Por
Fabián Quezada LeónJacob Portman (Butterfield) es un adolescente promedio en este mundo, su desventaja, es haber creído firmemente en el mundo de fantasía que su abuelo Abe (Stamp) le transmitió, donde hablaba de, aventuras, monstruos y amigos del pasado.
Desgraciadamente, la realidad no mira con buenos
ojos a quienes “fantasean” demasiado y los encauza con quien les pueda dar
ayuda psicológica para ser “normales”( Janney). De esta manera los padres de
Jacob deciden que será mejor si una terapeuta se hace cargo de “su enfermedad”
. Todo empeora cuando un terrible acontecimiento marca la vida de Jacob. 
Su
padre (O’Dowd) decide que es el momento
de “pasar un tiempo padre e hijo” y hacen un viaje a Gales la isla de Cairnholm. Todo parece ser simple e inocente, rutinario, pero
ambos están lejos de saber que solo están siguiendo los pasos del destino para
encontrarse con una increíble realidad que les ha estado esperando… hace muchos
años, o un día. 
Basada en
la novela de Ransom Riggs acerca de las aventuras de un grupo de niños
“peculiares” llega esta cinta dirigida por nada más y nada menos que Tim
Burton, y daría la impresión que la trama había estado esperando para que
Burton la tomara entre sus manos y le diera en la pantalla el sabor único que
imprime a sus obras.
Cuando
sabemos que la trama gira en torno a un grupo de niños con “habilidades
especiales” que viven en una singular casa cuya atmósfera en un cierto momento
pudiera resultar “inquietante”, casi podemos palpar la vibración entre
suspenso, thriller y… un poco de humor negro acompañado de ligeros escalofríos…
quien mejor para internarse en ese aire gótico que Burton? 
Y es que
no son simplemente “otros niños mutantes” sino que el velo de misterio y efecto
creepy es que habitan en dimensiones
paralelas donde ciertas criaturas malévolas se deslizan y viven, esas criaturas
que traspasan a su antojo los umbrales del sueño, la pesadilla, la realidad y
los espejos, que se escurren entre las rocas de una cueva y que pueden regresar
una y otra vez a un punto porque el espacio y el tiempo han sido trastocados y
con ello abren todo un arsenal de posibilidades de “nunca acabar”. 
Es ese
sentimiento de desechar el espacio y el tiempo viviendo en un presente continuo
que puede repetirse ad infinitum lo que da esa sensación de hueco en el estómago
en cuanto se cruzan las fronteras, pues no se sabe si se regresará o no, o
cuando se regresará e inclusive, si se regresará en el mismo espacio y tiempo
en el que se hizo el viaje. 
Tan fácil
como entrar por una puerta Burton nos lleva a la Inglaterra de la Guerra, en
pleno ataque nazi que se cierne aleteando sobre el hogar de Miss Peregrine (Green)
y sus niños “peculiares”. Jacob irrumpe en esa realidad en ese presente
infinito solo para empezar a unir las piezas del rompecabezas que su abuelo le
mostrara en sus relatos muy someramente,
Jacob comienza su propio viaje como muchos héroes lo han hecho y lo seguirán
haciendo, pero ese camino obvio, no será ni fácil ni claro y contendrá a la vez
secretos, enseñanzas y muchos peligros que conllevarán su aprendizaje
lo que le hará completar su destino. 
En el
hogar de Miss Peregrine existen reglas, reglas estrictas y poco claras en un
principio que cada día se cumplen sin romperse porque el presente no puede ser
alterado y si se altera cambiará definitivamente el instante que preceda lo cual es una contradicción porque el
presente siempre debe ser el mismo. O no?
Como
siempre sucede, cuando las cosas se hacen sin malicia, en estos viajes del
héroe, tratando de hacer algo bien se desatan las peores consecuencias y Jacob
va a caer en esta singularidad; entrar y
salir de otro tiempo y otro espacio simplemente alerta el olfato de alguien que
ha estado siguiendo el rastro de estos niños peculiares desde hace años: el
maligno Barron (L. Jackson) quien siente una debilidad por “cierta cosa que los
chicos especiales” poseen. 
Burton
crea este paraíso recluido con un aire definitivamente cargado de misterio y de
lados oscuros donde las singulares características de estos chicos pueden “desarrollarse”
una y otra vez y en donde Emma (Purnell), la heroína rubia y de ojos enormes
espera flotando con el estigma de que “a cada día le basta su propio afán”…
pero ahora Jacob ha llegado, puede ser que eso abra un pase de página? 
Y será que
la misteriosa Miss Peregrine acceda a que esto pase poniendo en riesgo la
seguridad de su refugio? Será el tiempo de avanzar? o los niños están y
seguirán estando “demasiado pequeños” para enfrentar su destino? 
Como nada
escapa a la vista de halcón, Miss Peregrine que evidentemente está encarnada
como la auténtica fantasía Burtoniana; pálida, tan delgada que pareciera
infinita, con un peinado que prefigura sus poderes y una mirada verde que
traspasa los cuerpos, domina cronométricamente ese universo habitado por sus lindas
criaturitas: una niña demasiado dulce con extrañas formas de alimentarse, una
risueña niñita de cabello rizado quien es demasiado fuerte, una lánguida
pelirroja que es fuego puro, un simpático chico nudista de closet, un niño tan
elegante como una estrella de la pantalla de cine, unos gemelos siempre
juguetones que parece que nunca están de acuerdo, una niña de largas trenzas
experta en jardinería, un adolescente insociable con dotes de Frankenstein y
una chica de ojos gigantescos que materialmente “vive en las nubes”. 
Estando
como estamos acostumbrados ya a ver especímenes mutantes en el cine, a simple
vista no se distinguirían de otros o hasta podrían emparentarse con algunos
ejemplares del “circo del horror” pero ellos están encima de eso, su génesis es
diferente, su ser exuda la guía de Burton y eso los lleva a un plano único. 
Aunque la novela
de Riggs posee los elementos suficientes para desatar la imaginación
cinematográfica, sin duda la adaptación de Jane Goldman provee el guión con
unas transparencias que dan luces a los tintes góticos y que al mismo tiempo
proveen de un romanticismo dark los
hilos de la historia y se amoldan como traje hecho a la medida a los
movimientos de Burton que recicla elementos de su particular visión, de su
universo que se mueve entre medias sombras y que atrapa no solo elementos de la
noche sino siempre una fuerza dada por el amor, ese amor “à la Burton” a veces terrible, a veces ensombrecido, a veces
nostálgico, pero siempre arrasador. 
Director: Tim Burton.
Reparto: Eva Green, Asa Butterfield, Chris O'Dowd, Allison Janney,
Rupert Everett, Terence Stamp, Ella Purnell, Judi Dench, Samuel L. Jackson, Kim
Dickens, O-Lan Jones, Finlay MacMillan, Lauren McCrostie, Georgia Pemberton,
Milo Parker, Pixie Davies, Hayden Keeler-Stone, Cameron King, Raffiella
Chapman.
País: Estados Unidos , Bélgica, Reino Unido
Año: 2016
Género: Fantasía, Acción, Aventura, Ciencia
Ficción
Duración: 2 hr. 7 min
Clasificación: Mayores de 13 violencia,
acción fantástica
Fecha de estreno en México: 29 de Septiembre
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