viernes, 19 de febrero de 2010

DESDE MI CIELO (LOVELY BONES)







DESDE MI CIELO (LOVELY BONES)
Por: Fabián Quezada León

Sabiendo de antemano la trama de la cinta, debido a su éxito literario, se podría llegar a pensar que Peter Jackson al hacer esta película retomaba su gusto por dos temas que ya había tratado: las adolescentes protagónicas diferentes y “el lado oscuro”.




Lovely Bones” como novela es un libro desgarrador, porque involucra sentimientos de padres a hijos y una buena carga de frustración, angustia, injusticia y la imposibilidad de comunicarse.
Al ir transitando por sus páginas de una forma lenta se llegan a presurizar sentimientos de una forma casi dañina.



Jackson había demostrado que domina la realización de adaptaciones de literatura a cine con su apoteótica “Señor de los Anillos”, por lo que un libro “menor” iba a ser un bocadillo que se devoraría con la misma facilidad que un león engulle un pajarito.

Sin embargo, la cinta se deja ir sobre las posibilidades visuales y “olvida” en alguna parte el texto. El sentimiento del libro se transforma en una colección de cuadros (el equipo de efectos de computadora se esmeró en construir un “limbo” tan exóticamente perfecto que lo único que se esperaría es conocer que habrán imaginado que sería el cielo). Visualmente la cinta es muy profusa, muy elaborada, pero se queda en eso: imágenes visuales, computadora… limbo de libreto.

Los panoramas en los que Susie (Ronan) deambula, son de una alucinante belleza y se transforman con la voluble facilidad que una niña dibujaría su mundo de romance y sueños… y hasta sus pesadillas.
Pero, una película no puede ser el limbo, debe transcurrir y finalizar. Porque como en una maldición, las cosas que entran al limbo se quedan ahí… y la película entró y se quedó estancada en ese mundo maravilloso que nunca va a llegar a ninguna parte y que jamás resolverá el enigma de estar en el cielo… o en el infierno.

El tiempo en el limbo se trastoca, se elonga sin avanzar. Aunque sucedan cosas siempre se regresa al mismo punto. De forma tal que la historia que realmente avanza en la cinta se podría contar en diez minutos. Tiempo que se llevan en desarrollar los dos “plots” principales.

Todo lo demás, en el viaje cinematográfico de estos huesos, se fija en la tarea de sólo multiplicar, como si se tratara de un caleidoscopio, las hermosas e idílicas imágenes del limbo; que por más que cambien al dar la vuelta, siempre serán al final los mismos elementos.

Durante toda la cinta se esperan dos cosas: algo que jamás va a suceder, y otra que sucede de una manera enojosamente fácil y previsible. Cual vía rápida para resolver todo el conflicto.




Jackson mueve a los personajes en una "casi" cámara lenta en cuanto al desarrollo de sus personalidades sin llegar a concretarlos. Hay demasiados “secretos” que el libro desarrolla, que no se explican… y que al final del día faltan.

Explotar la dolorosa pérdida de un padre y una hija, ataca un lado profundamente sensible en la audiencia y la abrumadora cantidad de “postales desde el limbo” funciona como una droga alucinógena que distrae pero no resuelve el conflicto de fondo de la angustia, la venganza, el perdón, el amor roto y el crimen realizado.

El limbo puede ser todo lo fascinante, o aterrador que se quiera, pero no es ni uno, ni lo otro. Igual le pasa a la película.

Dirección: Peter Jackson
Reparto: Mark Wahlberg, Rachel Weisz, Susan Sarandon, Stanley Tucci, Saoirse Ronan Michael Imperioli.
País: Estados Unidos
Año: 2009
Género: Drama, Thriller, ciencia ficción
Duración: 2 hr. 15 min
Clasificación: Mayores de 15 por contenido de violencia y crimen
Fecha de estreno en México. 19 de Febrero

No hay comentarios: