miércoles, 18 de julio de 2012

GCB: EL ARTE DE PONER LA OTRA MEJILLA



Turn the Other Cheek
Es un día más de ir a la iglesia y el vecindario se reúne para escuchar las lecturas y el sermón del día, el cual posee una máxima interesante: Hay que ofrecer la otra mejilla. Un acto que nuestras GCB deberán reflexionar muy profundamente.
Pero ya tendrán tiempo de meditarlo después, ahora la noticia es que Ripp y Carlene  hacen la invitación formal a su acostumbrado baile anual de aniversario de bodas, cuyo tema será “Lo que el viento se llevó”… y sobra decir que esta fiesta nadie, pero nadie, se la quiere perder.
Durante la hora del café, Sharon y el pastor Tudor discuten las múltiples tareas que tiene Sharon, ya que es la Madrina de honor. Es la primera vez que ha sido distinguida con este cargo y eso la tiene extremadamente nerviosa, que es mucho menos de lo que se puede decir de cómo se encuentra Carlene, al descubrir varias veces las caras de “te mando beso” que se hacen Amanda y su hermano, Luke. Pero como buena cristiana decide poner en práctica el lema del sermón: va a ofrecer la otra mejilla.
Cricket y Blake regresan a Dallas a bordo de su jet privado. Blake está muy entusiasmado por las perspectivas de un nuevo negocio que tienen entre manos, el cual parece ser que prácticamente se “maneja solo” ¡un banco de esperma!! Pero estos pensamientos lo llevan a pensar en que, después de todo, los bebés son uno de los milagros de Dios…. Y tal vez… tal vez sería tiempo de que él y Cricket pensaran en tener otro… Obviamente, Cricket está punto menos que desinteresada en el tema…
En casa de Gigi, Luke deja boquiabierta a Amanda al invitarla al baile de Carlene… pero ella lo desanima. Ir a ese baile es una muy mala idea.
Cuando Luke se marcha, Gigi, hace entrar en razón a Amanda ¿Acaso está loca? Cómo se pone a rechazar una invitación del hombre que supuestamente ama.
Sí, para variar, Amanda metió la pata… así que sale corriendo rumbo a casa de Carlene para retractarse de su decisión, sin imaginar  que va a caer en una trampa.
Carlene y las GCB están probándose vestidos y cuando Carlene escucha que Amanda planea ir a su festejo, casi cae muerta de la impresión. Pero, saca fuerzas de flaqueza y, decidida a poner la otra mejilla, acepta, no solamente que Amanda vaya a la ceremonia, sino que decide despojar a Sharon de su cargo de madrina y pasárselo a Amanda. Este asunto, definitivamente no le gusta nada a Sharon, es más, esto podría causar consecuencias desastrosas….
Amanda queda petrificada cuando ve que Sharon llega con una compilación (del tamaño de una enciclopedia)  de algo que vendría a ser la versión de “cómo ser una buena madrina”  y se lo regala “dulcemente”.
Desde luego, aprovecha la oportunidad de comunicarle a Amanda cuál será el tema de la fiesta de aniversario nupcial, la cual ahora será oficialmente presidida por Amanda.
Más tarde, cuando Carlene abre los regalos, el que proviene de Amanda es… bueno, digamos un regalo “solo para adultos” con eso le queda muy claro a la pobre Amanda que cayó en una trampa que le tendió Sharon.
Las labores de organizadora/madrina sobrepasan las capacidades de Amanda, y se trata de consolar con Luke, pero él le advierte que siempre en las fiestas de aniversario de Carlene algo sale mal. La tranquiliza diciéndole que difícilmente algo podría ser peor que aquella vez que en plena ceremonia de aniversario de su hermana lo sorprendieron a él consumiendo, llamémosles… “sustancias ilegales” o el día en que él extravió el certificado de bodas de su hermana.
