sábado, 7 de junio de 2014

BAJO LA MISMA ESTRELLA (THE FAULT IS IN OUR STARS)


Por Fabián Quezada León


En tiempos recientes, digamos que tras el fenómeno “Harry Potter” se ha desatado una fiebre que ha resultado en un “casi siempre” afortunado matrimonio entre “best seller juvenil, cine y público de jóvenes adultos”.   

Tras la saga de “Crepúsculo”, se dejaron venir éxitos literarios que llegaron al cine como  sagas; “Divergente”, “Cazadores de sombras”, “Maze Runner” y/o “singles” como “Las ventajas de ser invisible”, o ahora “Bajo la misma estrella”.



Original de John Green, “The Fault in Our Stars” relata la agridulce historia de amor entre dos adolescentes Hazel Grace Lancaster (Woodley) y Augustus Waters (Elgort) quienes, aún con todo en contra, se atreverán a vivir una emotiva historia de amor que no deja de lado las circunstancias personales de los protagonistas, ni su expediente médico, para desarrollar la capacidad de soñar, enamorarse, vivir aventuras y hasta visitar Ámsterdam y la casa donde se refugió una figura heroica y de sobrevivencia por excelencia: Anna Frank.



Gracias a una historia bien armada desde la novela, y a una dirección afanada en conectarse con los fans, Hazel y Gus  sobrepasan no solo las adversidades, sino que usando un negro sentido del humor, definen su mundo y su profunda relación apoyados por figuras como Laura Dern y Williem Dafoe,  logrando que la película se perfile para lograr el sueño de Gus “ser recordado por siempre”.


Si los 70’s tuvieron su momento de furor de amor juvenil + estados terminales sin esperanza en la recordada “Historia de Amor”, el 2014 dejará un sello distintivo con “Bajo la misma estrella”.

La razón saltará a la vista (y a los oídos) de quienes compartan la experiencia de verla en una sala llena de Teens que se saben hasta los diálogos del libro, se emocionan, suspiran y lloran a placer. (Sin duda que para Green debe ser toda una experiencia asombrosa ver las reacciones de su público).



Y en ese sentido habría que remarcar un hecho contundente: el desboque sentimental de los adolescentes; donde el drama y la exaltación de todo lo que implique sentimientos y hormonas esté al tope, se ha aprendido a capitalizar en la última década en la industria del cine.

Oh sí, el sufrimiento y el romance imposible (o contra todos los presagios) engendran fervorosos seguidores que, en una especie de catarsis, sufren y gozan con la rabia de sus años adolescentes los agridulces frutos de estas historias de amor desventurado y flagrante.



Evidentemente a los cinco minutos de empezar a ver la película se adivina el destino sentimental de estos muchachos, pero como lo consiguen se da en una manera fresca e irreverente, como debe ser, al tratar jóvenes/amor/ enfermedad terminal.

La historia, si no fuera por este oscuro y torcido sentido del humor, sería un drama lacrimógeno en mala leche y sin embargo no lo es, resulta al final de cuentas hasta alentador y colabora, en su parte, hacia la comprensión en un sentido más amplio en el que todos los seres humanos, sin importar su estado físico, pueden y deben disfrutar del romance/o la vida, al máximo.



En una época en la que los estereotipos tradicionales de los roles se han cuestionado, atacado, re estructurado y adaptado, es muy interesante como se presentan estos nuevos protagónicos; ambos con cáncer, ambos producto de un sistema de pensamiento acorde al nuevo siglo. Ella es inteligente, decidida, cínica, un poco refractaria y fuerte… la nueva chica ideal.  

Él es lo que todas las lectoras esperarían encontrar en un hombre (Si se puede que no se muera de inmediato, mejor),  es sensible, carismático, sabe usar las palabras correctas en el momento correcto, es alegre, apoyador, sabio, un tanto sarcástico y siempre se las arregla para caer de pie (literalmente)… el chico perfecto.  

¿Cómo evitar a desear ver un romance entre ellos?



Pero además de amarse y concederse la realización de sueños, ambos traspasan esos círculos para caminar en búsqueda de respuestas/retos/límites, entran en las vidas de otros y contrariamente a encontrar respuestas fáciles, se topan con un escritor huraño, y francamente majadero. Pero al mismo tiempo, uniendo la historia de Anna Frank al visitar su casa, logran conducirnos  a la interesante noción de que en el fondo los jóvenes de todos los tiempos siguen teniendo los mismos sueños y las mismas esperanzas, (difícil de creer eh?)  No importa lo lejanos que parezcan, ambos conceptos al final del día confirman que mientras más cambian las cosas, más siguen siendo en el fondo las mismas.

Claro que para los protagonistas (y para su público juvenil) las respuestas no saltan inmediatamente a la vista


El trabajo de dirección es efectivo y aprovecha cada elemento que la novela le da, gracias a su exquisito sentido ácido del humor, llevando a  Hazel y a Augustus en ese juego de aproximaciones; tentándose pero rechazándose, para ir calentando el romance hasta caer, para beneplácito de todos en la sala de cine. Recargándose para lograr las atmósferas propicias en un por demás efectivo soundtrack. Y como si eso fuera poco;  la “quimio” entre Woodley (quien se ha colocado velozmente como la nueva protagónica juvenil auténtica al 100%) y Elgort, quien seduce a las fans desde el primer momento,  crean “la tormenta perfecta” (emocionalmente hablando…)

Romance imposible, sarcasmo, fatalidad, drama juvenil, descubrimiento, respuestas ocultas, enfrentamiento ante una realidad dura y emotividad… Sí. ¿Pero quien no necesita un poco de todo esto de vez en cuando?





Director: Josh Boone

Reparto: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Willem Dafoe, Nat Wolff, Laura Dern, Sam Trammell.

País: Estados Unidos

Año: 2014

Género: Romance, Drama

Duración: 2 hr. 6 min.

Clasificación: Mayores de 13. Temática, breves escenas con contenido sexual.

Fecha de estreno en México: 6 de Junio

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