la historia de este largometraje transcurre el año 2019, un tiempo nada lejano en el que los vampiros han ganado la batalla contra los seres humanos y ahora pueblan la Tierra. Estos sólo sirven para cubrir las necesidades de alimento para estos seres inmortales por lo que son cazados para ser empleados en las maquinas de ordeño hasta dejarlos sin una gota de sangre.

Como el suministro de este líquido vital empieza a escasear, Edward Dalton (Ethan Hawke), un bioquímico investigador que no reza con el resto de los vampiros, trata de encontrar una substancia que pueda sustituir a la sangre humana lo que significaría subir los bonos de la compañía de Charles Bromley (Sam Neill), su jefe. Además los vampiros que se alimentan de ellos mismos o de otros vampiros se convierten en criaturas monstruosas.

Pero un día, Dalton es secuestrado por una banda de renegados seres humanos liderada por un ex vampiro llamado Elvis (Willem Dafoe) y una humana, Audrey Bennett (Claudia Karvan), quienes dicen saber de una cura para la inmortalidad. El científico, sorprendido y muy interesado, acepta ayudar a los defensores de la vida humana, sin embargo, este cambio de idea, no está entre los planes de Bromley quien hará todo lo que esté de su parte por impedir que esa cura salga a la luz.

Los australianos Peter Spierig y Michael Spierig hacen su segunda entrega manteniendo muchos de los tópicos manejados en su debut hace seis años con Undead, un filme de ciencia ficción sobre zombies y seres humanos, cuya trama argumental estaba encuadrada en los arquetipos del gore, aderezada con acertados efectos especiales y buenas dosis de ironía y humor negro.

Ahora, en La Hermandad, los hermanos Spierig siguen esa misma línea, apegados a las reglas del vampirismo que desde siempre la industria del cine ha vendido al espectador y fiel seguidor del género pero desde una perspectiva muy diferente al común establecido, y entregan una historia profundamente original.

El mundo tecno-gótico de los vampiros fusiona la mitología clásica, con la modernidad tecnológica y la cultura corporativa de una forma muy cercana a cintas como Blade y a la serie televisiva, Angel. Pretende ser el reflejo perverso y oscuro de una tierra ideal. Está llena de ideas interesantes y originales sobre la adaptación de los vampiros, a un mundo actual con las implicaciones sociológicas que esto implica.

Desde cafeterías locales que sirven café mezclado con sangre, coches equipados con cámaras para poder ser conducidos a la luz del día, y un ejército de soldados con cascos adheridos a un ajustado uniforme que les permite hacer su trabajo a cualquier hora, en el día atrapando a seres humanos errantes que puedan servir de alimento y por las noches neutralizando a vampiros indeseables que ponen en peligro la existencia de los ciudadanos “normales”.

A los amantes del género que disfrutan de este tipo de horror sin duda puede ser una excelente cinta. Como en los clásicos de ciencia-ficción sobre monstruos que estuvieron de moda en los años 50, la película tiene un mordaz comentario político en el que se incluye la codicia y competencia de las grandes corporaciones, mezclado con violencia y mucha mucha sangre.

Dirección: Peter Spierig y Michael Spierig.
Reparto: Ethan Hawke, Willem Dafoe, Claudia Karvan, Sam Neill, Isabel Lucas, Michael Dorman, Vince Colosimo, Jay Laga'aia, Christopher Kirby.
País: USA.
Año: 2009.
Género: Thriller / Ciencia Ficción.
Duración: 98 minutos.
Clasificación: Mayores de 18 años.
Estreno en México: 19 de febrero de 2010.


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