viernes, 10 de febrero de 2017

CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS (FIFTY SHADES DARKER)





Por Fabián Quezada León


Anatasia Steele (Johnson) y su galán  con problemas de sadismo y millones en su cuenta bancaria, Christian Grey (Dornan) retoman su noviazgo buscando “confianza y comunicación” solo que en el camino se topan con algunas de las “Ex” de Grey y con un vuelco inesperado en el nivel de la relación. Mientras tienen sexo una y otra y otra y otra vez. Fondeados por un altamente comercial soundtrack y rodeados por el paisaje propiedad de los ricos, bellos y famosos de Seattle.  


Desde que la trilogía de E.L. James golpeara (en todos los sentidos) las listas de Best Sellers, se especuló acerca de la adaptación cinematográfica y millones de fans enloquecidos en todo el mundo comenzaron a especular sobre quienes deberían ser los protagonistas y de cómo se llevaría  escrupulosamente a cabo la narración del romance más candente enfocado a mamás que se hubiera escrito jamás.



El tiempo pasó y decepciones fueron y vinieron, hasta que la primera parte de la trilogía irrumpió en los cines, y aún su recaudación en taquilla  no evitó que que una parte importante de la población consumidora les diera la espalda, inconforme con la elección de los protagonistas o la manera en la que se plasmó la historia.


Pero ese fue solamente un asunto que gastó litros y litros de tinta en las páginas de la prensa del corazón y espectáculos. La realidad era que al final, había aún dos películas por realizar.


Ahora llega la segunda parte de la trilogía y sabemos por definición que las partes de "en medio" de una serie narrativa usualmente se enfrentan con el gran desafío de: hasta dónde avanzar para no acercare demasiado al final y seguir conquistando fans de la saga para las siguientes entregas. (Simplificado en este caso por que se trata de versionar tres libros diferentes)  

Bueno, entonces, la trama intermedia es simplemente un puente para llegar a un final (cualquiera que este sea). 
En este caso, si la primera parte adolecía de varias cosas que le dieran coherencia, en mucho debido a que la estructura del libro original es bastante floja, nos encontramos con que esta entrega se basa fundamentalmente en maratónicas sesiones de sexo, mientras que el personaje de Grey muda de rol de dominador a sumiso. (Bueno, todos tarde o temprano tienen su Waterloo)



El más evidente de los no pocos problemas que enfrenta esta presentación, es que tal vez por un pudor muy extraño, no da el paso para llegar ni siquiera a ser soft porn lo cual no deja de ser "inquietante" dado que la trilogía entera ha enarbolando un tema de sexo sadomaso, dentro de la categoría de “erotismo para mamás” y la cuestión desconcertante es que cualquiera de las fogosas lectoras del libro pudieron haber imaginado muchísimo más en sus mentecillas que lo que la película muestra. 
La ansiedad de no pasar los límites de la clasificación ronda a cada momento.



Además de las escenas de sexo, la película sigue apostando obviamente por el “paisajismo económico” y continúa haciendo un extraño intríngulis entre los excesos de poder y la garantía de seducción, estableciendo que Grey además de su atractivo físico, puede lograr lo que quiera, (elemento que asegura la seducción de cualquier mujer, según las leyes de la gramática de la autora)  porque simplemente paga por ello en cantidades exorbitantes. 
Millones en el banco, portadas de revistas y ranquing entre los V.I.P., un yate, un departamento en Nueva York y otro en Seattle, autos, champagne, viajes y joyas y cualquier mujer se rendirá a tus pies. No importa si se rinde por decisión propia, finalmente se rendirá.



Para atizar más la cuestión, la actitud misma de Anastasia que según nos lo recuerdan huyó de Grey porque “vio un lado oscuro después de sus prácticas sexuales en el cuarto de juegos” y concede sin pensarlo una segunda oportunidad a Christian pero eso sí, le recomienda que irán  despacio... para tres segundos después caer en la cama y un poco más tarde pedir “unas nalgaditas” y un regreso triunfal al cuarto rojo del placer...  no porque se esté volviendo una voraz alumna de su "amo", o porque la tentación de ser dominatrix luche por salir a flote en el centro de su alma, sino porque… nada más ya le gustó “ese modo” de su galán.  


Obvio, para rescatar la imagen femenina de alguna manera y no parecer un cuento misógino, se hace hincapié en que Ana es profesional, responsable, liberada, autosuficiente, y se sabe defender sola... pero… bueno… la chica también tiene su lado B.

    

James Foley toma la dirección de estas “sombras más oscuras” y en lugar de alcanzar la oscuridad les da un medio tono "vainillesco" que se queda en el limbo de las pretensiones eróticas.   

Sí, ciertamente,  hay más sexo que en la primera entrega, (como lo marca el libro) pero los protagónicos, aunque son atractivos, en pantalla son fríos y a eso hay que añadirle: el cambio de escenario sentimental y las escenas ad látere (por aquello de que: “bueno y además de cama… qué más tiene la cinta?) que se deben resolver con premura, porque si no la duración de la película se extendería por tres horas, todo esto da como resultado   que de improviso se llegue  las “simpáticas e inesperadas escenas de humor involuntario” al resolver conflictos en … ¿tres minutos? O borrar un mapa escrito con labial en el cuerpo…. y según diversas fuentes (directas y no tan directas), no solamente el público de la función de prensa rió, sino que… (ups!) los fans también lo han hecho.

Entonces cabe preguntarse si la dirección y el trabajo de guión fueron en el rumbo correcto.



En este ultimo punto si hay que reconocer el esfuerzo titánico por transformar el contenido del libro a una “segunda parte: sin reglas” de algo que el público objeto ya leyó e interpretó según los límites y recursos  de su propia imaginación (y hay que ver que se pueden tener toda clase de excesos mentales en estos temas) y tratar de conservar a la audiencia, con lo que el director y el estudio aprueben y al mismo tiempo hacer ese “puente” para que se cumpla el ciclo y los fans se queden esperando a ver el “romántico desenlace” de la historia, que a juzgar por lo que ya se sabe, terminará siendo la cruel, palpable y triste realidad de aquel viejo chiste misógino de “por qué las mujeres ven porno”…   



Director: James Foley
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eric Johnson, Marcia Gay Harden, Kim Basinger, Bella Heathcote, Rita Ora, Luke Grimes, Eloise Mumford, Max Martini, Victor Rasuk, Robinne Lee, Bruce Altman, Fay Masterson, Andrew Airlie.
País: Estados Unidos

Año: 2017

Género: Drama erótico

Duración 118 min

Clasificación: Adultos escenas sexuales, desnudos, temática

Fecha de estreno en México: 10 de Febrero de 2017.

CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS (FIFTY SHADES DARKER) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.


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