viernes, 27 de noviembre de 2015

MACBETH. AMBICIÓN, TRAICIÓN Y GUERRA (MACBETH)



Por Fabián Quezada León

Dirigida por Justin Kurzel (Snowtown 2011, The turning; segmento Boner McPharlin's Moll, 2013), es la historia de un guerrero abatido por la ambición y el deseo.
Macbeth (Fassbender), general de Duncan (Thewlis), rey de Escocia, vuelve de una victoriosa campaña contra los rebeldes y se encuentra con tres brujas, que profetizan que se convertirá en Rey. Con esa idea en la cabeza, obsesionado y consumido por la ambición y las órdenes de su esposa Lady Macbeth
(Cotillard), Macbeth asesina a Duncan para ser rey.
Desde ese momento, su existencia se transforma. Macbeth cae en lo más bajo, hasta rozar el centro del infierno.
Está seguro de que nada podrá derrotarlo hasta que el mismo bosque de Birnman avance contra él, dado que ningún hombre nacido de mujer podrá darle muerte, pero el destino le tiene una última carta reservada.

Adaptar un clásico siempre es un reto; mucho más de un escritor tan popular como Shakespeare. Sin embargo aunque es una obra conocida, Macbeth se ha llevado muchas menos veces a la pantalla que otras de las historias del mismo genio de la brillante era isabelina.
Kurtzel y su equipo de escritores Todd Louiso, Michael Lesslie y Jacob Koskoff, toman el reto y sin perder la esencia de esta tragedia Shakespereana en ninguno de los aspectos, realizan una adaptación poderosamente sobria que maneja el texto, de por si brillante, como algo limpiamente atemporal, desnudándolo por completo en los elementos básicos, centrados en la poderosa fuerza de la corrupción, el crimen y la debilidad humana que jamás deja de sorprenderse a ella misma.
Siendo una obra en cinco actos y presentando la sordidez humana, la violencia y la ambición por el poder de una manera brutal, enmarcada en los nublados parajes escoceses en una época oscura, parecería obvio haberla llevado al cine de una manera más frecuente.  Y después del trabajo de Kurtzel y su equipo y la intensa interpretación de Fassbender y Cotillard, la barra quedó demasiado alta.

Al abordar a un clásico la amplitud de visión es fundamental, las restricciones salen sobrando y si se debe llegar a extremos que rayen en lo que se podría etiquetar de salvaje se llega. Acercarse a Macbeth es contemplar en toda su enorme complejidad, no simplemente su situación política o social, sino adentrarse en su cabeza llena de codicia, tiranía y falta de límites, pero al mismo tiempo, en todas esas inseguridades y miedos que lo fueron empujando a su propio fin.
Por eso el adentramiento que lleva a cabo Fassbender lo transforma en un personaje de tantas dimensiones, que lo hacen corpóreo en el aquí y el ahora, se yergue con la orgullosa y salvaje presencia de un guerrero, que en el fondo posee una inocencia e inseguridad que lo hacen víctima de la manipulación, es un soberano que sirve a los deseos de su ama, quien lo tiene absolutamente subyugado… la inmisericorde y ambiciosa Lady Macbeth.
Más allá de los crímenes abominables, la propia tragedia de Macbeth es que siendo el líder, el guerrero, el rey, no puede descifrar qué tanto de sus actos fue su propia decisión y qué tanto obró como un títere manejado por su mujer.
Al final como dicen por ahí, mientras más cambian las situaciones, más permanecen siendo en el fondo, las mismas y si había quienes, en la era isabelina y antes, mataban por el poder, hoy por hoy y a diario vemos multiplicados sus seguidores tal parece que la especie humana no ha aprendido nada desde el comienzo de los tiempos.
Después de introducirnos a la tragedia de Macbeth en el lúgubre entierro de un niño, somos sombríos testigos de cómo la estirpe de Macbeth se extingue, y tenemos alguna luz sobre el por qué las fuerzas del lado oscuro corrompen su alma.

Tras de eso, el mismo Macbeth se yergue en el campo de batalla como una especie de guerrero fantasmal, arrasando con su sed de sangre al ejército de Macdonwald en una secuencia que paso a paso, acompañada de un score que estruja, nos llena de sangre derramada estérilmente y nos confía una profecía del boca de las brujas.
Este ahogarse en lagos hemáticos se une al hechizo que formula Lady Macbeth para sí misma, donde pide que corran hacia ella los espíritus que impulsan los pensamientos asesinos para desbordar crueldad y que la noche oculte el puñal de la herida que va a abrir.
La cinematografía de Arkapaw se hunde en el barro mojado por la lluvia y la sangre, deambula por los rostros preparados para la batalla y por los de los cortesanos vitoreando a su nuevo rey, se filtra en la habitación de Macbeth y se empapa en la sangre de Duncan, se desvanece en la bruma con las brujas y sus profecías y ayuda en la huída a quien sucederá el trono y al mismo tiempo, va congelando el espíritu, como si el espectador se hubiera transformado en una especie de demonio cómplice y estuviera al lado de la helada Lady Macbeth mientras envenena el oído y guía la mano de su marido para cometer crímenes abominables.
Y aquí merece destacarse la magnífica encarnación que realiza Cotillard de este rol que es solamente para actrices consagradas, al mismo tiempo es prácticamente un demonio y una mujer cuya vida se desbarató cuando perdió la oportunidad de conservar una familia y se dejó arrastrar por la codicia.
Es maligna, es repulsiva y al mismo tiempo es un ser aniquilado que suplica compasión sin decir palabra en una iglesia vacía. En lo que respecta al diseño de producción, ambientación, vestuario y dirección de arte, solo se puede decir que son magníficos y que ensamblan perfectamente en la sobriedad y fuerza dramática de la obra, dando un trabajo que deberá ser un referente para las próximas cintas inspiradas por obras shakespereanas.

Director: Justin Kurzel
Reparto: Michael Fassbender, Marion Cotillard, Paddy Considine, Sean Harris, Jack Reynor, Elizabeth Debicki, David Thewlis, David Hayman, Lochlann Harris, Maurice Roeves, Ross Anderson, Barrie Martin, Hilton McRae, Seylan Baxter, Lynn Kennedy.
País: Reino Unido, Francia , Estados Unidos
Año: 2015
Género: Drama
Duración: 113 min
Clasificación: Mayores de 13; Temática, violencia
Fecha de estreno en México: 27 de Noviembre

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