lunes, 18 de diciembre de 2017

EXTRAORDINARIO (WONDER).

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Por Fabián Quezada León


Auggie Pullman (Tremblay) es un niño de 10 años, como cualquier otro de su edad; tiene unos padres cariñosos y tal vez sobre protectores (Roberts y Wilson) y una hermana mayor, Via, (Vidoovic), con la que hay una “distancia razonable” pero mucho cariño.   

Todo es “normal” solo que por una mala combinación genética, Auggie  sufre de una enfermedad que ha deformado su rostro. Y aunque ha tenido múltiples cirugías, su apariencia… “no pasa desapercibida”. Auggie se ha acostumbrado aparentemente a ello y ha logrado sobrevivir en un mundo en el que cualquier diferencia con el resto de los demás es criticada, asediada y causa escarnio. Auggie a su tierna edad lo sabe.


Pero su madre, Isabel y su padre  Nate, lo impulsan a que vaya a la escuela regular y se mezcle con la gente. Renuente y asustado en un principio Auggie no tiene de otra que aceptar para encontrar que su diferencia puede hacer la gran diferencia en el corazón de los otros. 


Chbosky  (The Perks of being a Wall Flower)  lo hace de nuevo. Toma el espinoso tema de “cómo duele crecer” con el sesgo de cómo duele crecer y ser extremadamente diferente encima. La combinación podría resultar una letal bomba de hormonas plus deformidad física integrada que de manera natural impulsaría a litros y litros de lacrimosos chantajes emocionales. 


Sin embargo, Chbosky demuestra su maestría entregando una obra conmovedora y sensible pero de ninguna manera chantajista. Centra su mirada en Auggie pero en la parte más infantil, humana y sencilla esa donde la inocencia ve las cosas del mismo color y con tanta naturalidad porque se ven con los ojos limpios.


Auggie es un niño normal y aunque ciertamente su rostro desconcierta y causa una serie de reacciones cuando nos enfrentamos por primera vez a él, el acercamiento que tiene el personaje con nosotros hace que en pocos segundos no entendamos más las preconcepciones acerca de belleza, normalidad y estándares. Auggie nos ha conquistado porque vemos dentro de él sin sentir compasión, lo vemos como lo que él realmente es; un nuevo chico en la escuela, viviendo lo que muchos han vivido, sin importar si son flacos, gordos, feos o bonitos.


Nos importa más lo que Auggie siente y cómo ve el mundo, su mente brillante, su sentido del humor agudo, su pasión por Star Wars… su deseo de ser astronauta y sus relaciones con sus amigos en la escuela. La vida de un niño es eso, sin tener los dramas de la adultez, ya es suficiente con tener que preparar el proyecto de ciencias o escoger el disfraz de Halloween. 


Lo más grandioso de la manera en la que Extraordinario se nos presenta, es que no llama a nuestra caridad, ni a nuestra compasión, no trata de manipular e insertar la lágrima fácil en el minuto 29… llama a nuestra empatía infantil. No importa la apariencia de Auggie, sino sus vivencias como niño.


A ese respecto cabría mencionar a dos predecesoras que tratan el tema de la “diferencia física” con la misma sobriedad: El Hombre Elefante (1980) y Mask (1985) si hay algo de lo cual preocuparse que concierne a Extraordinario, es su acercamiento al Bullying esa plaga que se ha desarrollado con urticante velocidad y que cada vez es más fiera.


Pero Chbosky (quien también co escribe el guión) no solo se circunscribe a la visión de Auggie; da a los otros personajes jóvenes la tarea de relatar su propio punto de vista con respecto a su relación con Auggie y esto da aire al relato y lo hace cercano y humano. Lo óptimo para dejarte ese sentimiento de “sentirte bien” y aunque Roberts y Wilson desempeñan los papeles de los padres nutridores y afectuosos que deben ser, su presencia es más  un refuerzo dentro de la trama.


Evidentemente merece mención aparte la actuación de Tremblay que bajo todo ese excelente maquillaje y efectos especiales logra realizar una actuación destacada para levantar un personaje exquisito.


El personaje de Via desempeñado por Vidoovic, es quien representa la otra punta de la familia y lo hace con tanta fuerza y rendida determinación que podemos comprender sus confusos estados de ánimo ante el plan que la vida le ha escogido, ser una sombra en una casa donde toda la atención se ha puesto en su hermano menor. Pero he aquí que también la historia tiene designado un sitio importantísimo a este personaje: el brinco existencial entre ser relegada e inclusive negar que tiene un hermano, a ser el foco de atención en una obra de teatro donde, más que conquistar la atención de sus padres, acapara su derecho de pisar fuerte en el escenario de la vida.


En esta historia también encontramos al inicialmente forzado guía de Auggie: Jack (Jupe) un niño gentil que se convertirá en el mejor amigo de Auggie y también a los “adversarios” encabezados por Julian (Gheisar).


De esa forma los sin sabores de la escuela comienzan a tener un escenario universal que los diálogos y la estructura misma de la historia nos irán revelando.

Al final del día, Extraordinario sin más penetra al interior de la esencia de lo que significa ser humano, ser niño, y por eso hace girar la cabeza hacia lo que en realidad importa dejando que el fluir de la trama nos lleve de un personaje a otro revelando que nadie es más importante ni mejor que nadie por su apariencia sino por la fuerza extraordinaria con la que mueva los corazones de quienes lo rodean.


Director: Stephen Chbosky.

Reparto: Jacob Tremblay, Julia Roberts, Owen Wilson, Izabela Vidovic, Noah Jupe, Nadji Jeter, Daveed Diggs, Mandy Patinkin, Ali Liebert, Emma Tremblay, Millie Davis.

País: Estados Unidos

Año: 2017

Género: Drama

Duración:113 min

Clasificación: Mayores de 13

Fecha de estreno en México: 15 de Diciembre

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