Por Julia Elena Melche.
El debut en el largometraje del realizador inglés Duncan Jones fue bastante prometedor. Se trató de Luna, un filme de ciencia-ficción que mereció varios premios en Festivales de Cine y relató la historia de un hombre que es contratado como minero en una base lunar durante tres años para extraer un gas que salvará a la Tierra de la crisis energética que atraviesa. Ahora regresa con un nuevo thriller de ciencia ficción, entretenido, pero lejos del nivel de la excelencia de su ópera prima.
Luego de un accidente en Afganistán, el joven militar Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) despierta en un tren que se dirige a Chicago, sin saber cómo llegó ni que hace ahí. Su compañera de viaje, una chica llamada Cristina (Michelle Monaghan) le habla de manera familiar, pero Colter no la reconoce. En unos minutos el tren explota y Colter reaparece en una especie de cabina, donde se le comunica que es parte de un programa experimental especial del gobierno y tiene como misión investigar un atentado terrorista. Para lograrlo deberá retroceder en el tiempo 8 minutos y así dar con el paradero del culpable y evitar que la bomba estalle. Colter regresará al tren una y otra vez, disponiendo solo de 8 minutos para obtener toda la información posible para localizar al terrorista.
La idea de viajar en el tiempo es asunto añejo en el cine hollywoodense y uno de los temas más recurrentes en el género. Matrix, Dejá vú, El efecto mariposa, 12 monos y El origen son algunos ejemplos. Ya sea hacia el pasado o el futuro, los viajes cinematográficos se unen a la misión de modificar situaciones para impedir eventos que afecten a los personajes. En este caso, Colter revive varias veces los mismos 8 minutos con las mismas personas en el tren hasta la detonación mortal. En cada una va encontrando nuevas pistas para conseguir su objetivo y van cambiando los hechos.
8 minutos antes de morir remite a la comedia fantástica Hechizo del tiempo, donde un meteorólogo despierta a la misma hora todos los días para vivir el mismo día. Al darse cuenta, aprovecha los datos e información que consigue cada día para beneficiarse al día siguiente y así sucesivamente. Con un ritmo acelerado, característico del género, la cinta crea tensión y suspenso continuos que se enriquecen con una edición y fotografías bastante calculadas.
La acción recae en el protagonista, quien se encarga de incrementar el suspenso con las continuas pistas falsas en que cae. Para Colter todos son sospechosos. Muchos de los pasajeros hablan por celular y están usando sus computadoras, cualquiera podría ser el criminal. Colter persigue a la persona equivocada y se provoca la explosión. Para su siguiente regreso al tren deberá ser más observador e inteligente porque el tiempo se acaba.
Dentro del género, la cinta cumple su función. El director, hijo del célebre cantante David Bowie, construye un eficaz thriller de acción que destaca por su sobriedad y efectos especiales muy bien utilizados, sin abusar de ellos. No obstante incluye una forzada historia de amor entre el atribulado héroe y Cristina. La premisa de la trama es sin duda bastante atractiva e interesante, aunque a la cuarta explosión pueda resultar reiterativa, producto del guión a cargo de Ben Ripley, un libretista poco experimentado que se encargó de los guiones de dos fracasos en taquilla Especies III y Especies IV.
Dirección: Duncan Jones.
Reparto: Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga, Jeffrey Wright y Brent Skagford.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Género: Thriller de ciencia-ficción.
Duración: 93 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 10 e junio de 2011.
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