Eso definitivamente da un respiro a Amanda, ya solamente falta organizar una fiestecilla tipo “despedida de soltera” seguro será pan comido… 
No podría estar más equivocada… resulta que Carlene se obstina en cazar ella misma algún venado para incluirlo en la cena de la ceremonia; así que…. Las chicas de GCB deben salir ¡de cacería!!! Sin saber nada de eso, Amanda llega vestida como para cocktail, (un clásico vestidito corto negro y zapatillas de un tacón altísimo) pero ¡oh decepción!… eso no combina para nada con los sofisticados trajes de safari que sus “amigas” están usando…
Antes de salir de cacería, Sharon “amigablemente” previene a Amanda sobre Luke, al fin de cuentas, ella no es la primera chica que Luke lleva a estas ceremonias… bueno, haciendo cuentas ella sería algo así como la número… ¡17!!! Lo cual no es nada raro, porque al parecer, Luke se ha hecho a él mismo la promesa de nunca repetir acompañante dos años…  
Las chicas de GCB han decidido llamar a este simpático acto “la maldición” al parecer, Amanda desconoce muchos aspectos de la vida de su “noviecito”…
Después  de las palabras de Sharon,  Amanda y Carlene se preparan para atrapar alguna presa. Desde luego, Amanda aprovecha esta situación para tener una pequeña charla con Carlene.
Carlene niega terminantemente a Amanda que tuviera algo que ver con el propósito de Sharon para arruinar su romance con Luke y tienen una discusión. Amanda decide que ya está harta de la sesión de cacería (y de Carlene)  y decide retirarse; pero al salir de ahí, tira su arma que se dispara dándole a Carlene en la retaguardia.   
Mientras tanto, Cricket y Heather tienen un tiempo para intercambiar chismes y confidencias, porque al ser compañeras de caza se ponen a platicar. Al mismo tiempo que esperan poder cazar y ganarse el trofeo que ofrece Cricket.
En lo que dura su “cacería”, Cricket confiesa a su amiga que se niega a tener otro hijo ya que cree que la prueba definitiva de que no es “material de maternidad” es su hija Alexandra… sabe que puede ser sobresaliente en muchos aspectos y tareas pero… ser un modelo de madre abnegada… francamente…no.
Heather le dice que no se juzgue tan duramente, que a ella le parece que es una buena madre. Y lo mejor es que... Blake y ella son un magnífico equipo. En eso están cuando por el Walkie Talkie, Amanda les interrumpe diciéndoles que… ejem… hubo un “pequeño accidente”

Las GCB se le van materialmente encima a Amanda porque la acusan de haber disparado a Carlene “a sangre fría”.  Luke intenta defender a su novia pero Carlene esta enfurecida;  no le cabe en la cabeza  cómo, de todas las partes de su pequeño y perfecto cuerpo, Amanda tenía que herirla justamente ¡en el trasero! Desde luego Amanda trata de hacer todo lo posible por hacer menos tensa la situación, diciéndole a Carlene que… bueno, pudo haber sido peor… que debe recordar que cada vez que ha celebrado su aniversario algo terrible pasa… por ejemplo cuando Luke perdió su acta de matrimonio… (ooooops!!! Mal, Amanda, maaaal)
Carlene cree que va a morir… Acaso… ¿Acaso significa que ella y Ripp no están realmente casados??? El cataclismo es devastador, Amanda comprende demasiado tarde que…. Jamás debería de haber abierto la boca…
Amanda no sabe en dónde meterse y va muy apenada con Luke a pedirle perdón… pero por otro lado, no puede dejar de pensar en las malévolas palabras de Sharon acerca de “la maldición” de las citas de Luke que se presentan en los aniversarios de Carlene, sobre todo porque eso sólo la convierte en un número más en la apretada “libretita negra” de Luke… Pero al mismo tiempo, trata de convencerse que todo el mundo puede tener cambios, ¿qué si Luke fue un mujeriego toda su vida? … puede haberse corregido ¿no? Él le ha dicho que ella es todo en su vida… pero una pequeña “vocecita interna” le dice que francamente, no debería estar taaaan segura.  
Obvio, Luke se molesta con las sospechas de Amanda, él ha oído muchísimos chismes sobre la clase de “chica  mala” que ella era, sin embargo él creyó que ella había cambiado. No se explica por qué ella no puede creer en él.
De regreso en casa, Carlene, toma una dosis de calmantes para “adormecerse” y justo ahí es cuando Sharon llega de visita.
