miércoles, 5 de septiembre de 2018

DE LA CABEZA A LOS PIES (A CAPITE AD CALCEM) EXPOSICIÓN PALACIO DE MEDICINA


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·       Basada en el libro homónimo integrado por fotografías de la colección del Museo de la Medicina Mexicana, del fotógrafo francés Michael Zabé
·        Se exhibirá del 31 de agosto al 30 de noviembre, en el Museo del Palacio de la Escuela de Medicina

A capite ad calcem (De la cabeza a los pies) es el título del libro que reúne fotografías de la colección del Museo de la Medicina Mexicana, captadas por la mirada del reconocido fotógrafo francés Michel Zabé, que da lugar a la exposición  del mismo nombre, inaugurada el  pasado 31 de agosto en el Palacio de la Escuela de Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM.
A  capite ad calcem tiene como propósito la revisión de la cabeza a los pies de nuestra colección por medio de un itinerario antropológico con textos de la antropóloga e historiadora de arte Minerva Anguiano, y la mirada fotográfica de Michel Zabé, mejor conocido por su labor en el mundo editorial, y cuya colaboración siempre era sinónimo de calidad”, según palabras de Nuria Galland, responsable del área de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.



Desde hace tres años, el museo de medicina invitó al fotógrafo a tomar algunas imágenes del vasto acervo con el que cuenta el Museo de la Medicina Mexicana; por lo que en algún momento surgió la idea de hacer un libro exclusivo de la colección, que destacara el lado estético de las piezas.
Por lo anterior, se realizó una ardua selección a partir del enorme universo que Zabé fue creando a lo largo de más de 2 años, siempre con la consigna de que el libro no fuera uno de tantos, sino que se convirtiera en algo más íntimo y osado.
A capite ad calcem es un proyecto arriesgado desde su concepción porque la intención siempre fue destacar el lado estético de instrumentos y piezas de uso médico. El tema, en sí mismo, es controversial y difícil, ya que el reto más allá de mostrar nuestra colección, era resaltar la belleza de una sierra de amputación o la de un modelo anatómico con lesiones dermatológicas de una enfermedad contagiosa, entre otras cosas”, nos comparte Galland.
Las fotografías de A capite ad calcem son en blanco y negro, y se buscó trabajar con campos cerrados y campos abiertos que mostraran las piezas completas y, a la vez, sus detalles.
El tema que A capite ad calcem aborda, es sobre un lado oscuro que causa temor y al mismo tiempo resulta atractivo a la gente.
A través de impactantes y exquisitas video- proyecciones, instalaciones de luz y animaciones en 2D y 3D, acompañadas de la música del compositor Jorge Torres y con la valiosa aportación de equipo por parte PanasonicA capite ad calcemdescribe las etapas de la enfermedad y de cómo la vive el paciente. El papel que juega el médico en todo el proceso y todas las herramientas con las que se apoya y que forman parte de la colección del museo desde un aspecto histórico.



A lo largo de esta exposición, el público experimentará el proceso de la enfermedad desde el momento en que irrumpe en el cuerpo, los síntomas y signos, y la posibilidad que tiene el paciente de verbalizar y acudir a un médico para manifestar lo que está sintiendo. La parte de la exploración y la palpación, cuando aparecen en escena las herramientas que usará el médico, en cada una de las etapas, para llegar a un diagnóstico y concluir en un tratamiento y pronóstico.
 Una vez que se diagnostica el padecimiento, cómo se transforma el cuerpo y la identidad del enfermo. Cómo es que una enfermedad cambia el lugar en y la percepción del mundo de quien la padece.
 Cómo es que el paciente vive la etapa del tratamiento y la idea de la esperanza o de la aceptación; es decir, la posibilidad de vida dentro de la salud, seguir la vida dentro la enfermedad o sucumbir ante ella y morir.
“El tema es difícil porque como seres humanos nos cuesta aceptar que somos susceptibles a la enfermedad y que nuestro destino final es la muerte”, reconoce Galland.
Asimismo, A capite ad calcem busca la belleza en el objeto infraordinario, al dar valor a esos objetos que, dentro de la vida diaria, resultan irrelevantes pero que están ahí por una cuestión meramente pragmática.
Muchos de estos objetos, los grandes protagonistas de la mirada de Michel Zabé, son para la medicina infraordinarios, como son las pinzas, palitas, botellitas de medicina, etc., que resultan meramente funcionales, pese a su diseño muchas veces virtuoso, pues sólo sirven en el momento de la práctica médica y no como un objeto de contemplación.



“En el Palacio siempre nos hemos sentido muy orgullosos de nuestra colección, y como museo tenemos la obligación de narrar su historia, a través de sus objetos y de ese lado estético, que no siempre se explota”, explica la encargada del área de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos del Palacio de la Escuela de Medicina.
A partir de esta exposición, Nuria Galland llega a la conclusión de que es importante manejar una línea curaturial que defina hacia dónde se quieren dirigir como institución museística;  encontrar estrategias que involucren a la colección permanente del Palacio de la Escuela de Medicina pero, a la vez, buscar fórmulas para potencializarla a través de las exposiciones temporales, además de tener la apertura y flexibilidad para invitar al arte contemporáneo y a nuevas propuestas.
Para los organizadores, la finalidad de hacer una exposición como A capite ad calcem, es difundir de una manera visual el universo y la historia de la medicina como la ciencia más humana, más allá del rigor académico y de los términos médicos.
Lo anterior, con el propósito de que el público reflexione sobre su propio viaje, ya sea en el reino de la salud o en el de la enfermedad, y tome consciencia de que el mundo de la medicina es sumamente cercano a la cotidianidad del ser humano.



Finalmente, un dato paradójico que Nuria Galland comparte en relación al libro es que una vez que se publica, Michel Zabé enferma de gravedad, por lo que se convierte en algo autobiográfico, ya que empieza a vivir de manera puntual cada uno de los capítulos que lo conforman hasta su muerte.
Es la razón por la cual, la exposición se le dedica a su memoria y la cita que la acompaña es “La vida es breve y el arte largo” de Hipócrates. Al igual que sucedió con el libro, ésta tenía que ser diferente; por lo que se invitó a la casa productoraToloache.tv para que se encargara de convertir el texto del libro a un lenguaje visual con tintes cinematográficos.
“Desde un principio el libro se concibió para destacar la figura de Michel porque normalmente el fotógrafo editorial es conocido en el medio, pero a la hora de que la foto se toma, lo que se destaca es el objeto no el fotógrafo, por lo que nuestra intención fue resaltar la dupla: objeto y artista”, concluye Galland

A capite ad calcem
En el Museo del Palacio de la Escuela de Medicina
Del 31 de agosto al 30 de noviembre
De las 9  a las 17 h.
Entrada libre

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