David
Wosniak (Vaughn) es un cuarentón que
vive entre lo que se llamaría “al día” y su trabajo en la carnicería propiedad
de su padre desde luego su vida personal es una colección de
“malas decisiones” entre las que se encuentra
el no haber sentado cabeza aunque está saliendo con Emma (Smulders) una
atractiva agente policiaca. Al enterarse que ella espera un hijo suyo se le
despierta un cierto “reloj biológico” y la curiosidad de “establecerse”

Si, aún
para un soltero irredento la idea de tener familia llegado el tiempo parece
tener un sentido. Lo que David ignora es que fruto de esas decisiones “poco
acertadas” que ha habido en su vida se encuentra uno que realizaba con
orgásmica frecuencia… Donar esperma a una clínica de fertilidad.


No,
David sigue siendo un desastre y además está lleno de deudas por lo que sus
equivocadas decisiones lo han llevado aún más bajo, ahora para pagar a sus acreedores
está dedicado a la “agroindustria casera”,
o más fácilmente, cultiva
mariguana en su casa.

Cuando
el abogado de la clínica, a la que él fervientemente acudía para vender su
semen, lo busca para darle la noticia de la demanda de sus hasta ahora
desconocidos hijos reclaman verlo, David entra en crisis y con su mejor amigo;
Bret (Pratt) quien es padre soltero de cuatro y casualmente abogado desertor, deciden
hacer frente a la demanda.

Obvio David
lo hace. De esta manera comienza a reencontrarse con las consecuencias de sus “donaciones”
Evidentemente va a toparse con 142 vidas de las que él es responsable. Y a los
que en un acto de “bondad redentora incomprensible” decide “ayudar”


Este
giro es importante porque nos habla de personajes masculinos que ahora encaran
un matiz que era poco usual en los hombres, “feos, fuertes y formales” en que
los personajes
se consideraban; duras rocas capaces de afrontar un
sinfín de sentimientos siempre con cara de piedra y acaso conmoviéndose levemente
y cuyos pensamientos jamás se situaban en el terrenos sentimental, pues es bien
sabido que los hombres somos más torpes para expresar los sentimientos y no nos
sentimos muy confortables hablando de ellos.



Es
obvio que a la generación de adultos jóvenes la tarea paterna parece más y más
compleja, a veces imposible de realizar y que le mete terror
ciego al más
valiente, viendo lo que los niños “de
hoy” son (una especie de salvajes en miniatura como se les retrata en la
película y ante los cuales los padres modernos desfallecen de cansancio para
tratar de hacer algo al respecto)

La
trama felizmente ubica a David como padre de hijos ya veinteañeros, lo que le quita el almíbar de “¿cómo no quererlos?
si son unos angelitos desvalidos” y nos interna en una
problemática más real y sincera:
no es ya la ternura hacia el indefenso la que guía, sino la empatía, el deber o
la preocupación de ver a jóvenes, que igual que el protagónico mismo, están en proceso
de crecimiento y de buscar su lugar en el mundo.

Así, en
una rápida sucesión, la cinta nos muestra los encuentros de David con esos
jovencitos y el mundo que los rodea.



Reparto:
Vince Vaughn, Chris Pratt, Cobie Smulders, Andrzej Blumenfeld, Simon Delaney,
Bobby Moynihan, Dave Patten, Adam Chanler-Berat, Britt Robertson, Jack Reynor,
Amos VanDerPoel, Matthew Daddario, Jessica Williams, Leslie Ann Glossner,
Derrick Arthur, Michael Oberholtzer, Sebastien Rene.
País:
Estados Unidos
Año:
2013
Género:
Comedia, Dude Flick
Duración:
1 hr. 45 min.
Clasificación:
Mayores de 13, temática con implicaciones sexuales, referencia a drogas,
Fecha
de estreno en México: 6 de Diciembre
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