Por:
Fabián Quezada León
India (Wasikowska) y su madre, Evie (Kidman) tienen la inesperada visita del
hermano de su padre, Charlie (Goode)
pocos días después de que Richard (Mulroney) su padre y esposo muere
inesperadamente, coincidentemente en la fecha en la que India cumple 18 años.
La llegada de Charlie va a cambiar radicalmente la manera en la que las cosas
se desarrollan en esa casa. Rápidamente podemos distinguir que entre Charlie e
India hay algo más que una mera corriente de “simpatía familiar”.
El
panorama de una atractiva viuda con una hija muy joven que recibe la inesperada
visita del “Tío Charlie” tal vez no sea
un tema “jamás tratado” en el cine, de hecho esa relación madre-hija-hombre
extraño, casi siempre desemboca 
en un triángulo en el que se mueven la viuda,
su hija y el inquietante recién llegado.
En esta
ocasión, la familia Stoker nos muestra un asfixiante relato donde la tensión,
si bien esperada, va caminando haciendo que, aunque ya sepamos que hay algo en
ese corredor… debamos seguir adelante.
La
seducción principal es que el mal permea y se transmite de un personaje al otro
y de ahí al otro y de ahí al otro; sabe Dios que ninguno es tan inocente como
deseamos que sea y lo más tensionante es que aunque sepamos que debemos
mantenernos en guardia, al mismo tiempo sabemos que de nada nos servirá;
seremos presos de alguno de ellos y nos 
conducirán hasta su fin mismo, sin que
podamos evadirnos. Entonces pensamos que
debimos mantenernos a distancia de ellos pero es demasiado tarde.
El relato
como un ciclo terrible comienza y termina en el mismo momento y el tortuoso
viaje de inicio al fin va a ser lo que nos coloque tal vez demasiado cerca como
para sentirse confortable.
El virus
de los amores prohibidos y secretos fluye en las paredes de esa casa donde más
de un testigo es hecho callar “forzosamente” y al transcurrir el flujo del
deseo, la tensa cuerda que hala el bote que se ha embarcado directo a algo
indebido se hace tensa enredosa y
traicionera. 
La
pérdida de Richard el jefe de familia,
que tiene antecedentes de ser bondadoso y cariñoso, no es sin embargo una
tragedia indecible ni para India ni para la gélida Evie su viuda, tal vez podría decirse que es solo
un trámite engorroso que se condimentará con la llegada de Charlie, quien
finalmente, resulta algo mucho más que un simple disparador de esta retorcida
historia. 
Pero no
todo es tan simple; como todo triángulo familiar que se respete, Charlie fija
sus intereses aparentemente sobre la hiper distante Evie (Kidman) aunque ese
fingido interés es una relación que posee mucho más de venganza que de
verdadera atracción y que al final, solamente sirve para allanar el camino para
acercarse a India… este podría catalogarse como un camino fácil y seguro pero la situación de cazador y presa comienza
a desdibujarse desde aquí para irse inyectando de una voraz carrera hacia lo
prohibido y la venganza.
En este
terreno es cuando las previsiones se anulan, y el estado de guardia del
espectador da traspiés buscando no transformarse en la única víctima real de
esta perversa situación familiar. Y lo inquietante es que los caminos son
demasiados, las alternativas están en completa disposición solamente para ser
tomadas, ¿cuál es la menos mala? Todas o ninguna. Una cosa es cierta no habrá
misericordia.
Park Chan-wook,
se ha “especializado” por decirlo así, en presentarnos profundos estados de
ánimo que se ligan a la venganza,(Oldboy
2003, Señora Venganza 2005), y la tensión
que eso supone; sólo que esta vez el
escenario se transforma en un íntimamente
complicado universo donde las cosas no únicamente
obedecen a sentimientos de desquite, sino que se han transformado hasta hacerse
parte del material genético de los Stoker y que se infiltran en la mente del
espectador por medio de un soundtrack que gira y gira en ondas concéntricas
como el relato de la película, hasta
llevarnos a la sangre que salpica una escena del crimen.
obedecen a sentimientos de desquite, sino que se han transformado hasta hacerse
parte del material genético de los Stoker y que se infiltran en la mente del
espectador por medio de un soundtrack que gira y gira en ondas concéntricas
como el relato de la película, hasta
llevarnos a la sangre que salpica una escena del crimen.
El
suspenso a cuentagotas es como un veneno que paraliza y si bien la acción no
galopa, ni transcurre sin consecuencias, no se da de improviso, va permeando
enfermando y desarmando los supuestos sobre quién, no ya inocente, sino menos
culpable. 
Director: Park Chan-wook
Reparto: Mia Wasikowska, Matthew Goode, Nicole Kidman, Dermot Mulroney, Jacki Weaver.
País: Estados
Unidos, Reino Unido
Año:
2013
Género:
Terror /suspenso/Thriller
Duración:
1 hr. 40 min
Clasificación:
Mayores de 15. Horror, violencia, escenas sexuales
Fecha
de estreno en México: 5 de abril
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