jueves, 29 de diciembre de 2016

ANIMALES NOCTURNOS (NOCTURNAL ANIMALS)



Por Fabián Quezada León

Susan (Adams)  es una sofisticada dueña de una galería de arte,  quien aparentemente tiene todo lo que desea en la vida, posee un pasado que no puede olvidar al lado de un exmarido escritor”  Edward (Gyllenhaal).
Un día, sin esperarlo, recibe un paquete con una novela escrita por su ex (a quien no ha visto en 20 años) , titulada “Animales Nocturnos” y dedicada a ella. Conforme va leyendo vemos desarrollarse ante nosotros la cruenta narración que va engullendo el mundo fantástico donde ella cree vivir, mientras la confronta terriblemente con ese pasado que ha hecho todo por dejar atrás.

Dirigida y escrita por Tom Ford  y basada en la novela “Tony y Susan”  de  Austin Wright “Animales nocturnos” posee esa encantadora y oscura combinación del peligro, la seducción y la muerte, envueltos con una violencia que no simplemente es la que se narra, sino la que permea dentro de los personajes , del ambiente, de la pantalla, y del espectador mismo, logrando estremecerlo. Mientras vamos transcurriendo por el sofisticado y artificial mundo de Susan y descubrimos lentamente con una malicia perturbadora  los fragmentos del pasado sobre los que se fincó la aparente felicidad del presente. Fragmentos  que como un cristal astillado comienzan a ceder ante el peso y a prácticamente pulverizarse.


Tom Ford no puede negar su estrecha relación con el lado sofisticado de la vida no por nada fue el amo del estilo Gucci… y en cada cuadro lo hace patente, las texturas, el diseño de producción, la iluminación, el vestuario, todo habla de esa faceta que lo hiciera famoso en sus incursiones en el mundo de la moda.
Desde su opera prima “A single man” su estilo ya se dejaba sentir. Solo que ahora los tonos oscuros y los rincones tenebrosos de la personalidad se desdoblan en un morbo casi vicioso pero elegantemente sanguinario, frío, cortante, que recorre la espalda cuando las múltiples realidades comienzan a emerger …y lo mas intoxicante y seductor es que no importa qué tan lejos se llegue, que tan profundo se caiga, al final no hay una sentencia certera, sino lo que se vislumbra como un nuevo comienzo. ¿A dónde? Tendremos que dejarlo a la imaginación.
La factura de Ford deja claro que en las altas esferas de la sofisticación más exquisita, los vicios y los derrumbes emocionales nada tienen que envidiarle a los barrios más sórdidos, en esta especie de paráfrasis de que el pecado peor es el de los más encumbrados.
No obstante lo dura y cruel que es, la película ofrece ciertos placeres oscuros, de esos que se sabe que es mejor no tocar pero que no se puede dejar de hacerlo; y derrama causticidad sobre el mundo de los ricos y famosos, sobre todo de quienes se mueven en el terriblemente snob mundo del arte un ciudades de talla internacional como Los Angeles, New York, París… Milán… Londres… donde al parecer la exuberancia creadora no para en las telas o en la materia escultórica y permea al pensamiento de quienes viven alrededor y nadie tan bueno para dejar en público los vicios y los sinsabores de esa elite, como alguien que pertenece de alguna manera a ese mundo
La cinta ofrece también sutilezas memorables como el hecho de hacer una película dentro de otra película llendo a interactuar con el aquí y ahora de los espectadores y dando pivotes como el nombre de la obra de Edward y su cáustica dedicatoria a Susan… catalogándola como un animal nocturno porque simple y sencilla mente no puede dormir. Los motivos podemos irlos entendiendo poco a poco y eso es otra de las joyas ocultas de la trama.
“Animales nocturnos” nos sorprende y estremece desde la primera imagen hasta la última escena con Susan en lo que podría ser su entrada a l mundo detrás del espejo...
En estos animales el instinto voyeur se alborota, se clava, se asombra de sí mismo….y eso apenas son los títulos de entrada, que a su vez se convierten en parte del argumento de una manera magistral perdiendo los límites de donde comienza un ángulo de la narración y dónde se encima el otro y dónde existe la intersección el interditto fluye sin recato, mientras todos nos transformamos en esos  “Animales Nocturnos” sedientos de seguir leyendo aterrorizados por la elecciones que debemos tomar y culpables de cuánto de nuestro actuar repercutió en otros de una manera terrible , quién es el arma, quién es la bala quién es la víctima… todos al mismo tiempo.
La vida de Susan con su segundo marido, directamente sacado de las páginas del GQ mas elitista ,Walker (Hammer) que al verle da la impresión de que toda la vida de Susan es una perfecta y lujosa instalación su ropa su casa su maquillaje es perfecto es la foto más elaborada de lo que ser exitoso y postmodernamente decadente: es glam, es culposo y es descarado, al grado de ser festivamente  sórdido cuando se enarbola la frase: Créeme, nuestro mundo es infinitamente menos doloroso que el mundo real”, se ha cimentado una de las piedras angulares de la cinta. Después espera un fragmento del pasado cuando Susan charla con su madre quien desaprueba su relación con Edward y le lanza a la cara  otra perlita: Querida, tarde o temprano todas nos convertimos en nuestras madres”
 

Otra joya es que cuando Susan comienza a leer el telúrico manuscrito de Edward su imaginación de insomne crea los personajes de la trama de la novela con tal fuerza que nosotros los vivimos también y Ford se anota un maquiavélico punto al escoger a Isla Fisher como el personaje que representa a Laura en la cabeza de Susan. Cuando veas la cinta te percatarás por qué. 

Al llegar a la escena medular del libro una vez más la mano de Ford se hace presente eligiendo a una banda de White trash que
podrían salir directamente de una oscura y retorcida historia de sado; sobre todo por el temible líder: Ray (Taylor-Johnson) quien es una especie de macabro y atractivo demonio que va a hacer que la violencia que despliega sea tan aterradora (por real) que estremece.

Finalmente la película descansa en la camaleónica Amy Adams que sobre lleva todos los matices de una atribulada Susan sin perder el temple cool pero sin ocultar el cataclismo en el que se ha convertido su existencia.


Y por otro lado la intensa sed de venganza que Gyllenhaal escupe a la pantalla conmueve, desespera y asusta porque es la trémula reacción ante la desmesura y el sinsentido que destrozan las vidas de la gente común y corriente y donde quejarse no es una opción pero tomar la justicia en las manos es un paeso demasiado grande como para abarcarlo.
Al final, Animales Nocturnos es una experiencia que cimbra y atrapa que amarra  y cautiva. Que es peligrosa como un animal salvaje pero también igual de seductora.

                                                                             Director: Tom Ford
Reparto: Amy Adams, Jake Gyllenhaal, Michael Shannon, Aaron Taylor-Johnson, Isla Fisher, Karl Glusman, Armie Hammer, Laura Linney, Andrea Riseborough, Michael Sheen, Ellie Bamber, Jena Malone, Kristin Bauer van Straten
País: Estados Unidos
Año 2016
Genero: Drama Thriller
Duración1 hora 56 min
Clasificación : Mayores de 18 Desnudos, violencia
Fecha de estreno en México 29 de Diciembre 2016

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