viernes, 16 de abril de 2010

LA ÚLTIMA CANCIÓN (LAST SONG)











La primera piedra de la tumba de Hannah….




Por: Fabián Quezada León

Una obra más del prolífico Nicholas Sparks el escritor de Diario de una pasión, Nights in Rodanthe y la recientemente estrenada en nuestro país Querido Jhon.
El esquema básico de la obra es muy similar, pasión romántica, atardeceres en la playa y melancolía amorosa. Enmarcados en un drama romántico.
Ronnie (Cyrus) es una ex niña prodigio del piano que ha tomado el camino rebelde desde que su padres se separaron. Es el verano y ella y su hermano pequeño son enviados a la casa de su padre en la costa de Georgia. Ni que decir que la niña lleva una relación de la cachetada con el padre y que después va a prender que “tal vez gastó demasiado tiempo” siendo cruel.
En este pueblo, Ronnie va a toparse con un inesperado galán al que renuentemente va a dar poco a poco su corazón para hacer surgir el summer lovin ideal total en medio de las olas. Con este panorama la enamorada Ronnie no espera la lección que la vida está a punto de darle.

Sparks nos da una muestra más de sus temas favoritos, “Noche, playa, lluvia, amas” lo malo es que “Querido Jhon” su anterior obra llevada a la pantalla es casi un clon de ésta en varias escenas concernientes a la pareja romántica: amor playero, amor de verano, jugueteos en las dunas de arena, lánguidos atardeceres, cartas lacrimógenas (¡escritas!) comprender demasiado tarde lo que se perdió y niños bonitos a cuadro. El telón de fondo en ambas es la lucha; ya sea la guerra o la lucha interna… la enfermedad y la muerte como compañeras de paseo.
En ambas la tradicional cenicienta que se enamora del príncipe perfecto y la lucha por mantener y cobijar ese amor que sufre tropiezos es un tema constante mientras la heroína se debate entre sus problemas personales.
Sin embargo, La última canción llega un poco más hacia el público adolescente universal, al estar basada más en el drama familiar e interno que en un conflicto armado. De forma tal que acerca al personaje de Ronnie hacia el mundo real de cualquier niña que tenga rabia contra sus progenitores y que de la misma manera se sienta en algún momento traicionada por el objeto de su amor.

Cyrus comienza el desprendimiento de su imagen hannahmontanesca ; se instala en la rabieta y lo “darketo light” pero con la carga emotiva a tope dándole a su Ronnie un lado torcido que jamás habíamos visto en Hannah (lastima que se retire!) De forma tal que la transición de ser “la niña del algodón de azúcar” se comienza a ser la niña que puede ponerse un “piercing” (aunque sea falso).
Gregg Kinnear se ha colocado como un perfecto hacedor de roles de padre de familia, es simpático, luce bien en pantalla y es buen actor, logra en este papel de soporte ganarse el corazón de las niñas que vean la película. La combinación de Kinnear con Cyrus es confortablemente cercana a la vida y la presencia del hermanito menor es la chispa que aceita esa “familia disfuncional” .
Por fortuna para Ronnie el conocer a Will (Hemsworth), su “príncipe encantador” le va a cambiar la vida, (sí, no importa que sean un extraño dejavu de las otras obras de Sparks) esto marca un crecimiento para el personaje de Ronnie y sirve también para complicar la trama amorosa cuando el conflicto del padre de Ronnie salga a la luz.
Muchas lágrimas esperan su salida fácil desde ese punto y hasta el final de la cinta…
Y aquí el peso y la importancia de Cyrus que al mismo tiempo puede demostrar que encarna perfectamente a ese nuevo prototipo de heroína vulnerable pero rebelde, herida y violenta pero al mismo tiempo indefensa, una protagónica un poco torcida del centro de la princesa del cuento.
Dirección: Julie Ann Robinson
Reparto: Miley Cyrus, Greg Kinnear, Bobby Coleman, Liam Hemsworth, Hallock Beals.
País: Estados Unidos
Año: 2010
Género: Drama
Duración: 1 hr. 47 min.
Clasificación: B 13. Material temático
Fecha de estreno en México: 16 de Abril

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