Fotos: Enrique Gallegos Celada
Es el desierto, es el año de 2010, una mina de oro de más
de cien años, ni la más famosa ni la
más importante… un pueblo de gente
trabajadora que como todos los días, mandaba a sus hombres a trabajar a la
mina… hasta que de la nada sobreviene la tragedia y treinta y tres mineros
quedan atrapados a una gran profundidad.
Lo que sucede después en cada uno de
los 69 días que dura el suspenso de este hecho verídico y célebre es lo que se
relata en la cinta.
Cada año mueren alrededor del mundo al rededor de doce
mil mineros en diversos accidentes laborales, en Chile estos treinta y tres
mineros un día entraron como incógnitos trabajadores y 69 días después salieron
en medio de una inusitada popularidad, sin poder digerir el abismo que se había
abierto en sus vidas al emerger de la tierra tras un accidente que les dejó
muchas más cosas que el nunca ser económicamente retribuidos por la empresa
minera.
Para promocionar la película varios miembros del elenco
estuvieron en una conferencia en nuestro país
y en la posterior alfombra roja.
Y de las más importantes cuestiones que declararon en la
conferencia fue el hecho de la vivencia al momento de filmar (En el desierto y
en los interiores de una mina en Colombia) y de estar involucrándose con las
personas que años antes habían pasado por la situación en la vida real. De
hecho muchos de los extras son las mismas personas de la comunidad minera que
vivieron en carne propia las horas de angustia en lo que duró el incidente en
el 2010
Una labor fundamental en el trabajo de filmación fue el
cómo se fueron integrando los actores como grupo ya que hubo dos grupos de trabajo, los que
estaban en “la superficie” y los que
estaban dentro de la mina y entre sus anécdotas estuvo el que el grupo de
“mineros” estaba en un hotel muy modesto donde ni siquiera había calefacción ni
agua caliente y que algunos tuvieron que perder mucho peso para realizar sus
personajes.
En ese hotel el
acontecimiento del día era que Diamond Phillips cocinara para ellos y la
experiencia de convivir con los personajes reales. Sin embargo la directora no quiso que los
actores actuaran “exactamente” como los reales así que dejó que los actores
proporcionaran a sus personajes su aporte personal.
Lou Diamond Phillips hizo un acertado comentario de que
la perspectiva de Hollywood ha cambiado en cuanto la posición de los grupos
étnicos con respecto a que hoy en día en producciones como esta se ha
seleccionado a un elenco con características y raíces latinas para interpretar
a latinos, y comentó que de haberse realizado esta película en los 80’s
probablemente el papel principal se lo hubieran dado a alguien como Bruce
Willis. En su caso personal, su físico y sus rasgos pueden adaptarse a varios
grupos étnicos así que ha logrado hacer papeles desde el rey de Siam hasta
latinos o indígenas norteamericanos.
Por fortuna la visión de Hollywood ahora está
distinguiendo que cada grupo étnico posee ciertas características específicas,
que no todos los latinos son idénticos y que no da lo mismo un guatemalteco que
un chileno.
También se señaló que la película si bien trata un tema
verídico y donde la situación planteada recae en la parte más desprotegida
socialmente, la película no es precisamente una cinta de denuncia, sino que es
más bien un planteamiento de una situación que a nivel Sudamérica fue sumamente
conocida (hubo transmisiones en directo por televisión cada uno de los días
desde el lugar de la tragedia, y en el resto del mundo, si bien puso sus ojos
en Chile, el tema no fue tan difundido masivamente en todo el proceso sino
hasta que milagrosamente lograron extraer a todos los mineros mediante un
revolucionario método de perforación y una cápsula diseñada exprofeso para la labor.
Sin embargo, no todos los accidentes de minas tienen el mismo final feliz, en
nuestro país mismo ha sucedido y los mineros desafortunadamente, han perdido la vida.
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