martes, 1 de noviembre de 2016

DOCTOR STRANGE, HECHICERO SUPREMO (DOCTOR STRANGE)



Por: Fabián Quezada León

El Dr. Stephen Strange (Cumberbatch) es un neurocirujano neoyorkino, demasiado brillante para ser cierto y demasiado orgulloso y egoísta como para poner a prueba la paciencia del más pintado. Doctor Strange lo sabe y despliega esa mezcla de “arrogante, pero seductor”. Una especie de cerebrito enfocado a la neurocirugía que ha conquistado la fama y la riqueza: posee un departamento de ensueño, tiene una impactante colección de relojes Baume & Mercier y hace rugir su Lamborgini Huracán de más de $267,500 dlls por las calles como si nada, pero como diría Kaecilius (Mikkelsen) “Quién soy yo para juzgarlo?”
Stephen Strange no se anda por las ramas, despliega su vanidad sin tapujos, por ello su colega Christine Palmer (McAdams) se debate entre el amor y el odio. Ciertamente Strange no es un plato fácil y posee ese aire flamboyante que los super héroes ricos y famosos llevan como impronta: Bruce Wayne y Tony Stark lo tienen, definitivamente para Strange es un complemento de uso diario.
Es obvio que la decisión de esperar a Cumberbatch para que hiciera el rol principal rindió sus frutos. Es evidente que era EL indicado, sofisticado, creíble, frío, con ese humor inglés que es capaz de abrir como bisturí; sarcástico pero  elegante. Tal pareciera que el personaje estaba esperándolo a él. 

Pero los aciertos no paran ahí, deberán de atribuirse a la decisión del director la inclusión de Tilda Swinton, como la poderosa gurú que ha logrado sobrevivir siglos, cambiando el rol de género del comic original y la presencia de otro actor inglés más en los estelares, Ejiofor, como Mordo el acompañante y amigo de misión de Strange. 
Como “cinta de presentación de un super héroe” las expectativas dentro del universo Marvel tiraron alto. En su primer fin se semana en pantalla recaudó, según varias fuentes, algo así como 86 millones de dólares.  Hemos tenido cintas inaugurales de una franquicia que colocan la barra muy alta, sin embargo puede decirse que Scott Derrickson, quien también co escribe la historia, se crea un danzón dedicado. Y confiaba desde siempre en el éxito.
Strange es ese tipo de super héroe que desde sus inicios “de culto” en los 60’s había permanecido “lejos de los reflectores” por demasiado tiempo (lo cual es una ironía si consideramos su carácter egocéntrico). Sin embargo su re/lanzamiento confirma que el universo Marvel está cuajado de posibilidades y se expande siempre exitosamente cuando se selecciona un reparto adecuado (para ejemplo ahí está “Los Guardianes de la Galaxia”)

Siendo la primera cinta de Marvel donde se introduce la magia de una manera protagónica, Doctor Strange potencializa conjuntamente el “espíritu” de la trama y lo despliega en escenarios que suceden en realidades paralelas, donde la percepción no es precisamente lineal y donde la fantasía y la ciencia ficción se dan los permisos de ser aún más mágicas y extravagantes. 

Y entonces, aunque no sea la primera vez que vemos dislocarse el paisaje urbano, el marco contextual justifica cualquier locura: porque estamos en diversas realidades paralelas. Esto es un punto brillante de la película.
El guión, aunque transita por el ya conocido “camino del héroe” se toma su tiempo para darnos un “paso a paso” y envueltos en la seducción de Strange y en una complicidad inadvertida, recorremos el mismo camino, nos hacemos parte de su proceso de una manera natural.
Pasamos de la arrogancia y petulancia de Strange, a rodar con él (en mucho más de un sentido) e ir a parar a Kathmandú, cargando un gran problema a cuestas.
La motivación del personaje y su lucha por ir avanzando en este “nuevo estado” nos permea. No simplemente es aprender a “manejar la mente” sino a dominar la actitud y el truco y la tentación es definir  “qué es lo real?”. 


Strange acude al confín del mundo buscando recuperarse para seguir su vida de éxito y va a encontrarse con que debe arreglar mucho más que lo físico y olvidar todo lo que sabe de su concepción de “qué es éxito”
Cuando llega con la ancestral Swinton, enigmática, tan imperturbable que parece glacial, con la cabeza a rape, y las respuestas adecuadas a la arrogancia de Strange, lejos está él de imaginar lo que va a suceder (tampoco en cierto sentido nosotros en la butaca) y las maravillas de los efectos especiales nos ponen a viajar a bordo de las dimensiones paralelas y las impecables actuaciones de los actores.
Dadas las características de la trama, el arsenal de efectos especiales encuentra su paraíso, ubicándose en las dimensiones de los cuerpos astrales, las dimensiones espejo y desde luego, la dimensión oscura. 
 

Obvio, la historia posee su villano: Kaecilius (Mikkelsen) que se desempeña como un enemigo no solo a la altura delo que Strange era sino de lo que ahora es. Metidos en una “dimensión de espejo” cada uno evoluciona para no quedarse atrás en un extraño equilibrio de fuerzas.
Con todo esto y más Doctor Strange se construye como una de las propuestas de cintas de super héroes más divertidas y espectaculares en mucho con respecto al área de intereses que abarca: tiene aventura, acción, humor, ciencia ficción con teorías dimensionales, despliega efectos especiales y buenas actuaciones.Obvio, ya lo sabes, como en todas las películas de Marvel,  no te salgas de la sala hasta que aparezcan las escenas post créditos.

Director: Scott Derrickson
Reparto: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams, Benedict Wong, Mads Mikkelsen, Tilda Swinton, Michael Stuhlbarg, Benjamin Bratt, Scott Adkins
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Aventura, comic, ciencia ficción,
Duración: 115 min
Clasificación: mayores de 13
Fecha de estreno en México: 28 de Octubre 2016

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