Carlene sigue shockeada acerca de la noticia de que probablemente su boda con Ripp ni siquiera exista y aunque Sharon trata por todos los medios de reanimarla Carlene está muy deprimida.  Sharon, como no queriendo, deja caer en la conversación el asunto de que, después de todo, y tras de lo que le hizo, Amanda no debería seguir teniendo el puesto de madrina de honor…
Bueno… ni qué decirlo, Carlene se pone como loca… ¿¡Cómo puede pensar Sharon en algo como el puesto de madrina, mientras ella está postrada en el lecho del dolor?! ¡Es increíble! ¡El puesto de madrina no tiene ninguna importancia, por el amor de Dios! Sharon queda demudada… ¡a Ella Sí le importa!
Eso es más de lo que Sharon puede soportar, se levanta enfurecida y sale de casa de Carlene tan rápido y violento como puede.
Mientras todo lo que ronda en la cabeza de Carlene es su situación matrimonial, Cricket y Blake están enfrascados en una discusión acerca de tener o no otro hijo. En especial de un punto. Cricket no teme tener hijos con Blake, sino criarlos sola. ¿Acaso se ha dado cuenta de que si tienen otro hijo su pacto de permanecer juntos deberá extenderse por al menos veinte años? Blake la mira y le responde tranquilamente que desde luego que ya lo había pensado y que a él no lo inquieta eso, que seguirá jugando ese juego tanto como ella esté dispuesta a jugarlo. Cricket se enternece, se da cuenta de que al fin de cuentas se sacó la lotería con ese hombre.
Amanda está en problemas con Luke, parece que todo está en su contra.
Pero Gigi, siempre dispuesta a brindar su sabiduría de madre sureña a su hija, le aconseja que aunque las cosas estén mal con su novio, aún puede recomponer el camino con Carlene. Tal vez al hacer las paces con ella pueda acercarse de nuevo a Luke, además tiene pruebas de que Carlene estaba tratando de ganársela al hacerla madrina.  Amanda fue quién siguió en la necia de desconfiar de Carlene.
La cuestión es que aunque Amanda se ponga de rodillas, el pedirle perdón a Carlene va a ser un estruendoso fracaso.
Carlene, que está fatal por el dolor, le ordena a Carmelita (su muchacha) que haga pedazos su vestido de la ceremonia de aniversario y también todos los recuerditos que iba a dar. Ahora que sabe que su boda jamás existió, nada de eso tiene sentido.  Amanda va tras Carmelita y la frena, cree que Carlene está a punto de cometer el error más grande de su vida, algo de lo que podría arrepentirse por años.
En un manoteo entre ambas, Carmelita deja caer accidentalmente una caja donde se guarda el arreglo del pastel de boda de Carlene que se hace añicos. En medio del destrozo aparece… ¡el certificado de matrimonio de Carlene!!! Amanda toma el certificado y sale corriendo dispuesta a enmendar todo el malentendido.
Amanda va corriendo a la oficina del juez dispuesta a que rehagan el certificado. En la oficina se encuentra con Luke, que ha estado tratando de convencer a las autoridades de que hagan el trámite.
Pero el encargado es un poco necio, así que Amanda, viendo que el tipo podría sucumbir a sus atributos femeninos, pone sus encantos al ataque. Por desgracia el encargado resulta un nerd al que ella molestó durante su época de prepa y se niega terminantemente a ayudarlos….  A menos… que Amanda le muestre los senos. Amanda le da un flashazo. Todo sea por Carlene… De inmediato obtienen el certificado.  
En la iglesia, Carlene, Heather y Cricket se preparan para la ceremonia, cuando Sharon las interrumpe. Carlene se siente fatal por la manera en la que trató a su amiga, fue una villanía quitarle el puesto de madrina de honor, ambas se reconcilian. Y en muestra de su respeto, Carlene le regresa a Sharon el parasol “Melanie Wilkes” de madrina de honor (recordemos que el tema del aniversario es “Lo que el viento se llevó”)
Amanda y Luke llegan a la iglesia justo antes de que la ceremonia comience Carlene agradece a Amanda su ayuda (aunque enseñar los senos a un fulano sea un pecado) y ambas se miran amistosamente. Pero casi de inmediato, Carlene recupera su “actitud normal” y corre de la iglesia a Amanda y Luke. No son dignos de estar en la casa de Dios. Sin embargo, si quieren pueden ver desde la puerta la ceremonia. Amanda y Luke se miran, él fue un mujeriego, ella una “chica mala” pero, eso ha quedado ahora en el pasado, las personas cambian… y ambos desean olvidar y mirar hacia adelante. ¿Qué mejor que sellar este comienzo con un beso?

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