Por: Fabián Quezada León
Cuenta la leyenda que hace casi dos
siglos viajando de Nantucket al mar pacífico del sur, un barco ballenero, el Essex, tuvo un
fatídico encuentro con un monstruo marino de inigualable poder, venganza y
color… una enorme ballena blanca que se encargó de cobrar con creces todas las ocasiones
que el hombre había depredado a su especie.
Esto sirvió para que algunos años
después Herman Melville retomara la historia y creara su inolvidable Moby Dick.
Ahora
en la novela de “En el
corazón del mar la tragedia del ballenero Essex” de Nathaniel Philbrick, se
entrelazan ambas historias, la que sirvió de base a Moby Dick y la que fue de
la vida de los sobrevivientes del naufragio de Essex que se enfrentaron con la
gigantesca ballena (que al final fue un cachalote).
Para entender en contexto baste decir
que perderse a la deriva en el mar y luchar contra un gigante marino hace dos
siglos podía traer consigo una tragedia de proporciones épicas.
Todos aquellos que, ya sea por deberes de la escuela o porque gustan de novelas
de aventuras, Moby Dick es un clásico infaltable. La trama de una expedición de
valientes marineros dando cacería a este gigante y la lucha que sobreviene
entre el hombre y el animal, siempre han exaltado la imaginación… Ahora con “En
el corazón
del mar” tenemos la oportunidad de encontrarnos con la novela y la
leyenda, aunque en estos tiempos la visión sobre el relato ha cambiado y tal vez no haya ya tantos partidarios de que
gane el ser humano y seguramente habrá muchos que vitorearán a Moby Dick.
Pero la
historia va mas allá de la ambiciosa y despiadada manera en el que el hombre se
ha hecho depredador del planeta sin consideración para todos los demás seres
que lo habitan; el punto es que aquí la mano del destino o de la naturaleza
vuelve el arma en contra del hombre, no solo por dejarle a su merced, sino
porque en medio de la catástrofe, las perspectivas de sobrevivir hacen que se
tomen medidas extremas.
“En el corazón del mar” presenta también
lucha de dos hombres; el marinero por oficio y el marinero por designio; ese es
un pivote básico, actual, siempre vivo de cómo las circunstancias tuercen los
caminos y dos personas que podrían haber sido amigos comienzan con el pie
izquierdo y al declarar la guerra van a llegar a límites que jamás hubieran
pensado. La sobrevivencia hace pagar
precios demasiado altos a esta tripulación.
Es
evidente que las sagas épicas siempre han capturado la atención del público;
desde la Odisea hasta Robinson Crusoe, de Viaje al fondo del mar hasta El
buque fantasma, Simbad el marino, La isla del tesoro o Miguel Strogoff… estos relatos surgidos en plena revolución
industrial planteaban ese nuevo mundo en el que también están imbuidos los
personajes de “En el corazón del mar” en el momento en el que, con
asombro, los mercantes de
aceite de
ballena se enfrentaban a una nueva especie de combustible que a la postre
derrotaría a todos los que anteriormente había utilizado el hombre: el petróleo
hacia su debut alimentando las siempre hambrientas maquinarias industriales.
De esta
manera, al adentrarnos en la película nos sintonizamos en ese sentimiento y la
manera en la que está resuelta la trama tiene ese aire vintage, no solamente por remontarse dos siglos atrás en la
historia sino porque pone en el radar
este sentimiento de aventura marina como hace muchos años que no se producía en
el cine y que dicho sea de paso fue de
los temas favoritos de la cinematografía hollywoodense durante las décadas de
los 40’s entonces Howard aprovecha muy
eficazmente
esta nostalgia para traernos el tema de regreso lo cual al mismo
tiempo podría servir para mirándolo desde ese punto de vista “conciliar”, si
hubiere necesidad, con las causas ambientalistas tan de boga en este siglo XXI.
Al hacer
que el autor de Moby Dick (Whishaw)
en persona se involucre con el último superviviente del Essex, Tom Nickerson
(Gleeson) pasa del relato histórico a las fronteras de la narrativa (que se
suponía fantasiosa, hasta hace muy poco, cuando fue avistado un ejemplar de
ballena blanca migaloo fue vista en Australia este año y que pudo haber sido
como aquella que inspiró a Melville).
Al
comenzar el relato Owen Chase (Hemsworth), se nos presenta como un marinero de
cepa que ha hecho su carrera partiéndose el lomo y al que sus jefes, los dueños
de la naviera, han prometido el mando de un barco ballenero pero… el rango lo
ocupa un “novato”: George Pollard (Walker) quien eso sí, es hijo del dueño del
barco. La evidente rivalidad entre ambos
comenzará por la simple y sencilla razón de que cada uno desea establecer su
posición de dominio, sin que eso signifique que ninguno de los dos sea villano.
El
compromiso del Essex es regresar a puerto cargados al tope con aceite. Nadie
les dijo que Moby andaba por ahí haciendo de las suyas.
Al final
el relato entero va a presentar a varios seres humanos que tomaron decisiones
básicamente guiados por la ambición, y algunas de esas decisiones finalmente
van a exorcizar los demonios del pasado.
El guion
nos va llevando de una tragedia a la otra en medio del ancho mar con desenlaces
que prevenimos pero que después resultan evidentes (mucho más si tomamos en
consideración la estricta dieta a la que se sometió elenco para realmente
ponerse en los huesos y mostrar a hombres que casi no han comido en un periodo
largo de tiempo.
Evidentemente hay un despliegue de efectos especiales (pero la pérdida de peso sí es real) y las escenas de “la venganza de Moby” y “Moby ataca de nuevo” realmente son buenas y están bien logradas. Howard es un director meticuloso y concienzudo y demuestra que ya había hecho muy buena mancuerna con Hemsworth desde su anterior colaboración y que cuenta con un magnífico equipo de producción porque las jornadas de filmación en el océano fueron realmente agotadoras pero la fotografía de Anthony Dod Mantle y la acción de lo historia bien valen la pena.
Director: Ron Howard
Reparto:
Chris Hemsworth, Benjamin Walker,
Cillian Murphy, Brendan Gleeson, Ben Whishaw, Michelle Fairley, Tom Holland,
Paul Anderson, Frank Dillane, Joseph Mawle, Edward Ashley, Sam Keeley, Osy
Ikhile, Gary Beadle, Jamie Sives, Morgan Chetcuti, Charlotte Riley, Nicholas
Jones, Donald Sumpter, Richard Bremmer, Jordi Molla
País
Estados Unidos
Año: 2015
Género:
Aventura, Acción, Drama
Duración: 2 hr. 2 min.
Clasificación:
Mayores de 13 Secuencias de acción intensa
Fecha
de estreno en México: 4 de Diciembre
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