viernes, 5 de noviembre de 2010

TODO UN PARTO (DUE DATE): UNA PAREJA-DISPAREJA SIN NADA DE GRACIA.


Por Julia Elena Melche.

En 1987, el director y guionista, especialista en comedias, John Hughes, realizó la divertida cinta Mejor solo que mal acompañado. En ella, Steve Martin interpretó a un ejecutivo neoyorquino que quiere llegar a Chicago para pasar el día de Acción de Gracias con su familia. Desde que pretende tomar un taxi para ir al aeropuerto, se encuentra con un regordete vendedor de anillos para cortinas de baño, a quien encontrará de nuevo en el avión y a lo largo de su viaje, sin poder librarse de él. El tipo convierte su viaje en una pesadilla y como chicle no se le despega, ya sea con el fin de ayudarlo en los miles de tropiezos que encuentra en su camino o a veces aparece de nuevo por azares del destino. El pulcro hombre de negocios no lo soporta. Es todo lo contrario a él, gordo, descuidado, parlanchín, sin modales y confianzudo. Es la típica pareja-dispareja que ha sido abordada en centenares de cintas, como ahora en Todo un parto del director de Viaje censurado y ¿Qué pasó ayer?

Sin embargo, la nueva entrega de Phillips dista mucho de aquella, que fue interpretada por dos grandes cómicos, Martin y el desaparecido John Candy, en el rol del vendedor. Las situaciones propiciadas por el antagonismo entre los personajes eran verdaderamente hilarantes, como aún lo siguen siendo las de El Gordo y el Flaco (Laurel y Hardy). Más allá de la comedia de situaciones, llena de desastres y absurdos y con unos personajes hechos a la medida de los talentosos actores, Mejor solo que mal acompañado fue una metáfora de la tolerancia hacia lo diferente, una enseñanza sobre la importancia de los sentimientos y el valor de la amistad, antes que la apariencia física y una lección profunda de la soledad humana, alejadas de melodramatismos y chantajes sentimentales.

Ahora, en Todo un parto, Downey Jr. interpreta a Peter Highman, un arquitecto exitoso y yuppie arrogante, intolerante y prepotente que está próximo a ser padre de su primer hijo y desea llegar al parto de su esposa. Zack Galifianakis es Ethan Tremblay, un aspirante a actor, pasado en peso y desaliñado que carga las cenizas de su padre fallecido en un bote de café y a su perro bulldog. Ambos viajarán de Atlanta a Los Ángeles en una travesía por demás disparatada y bastante accidentada. Así, Peter tendrá que soportar al indeseable Ethan y a su perro, entre confusiones de equipaje, huídas a toda velocidad, volcaduras de auto y hasta un brazo fracturado.

En ambas cintas hay situaciones narrativas muy parecidas, como la imposibilidad de viajar en avión y tener que hacerlo por carretera en un auto rentado o la pérdida de la cartera de Peter, con dinero, tarjetas e identificación, lo que viene a complicarle más las cosas. Sin embargo, este nuevo road-movie camina por los lugares comunes de la comedia, explotando los clichés más convencionales de la pareja-dispareja. Lo novedoso es que perfila la paranoia estadunidense ante algún ataque terrorista y retrata el consumo de drogas como una práctica habitual en Estados Unidos, además de mostrar al personaje de Ethan como todo un vulgar que se masturba al lado de su compañero de viaje para poder dormir.

Con un final predecible y complaciente, Todo un parto ofrece algunos momentos divertidos, y actuaciones opacas. Ni Downey Jr. ni Galifianakis pueden superar a aquellos magistrales Martin y Candy.

Dirección: Todd Phillips.

Reparto: Robert Downey Jr, Zack Galifianakis, Juliette Lewis y Michelle Monaghan.

País: Estados Unidos.

Año: 2010.

Género: Comedia.

Duración: 95 minutos.

Clasificación: Mayores de 15 años.

Fecha de estreno en México: 5 de noviembre de 2010.

No hay comentarios: