Por Fabián Quezada León.
Todos
sabemos que gracias a un asteroide vagabundo y algo errático, la vida en la
tierra sufrió un colapso hace millones de años y los dinosaurios pasaron a
formarse en la lista de las especies extintas de la tierra… pero, y si eso no
hubiera sucedido? Cómo habría sido la evolución?
Bueno,
en la más reciente entrega de Disney-Pixar nos lo cuentan.
Arlo (Voz
original de Raymond Ochoa) es un apatosaurio, el menos agraciado de la camada
de tres hermanos, pero que sin embargo va a vivir una gran aventura. Arlo es
pequeñito, debilucho y muy miedoso. Pero un día, debido a una circunstancia catastrófica,
debe vérselas por él mismo…hasta que se encuentra a Spot (Bright) un niño
humano (bastante primitivo, salvaje y muy poco evolucionado) juntos recorrerán
el camino para regresar a casa y solucionar algunas cosas.
Después
de la exitosísima y completamente innovadora “Intensa mente” Pixar nos presenta
de nueva cuenta la temática del “viaje del héroe” en pantalla.
Para ser
absolutamente sinceros, la historia es linda, tiene sus momentos sentimentales
pero es muy simple. Lo que sí tiene es que sabe trabajar los lazos con sus
audiencias de una manera muy efectiva, aunque el relato en sí mismo no sea ni
de lejos algo nuevo o excitante.
Sentimos
de inmediato que ya la hemos visto y las referencias a otras cintas infantiles
del universo Disney se dan instantáneamente a raíz del hecho que viene a
detonar la trama; una inclemente inundación.
Es
obvio que sabemos qué es lo que va a pasar una vez que Arlo y Spot inicien su
trayecto de regreso a casa y su amistad.
Lo que
no esperamos es la manera en la que eso sucede y muchísimo menos la
espectacular animación que nos entrega “Un
gran dinosaurio” (que debiera llamarse un portentoso escenario animado con
una historia al lado)
Desde Toy Story, Pixar ha apostado fuerte por
crecer su nivel de perfección en la animación por computadora y en este corto
tiempo ha ido superándose a sí misma, en esta cinta coloca la barra a años luz.
Y aún falta por ver la esperada Moana,
que llegará a las pantallas en noviembre de 2016 donde este portento de
animación dará rienda suelta a lo que han aprendido.
Las
texturas, profundidades, transparencias, atmósferas de todos los escenarios son
una verdadera obra de arte, un motivo por el que la película debe ser vista.
Peter
Sohn dirige la aventura pero la labor titánica del equipo de producción/animación
es la que sin duda debe llevarse todos los aplausos.
Y esto
también valga decirlo por todo el tiempo que le llevó a la cinta alcanzar la
pantalla (de 2009 a la fecha)
Lo cual
no basta para decir que la línea argumental sea innovadora; como en muchísimas cintas
de Disney, la imagen del niño huérfano en contra de todos los elementos se hace
presente como si se tratara del sello de la casa. Pero la cuestión es que ese
planteamiento ya se ha recorrido innumerables ocasiones.
A esto
hay que añadirle la situación de “chico perdido lejos del hogar, y además sujeto
a bullying” lo cual lo provee de elementos que propician percepciones de superación,
lucha y sentimentalismo por el protagónico.
En un
cierto sentido, la situación en la que Arlo debe desempeñarse podría
equipararse al enfrentamiento del mundo que viven los niños más pequeños cuando
son dejados en la escuela por sus padres. Ese es un mundo en el que ellos deben
valerse por sí mismos y por ello las situaciones que presenta el guión
funcionarán con la audiencia. Si a esto le agregamos la fascinación que sienten
los niños por los dinosaurios, la diada de la atracción está formada
perfectamente.
Dentro
de la trama se infunde a los niños que deben, en un momento dado, reunir el
valor para enfrentar sus miedos y demostrar su valor como personas a los demás.
Tal y como Henry (Wright) el padre de Arlo, se lo trata de hacer ver, el
objetivo de todo reside en poder dejar su huella en el silo donde guardan su
comida (y en la vida) pero para ello hay que vencer algunas cosas.
Al
intercambiarse las situaciones del desarrollo de la vida en el planeta y dejar
a los humanos como criaturas menos evolucionadas, Arlo y Spot son la imagen en
reflejo invertido de un niño y su mascota. Entonces el tercer lazo sentimental
con la audiencia se establece.
Pero
qué hay de lo demás? Dentro de su aventura, Arlo va a conocer a una singular
familia de Tiranosaurios (un padre y sus dos hijos) que son “ganaderos” y va a
tener un poco de tiempo western, también
tenemos otra parte de reminiscencias del Libro
de la selva y hasta de Dumbo, pero
una vez más, el argumento es demasiado simple y conocido comparado a la
magnificencia de los escenarios.
El
desarrollo de Arlo tras de sobrevivir a su viaje del héroe finalmente sirve
para cimentar las premisas básicas de la trama dramática: el valor, la lealtad,
la familia, la lucha no conocen de edad, ni especie.
Como
corto precedente a Un Gran Dinosaurio
ahora Pixar nos presenta Sanjay’s
Super Team un bello relato donde la
multiculturalidad da un paso adelante y que conjunta por primera vez un campo
poco explorado dentro de las animaciones hechas por los grandes estudios sin
tema religioso: la manera en la que un niño puede ver a sus dioses y sus
tradiciones culturales v.s. el mundo occidental. Esta fue la experiencia de su
director Sanjay Patel, hijo de unos inmigrantes Hindús nacidos
en Guyarat, el mismo lugar donde nació Gandhi, mientras vivía su niñez en
California.
Director:
Peter Sohn
Reparto voces originales en Inglés: Raymond Ochoa, Jeffrey Wright, Frances McDormand, Sam Elliott
País: Estados Unidos
Reparto voces originales en Inglés: Raymond Ochoa, Jeffrey Wright, Frances McDormand, Sam Elliott
País: Estados Unidos
Año:
2015
Género:
Animación
Duración:
93 min.
Clasificación:
Todo publico
Fecha
de estreno en México: 27 de Noviembre
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