viernes, 29 de mayo de 2015

TERREMOTO: LA FALLA DE SAN ANDRÉS. UN DESASTRE QUE NI "LA ROCA" PUEDE SALVAR.

Por Julia Elena Melche.

Un ex militar y experimentado piloto rescatista del Departamento de Bomberos de la ciudad de Los Ángeles, se embarca en una peligrosa aventura a bordo de un helicóptero y todo lo que encontrará a su alcance, para poner a salvo a su exesposa Emma y a su hija adolescente Blake, luego de que un devastador terremoto que azotó la costa oeste de  Estados Unidos. Con esta premisa, el director canadiense Brad Peyton confecciona un nuevo vehículo de lucimiento para Dwayne Johnson, actor, culturista y ex luchador profesional californiano, conocido como La Roca, con quien hizo mancuerna en su anterior filme Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa (2012).

El cine de catástrofes, puesto de moda nuevamente con Tornado (96) del holandés Jan DeBont, Pico de Dante (97) del neozelandés Roger Donaldson, Titanic  (97) del canadiense James Cameron, Lo imposible (2012) del español Juan Antonio Bayona y con las exitosas Día de la independencia (96), Godzilla (98) El día después de mañana (2004) y 2012 (2009) del especialista en este género, el alemán Roland Emmerich, y que inició en los setentas con gran auge con Aeropuerto, Terremoto, La aventura del Poseidón e Infierno en la torre, se caracteriza por su gran espectáculo visual, destinado a inquietar al espectador mediante la lucha por la sobrevivencia en situaciones inminentes y la dramatización de un juego de intensidades. Su acción vertiginosa, su ritmo acelerado y un vasto despliegue de efectos especiales son sus mecanismos que funcionan a la perfección en taquilla.

En Terremoto: La falla de San Andrés estas peculiaridades pisan los terrenos de la desmesura y de la grandilocuencia, en una autocomplacencia tecnicista, dando paso a un súper héroe que maneja un histrionismo de agitadas coreografías calculadas y acciones muy poco probables. Mientras los edificios se derrumban, los cables eléctricos estallan, algunas personas corren y mueren aplastadas o atrapadas en las descomunales grietas que se abren bajo sus pies y la ciudad de Los Ángeles se convierte en un escenario apocalíptico, el fortachón Ray (el actor de la saga de Rápidos y furiosos, Dwayne Johnson) se olvida de su labor de rescatista y solo piensa en encontrar a su exmujer y a su única hija, como el héroe indestructible de Búsqueda implacable, para que el filme se centre en el drama familiar, eliminando muchas historias paralelas posibles en torno a otros personajes, como otras cintas del género, donde la tragedia abarcaba a un buen número de individuos en constante peligro mortal para incrementar el suspenso y los momentos tensionales.

En su lugar, el tratamiento dramático gira en torno a la misión personal de Ray, lo que convierte a la película en una crónica de salvación bastante predecible, pues como buen producto hollywoodense, los protagonistas siempre sobreviven. El realizador entrega un héroe inquebrantable que se mueve como pez en el agua en medio del caos y de la catástrofe. Casualmente encontrará una avioneta para volar a San Francisco donde se encuentra su hija, luego, una lancha que manejará con una pericia asombrosa al grado de sortear las enormes olas de un gigantesco tsunami, para finalmente abrirse  paso entre las calles inundadas y llenas de todo tipo de objetos, en el mejor estilo jamesbondiano, hasta llegar al edificio exacto y rescatarla.

Pero sin duda, lo más atractivo del filme son los aparatosos efectos especiales digitalizados que plasman en la pantalla geniales, aunque a veces exageradas, escenas del terremoto, el verdadero protagonista. Luego de que un sismólogo (Paul Giamatti, el único personaje sólido) y su equipo de especialistas han estado registrando una serie de movimientos telúricos, se desatan varios terremotos de intensidad descomunal que destruyen las urbes de Los Ángeles y San Francisco, provocados por la activación de la falla geológica de San Andrés.

Entre los colosales rascacielos que se desbaratan y desploman, el resistente puente Golden Gate cayendo al océano y un terrible tsunami que inunda la poblada ciudad californiana, solo aparecen algunos pobladores empolvados que corren confundidos. Tal parece que los únicos sobrevivientes del mega cataclismo son los protagonistas, con dos personajes que se unen para reforzar el drama familiar y subrayar las pericias del héroe.

Se trata de una cinta de un espectáculo visual desproporcionado, llena de clichés,  que puede generar emoción y suspenso, aunque no aporta nada novedoso al género.

De las entretenidas y disfrutables películas de Roland  Emmerich, Terremoto: la falla de San Andrés  se desvanece entre escombros argumentales y su desastre narrativo y dramático ni La Roca puede salvar.

Dirección: Brad Peyton.
Reparto: Dwayne Johnson, Alexandra Daddario. Reparto: Dwayne Johnson, Alexandra Daddario, Carla Gugino, Colton Haynes, Ioan Gruffudd, Archie Panjabi, Paul Giamatti, Kylie Minogue, Vanessa Ross, Will Yun Lee, Matt Gerald, Art Parkinson, Hugo Johnstone-Burt, Janell Islas, Jackie Dallas
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 114 mintos.
Género: Cine de catástrofes. Acción-Aventuras.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 29 de mayo de 2015.

TERREMOTO: LA FALLA DE SAN ANDRÉS (SAN ANDREAS) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS A PARTIR DEL 29 DE MAYO DE 2015.

PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR:


No hay comentarios: