sábado, 23 de mayo de 2015

TOMORROWLAND (TOMORROWLAND)





Por: Fabián Quezada León

Hace algunos años, en 1955 para ser precisos, cuando Disney abrió su parque e imaginó “La tierra del mañana” estaba lejos de saber lo que el destino haría en ese entonces “lejano” 2015.
De esta manera, sin duda ejecutando la mejor o más sofisticada re/visión de un sueño, Bird nos sorprende con esta versión de un futuro que ya comenzó y que podría no ser tan venturoso y pulcro como se creía cuando Disneylandia se inauguró.

Casey Newton (Robertson) es una inquieta chica, mitad mente científica, mitad adolescente (con un arsenal de preguntas, una rampante voluntad de cambiar el mundo y una dosis suficiente de rebeldía) Casey encabeza una especie de equipo de “uno contra todos” porque usando sus propios recursos científico/tecnológicos ha decidido, a como dé lugar, detener el desmonte de una plataforma de lanzamiento de la NASA, entre otras cosas porque si ello sucede, su padre se quedaría desempleado.
Estas actividades subversivas de Casey jalan la atención de “alguien especial” que la contacta de la manera más “discreta” posible: un pin de colección de la apertura de 1955, de La tierra del mañana.
Ese simple pin posee atributos inesperados que llevarán a Casey a conocer a un científico solitario y amarguetas: Frank Walker (Clooney) quien tiene sus propios motivos para no querer volver a saber nada de ese espectacular y anhelado “mundo del mañana”.

Tomorrowland es una cinta brillante y espectacular, cuya principal bondad es que puede ser leída en muchos niveles y el no leerlos todos no demerita la ganancia en diversión cada quien puede llegar hasta donde quiera y la va a pasar muy bien. Primordialmente, lo que salta a la vista es la historia, la visualización del futuro cuya brillantez puede desvanecerse con el mínimo fallo en el camino para llegar a él, luego están los personajes y actuaciones, y por último,  el cuidado diseño de producción y hasta el asomo de teorías cuánticas.
A Bird lo hemos conocido por otras de sus películas, fundamentalmente hechas en animación como El Gigante de Hierro, Los Increíbles y Ratatouille y ahora usa esa potencialidad de imaginar escenarios materialmente “fuera de este mundo” para co escribir el guión con Damon Lindelof (quien había escrito también Prometheus).
De esta forma, la historia que se centra en el futuro y en la lucha por no llegar al peor giro posible en este, nos involucra con sus tres personajes principales: Casey, Frank y la siempre misteriosa y eficiente Athena.
Las historias acerca del futuro,( la mayoría de las veces cataclísmico) de la humanidad, no son un tema inédito; de hecho la mas de las veces hemos sabido que el futuro no es ese tiempo feliz y fashion que los humanos de los 50’s imaginaron…  sino una endemoniada pesadilla poblada de basura, robots asesinos, sobrepoblación, desastres, hambre, inundaciones, guerras, radioactividad, invasiones alienígenas,  zombies y demás maravillas… que hacen que deseemos que el futuro no llegue jamás.
El punto medular es que el futuro se está haciendo hoy y poco o nada se hace por no llegar a ese apocalíptico escenario. Al menos hasta que Casey sigue la pista que le da Athena (Cassidy)  y llega hasta Frank. Entonces surge esa coyuntura en la que todos podríamos caber (después de todo, el tiempo y el espacio son lo suficientemente elásticos) si deseamos cambiar las perspectivas de futuro/destrucción y cambiarlas por algo mucho más feliz.

Evidentemente, el presupuesto multimillonario para materializar en film la visión del futuro, ayuda a dejar sorprendido a quien lo ve y ahí entra el excelente diseño de producción Scott Chambliss  y la magnífica fotografía de Claudio Miranda, logrando construir todo un concepto perfecto de “futuroretro” que al mismo tiempo está lleno de añoranza a lo que pasó y de esperanza a lo que puede ser.
Contrariamente a la costumbre de los lanzamientos de verano, Tomorrowland no es parte de una serie (al menos hasta el momento) lo que le da una singularidad entre los blockbusters de la temporada, pero que al mismo tiempo y gracias a la factura de Disney, le provee de esa “cierta magia” que tienen las piezas únicas.

La razón es obvia, definitivamente si se continua la lectura a un nivel más abajo del superficial, se encuentra un mensaje claro de que: al mal tiempo, buena cara y que la lucha contra la adversidad, hoy por hoy, se ha constituido en una tarea propia de héroes quienes  no se dejan sucumbir ante las condiciones más adversas. En ellos y su acción se podría dar el cambio. Después de todo, eso de “si no te gusta la realidad; cámbiala”, siempre va a funcionar.

Y precisamente este pivote se usa cuando Frank, en su etapa adulta, nos comienza a hablar al principio de la cinta; dando su visión de lo que el futuro significaba para quienes no son de la generación del milenio,  la visión casi antiséptica y ultra moderna del mil veces imaginado futuro de la humanidad surgido en la postguerra, ahora se ha evaporado.. 

Siendo niño, Frank Walker (Robinson) era un creativo inventor, quien sin esperarlo siquiera, recibirá la oportunidad de ver sus sueños hacerse realidad. Solo que lo que viene después no va a ser tan conveniente, ni feliz para Frank. Por lo que deben pasar cerca de cuarenta años para que Casey llegue al panorama.
La reunión de Casey y Frank va a darse en medio de un ajetreado encuentro que pone en marcha el personaje adulto de Frank y sirve de hilo conductor entre el presente, el pasado y lo que podría ser el futuro y aunque es innegable el encanto que ejerce Clooney sobre la cámara, la combinación con Robertson le deja a ella en las manos la energía para empujar la película y despertar a Frank en muchos sentidos y hasta hacerle reconciliarse con Athena. (Cassidy) quien merecer una mención especial, porque provee a su Athena de una gracia, misterio y vitalidad tan classy  como letal.
Sea como sea el futuro y tenga la forma o circunstancias que se puedan imaginar: dentro de un universo paralelo, sea apocalíptico o esperanzador, lo único cierto es que nos espera cada vez más cercano, y será lo que desde hoy hayamos hecho de él.
Director: Brad Bird
Reparto: George Clooney, Hugh Laurie, Britt Robertson, Raffey Cassidy, Tim McGraw, Kathryn Hahn, Keegan-Michael Key, Thomas Robinson, Pierce Gagnon, Chris Bauer
País: Estados Unidos
Año: 2015
Género: Ciencia ficción/ Aventura/Fantasía
Duración: 2 hr. 10 min
Clasificación: Toda la familia, niños mayores de 6 años
Fecha de estreno en México: Mayo 22

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