Por Julia Elena Melche.
Chapo:
el escape del siglo fue el título
original del filme de Axel Uriegas, que se cambió por Capo: el escape del siglo,
luego de la reciente y tercera captura de Joaquín Guzmán Loera. Según la productora
mexicana Dragon Films, el cambio del título fue para que no se vaya a confundir
con la película autobiográfica que aparentemente planeaban Joaquín “El Chapo”
Guzmán junto con productores y la actriz mexicana Kate del Castillo. Pero lo
curioso es que no solo fue el título diferente, sino que durante toda la cinta
los personajes se refieren al protagonista como El Capo, ¿censura? ¿autocensura?
Supuestamente, la película se trata sobre el narcotraficante
más importante y líder del Cártel de Sinaloa que se escapó del Centro Federal
de Readaptación Social Número Uno, Antiplano, un penal de máxima seguridad, el
pasado 11 de julio de 2015 por un túnel, y a su vez, “está inspirada en hechos
reales; es la historia detrás del escape del hombre más buscado, una ficción que intenta recrear los hechos más apegados a
la realidad, en base a información de dominio público y a testimonios de
personas involucradas en los hechos”, como rezan las frases publicitarias y en
la misma cinta.
La modificación del título parece confirmar que las cintas
mexicanas que abordan temas políticos, sobre la corrupción del gobierno y sus
lados oscuros, nunca serán lo suficientemente directas y claras y solo revelan
verdades a medias, o como ahora en esta película, con un protagonista que
terminan por no querer mencionarlo por su nombre si fue concebido originalmente
con su nombre real. Si el filme inicia con una serie de frases informativas
sobre “El Chapo” y con la famosa imagen del narcotraficante en su celda cuando
se levanta de la cama y camina hacia el área de la regadera de donde
desaparece, resulta un tanto ingenuo llamarle el Capo.
En La dictadura perfecta de Luis Estrada,
se menciona en su inicio que “los nombres son ficticios, los hechos sospechosamente
verdaderos y que cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia”. Luego,
a lo largo de la trama los sucesos políticos son mezclados y con cambios. Así, termina
siendo confusa, justamente por revolver los acontecimientos y hacerle modificaciones
a las situaciones y desenlaces, en una suerte de metáfora del sistema político
mexicano.
Ahora, el guión está basado en información pública y “muestra
una versión del personaje, la manera en que maneja su negocio y cómo convive
con los seres que ama. No es un documental, es una ficción para poder mostrar
los sentimientos que un personaje como éste experimenta”, comenta el realizador,
cuyo trabajo plantea la hipótesis que desde el presidente de México, el
secretario de gobernación y otras autoridades, estuvieron involucrados en su
fuga (la segunda) y que buscan negociar su captura con Estados Unidos.
En el tráiler oficial de la cinta sobre El Chapo, aparece el
entonces Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García,
informando de la fuga del narco Joaquín Guzmán Loera en conferencia de prensa,
fragmento que no aparece en la película. De ahí que el filme es engañoso y tramposo.
No es ni película biográfica, ni documental, sino una mezcla de
interpretaciones sobre el personaje y los hechos alrededor del escape en la que
los aciertos brillan por su ausencia; desde las penosas actuaciones carentes de
alguna chispa dramática, la dirección de un debutante en el largometraje que
muestra su absoluta inexperiencia y una factura y trabajo técnico que rayan en
lo elemental; fue filmada “al vapor” en dos meses.
Capo: el
escape del siglo retrata a los
políticos, autoridades y funcionarios en la completa insensatez personal y
profesional. El director del penal aparece con su amante y el secretario de
gobernación bebedor y en pleno reventón con mujeres y tequila cuando les
informan de la fuga del preso. Narcos colombianos estereotipados, mujeres semidesnudas,
detalles obvios y un Capo inexpresivo y pasivo que a nadie convence,
interpretado por Irineo Álvarez, con papeles secundarios en series de
televisión latinas como "El señor de los cielos" o
"Capadocia". Por fortuna, la duración de la película es de 86
minutos, pero ni en ese tiempo logra aportar algo sustancioso.
Una cinta que quiere ser crítica y denunciar la corrupción
de las altas esferas del gobierno, tanto nacional como estadunidense, pero se
diluye en imprecisiones, suposiciones y situaciones y personajes que dan pena
ajena y que amenaza con ser la primera de una saga de cuatro sobre la vida de
un “supuesto” Guzmán Loera.
Dirección: Axel Uriegas.
Reparto: Irineo Alvarez, José Sefami, Pascacio López, Kristoff
Raczynski y Armando Hernández.
País: México.
Año: 2015.
Género Drama/thriller.
Duración 86 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 15 de enero de 2015.
EL CAPO:
EL ESCAPE DEL SIGLO SE EXHIBE EN
CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE
HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR:
www.cinepolis.com.mx