viernes, 23 de septiembre de 2016

SING STREET ESTE ES TU MOMENTO (SING STREET)


Por Fabián Quezada León.

En la Irlanda económicamente deprimida de mediados de los 80’s viven Conor (Walsh-Peelo) y su familia. Las ganancias de su padre Robert (Gillen) dedicado a la arquitectura han disminuido, obligando a la madre, Penny (Doyle Kennedy), a trabajar medio tiempo. Como si esto no fuera suficiente, el matrimonio atraviesa por una severa crisis y no tiene la opción legal del divorcio, (En Irlanda aún no era permitido en esa época). Conor tiene un hermano mayor, Brendan (Reynor) quién ha decidido que “no quiere estudiar más” y una hermana que es el cerebrito de la familia.
Para mantener a flote la economía, Conor es transferido de una escuela cara a una escuela más barata. 


Ahí, en medio de una serie de situaciones adversas, Conor va a descubrir la amistad, la música, y el amor de una hermosa chica misteriosa: Raphina (Boynton), a quién en un arranque de valentía decide acercarse para ofrecerle que sea “la modelo” en el video de su banda… lo que Conor no le dijo es que no tiene ni video, ni canción, ni banda… ahora deberá formarla de la nada… si quiere realmente conquistarla.
John Carney escribe y dirige su tercer obra que celebra y conmemora la pasión y la existencia entre la vida y la música,  (antes fueron “Once” y “Begin Again” ) enfatizando en esta ocasión con acentos autobiográficos la era dorada de los 80’s (en su caso en Dublín) pero que sin duda llenará de melancolía a más de uno cuando, por medio de Cosmo y su banda, transitemos desde Duran Duran, The Cure, Bowie, y otros que marcaron a los adolescentes de la contrastante era ochentera.
Como habitante del Dublín ochentero Carney nos asoma a su visión del mundo, siendo testigos de la adaptación que la era que avanzaba iba a imponer en la población mundial. El mundo terminaría siendo absolutamente diferente tras de los 80’s y de esto no hay duda alguna.
Carney transmite plenamente todo el bagaje de la visión generada por MTV, la influencia del glam, el video y la manera en la que “el video quizá mató a la estrella de radio” pero a cambio le dio la inmortalidad de la fama visual.
Sin duda el mundo de los 80’s era muy diferente de lo que ha marcado esta década y media del nuevo siglo. La economía inflaba su burbuja y la riqueza parecía fluir en “los países desarrollados” como hacía mucho que no sucedía.
 

Y en los que se quedaban atrás, como en el caso irlandés, los jóvenes emigraban a Inglaterra en busca de ese pedazo de gloria que el resto del mundo, poseso de  hambre tecnológica, ganancias en la bolsa y consumismo derrochador prometían. 
Mientras, al mismo ritmo en la plástica e ilusoria imagen de las pantallas de televisión, nacían por generación espontánea bandas musicales, a cual más de extravagantes, que daban voz y look a movimientos que se sucedían unos a otros incesantemente: desde el glam exagerado y casi vampírico de los nuevos románticos, cuajados de hombres andróginos y supermodelos que encumbraban el concepto sofisticación, todos provistos de grandes melenas con cabellos que se paraban veinte centímetros sobre las cabezas desafiando la gravedad, apuntalados con gel y horas de secadora… y así, sin parar pasan del glam, al hair, del hair al new wave y al alternativo, al gótico, al post punk y al indie bajo el rutilante escenario del Brit pop…  Y en 1985… el muro estaba aún por caer  podrán decirse muchas cosas de los ochentas, pero inspiración no era lo que faltaba.
Conor es enviado reticentemente a una nueva escuela, muy diferente a la que solía tener. En medio del nuevo panorama de una escuela agresiva, Conor se hace amigo de Darren (Carolan),  un chico que se declara como empresario productor y quien  tras de que Conor se compromete con Raphina a hacer un video de su banda, lo  ayudará a conjuntar el grupo.

Eligen por principio de cuentas a Eamon (McKenna) un chico solitario quien tiene un amor extremo por los conejos y  que resulta ser un virtuoso que toca múltiples instrumentos y quien resultará el mejor colaborador de Conor apoyando con música y letras en las rolas de la banda.  A ellos se les unen tres amigos más y he ahí que Sing Street nace para hacer su video de “The Riddle of the model” y  conquistar, no solo en los pasillos de su escuela, sino en la película entera. 
Carney se encarga también de escribir, en conjunto con Gary Clark las “rolas originales” de Sing Street haciéndolas confluir con los temas icónicos de las diferentes bandas que evidentemente van influenciando a los protagonistas.
Lo más refrescante es la desenfadada actuación de todos los miembros de la banda mientras van adquiriendo el carácter de “pop star”, consolidándose como grupo con un sello particular y al mismo tiempo infundiendo en la cinta algo mucho más concreto que el evidente sentimiento de “feeling good movie”. Van, con acierto, tocando las fibras de la ambición y los sueños de adolescente de la audiencia y como un plus, el elemento que une todo: el sabor profundamente añorable del primer amor “en serio”.
Carney crea la historia de amor de “Cosmo y Raphina” moviéndola y tejiéndola  entre la trama,  de una forma que los pasos de su relación apoyan el crecimiento de la historia de los temas musicales, el trabajo de la banda y la hermandad, tanto la de sangre como la de elección. No por nada la película se dedica a “Los hermanos”
 

El crecimiento de los personajes de Conor y sus amigos, que comprende incluso una recreación del momento de “encanto bajo el mar” de Back to the future donde la fantasía sobre un mundo ideal se desarrolla imaginando que se va a bordo de un auto al que se conduce como si se lo acabara de robar, tiene la fuerza de esa ansia de lograr los sueños, aún teniendo una realidad muy diferente enfrente. Y entonces ocurre el milagro, la realidad se cambia por la certeza de que no hay límites, la realidad se transforma con grandes sueños.
 
De esta manera Conor no solo puede inventar una banda, reforzar el amor fraterno y lograr darle vida a sus proyectos para ir en busca de un futuro mejor… también si se esfuerza lo suficiente podrá tal vez “quedarse con la chica”.
¿Qué podría ser mejor?
Sing Street se apodera de los espacios generacionales y las emociones, porque su historia se acomoda firme entre la historia de amor, el videoclip, y los sueños de fama/formación de una banda/rebeldía/y la incesante búsqueda por la propia identidad. No solamente los miembros de “la generación X” van a recordar y a disfrutar con la película, Sing Street va más allá, es una fiesta en honor al acto de crecer, que habla a todo el que pasó, pasa y pasará por la adolescencia; no importa que tal vez oiga otra música, todos se enamorarán, querrán ser rebeldes y hacer su banda en cuanto salgan de la sala de cine.


Director-escritor: John Carney
Reparto: Ferdia Walsh-Peelo, Lucy Boynton, Maria Doyle Kennedy, Aiden Gillen, Jack Reynor, Kelly Thornton, Ben Carolan, Mark McKenna, Percy Chamburuka, Conor Hamilton, Karl Rice, Ian Kenny, Don Wycherley, Lydia McGuinness
País: Irlanda, Reino Unido, Estados Unidos
Año: 2016
Género: Comedia dramática
Duración: 105 min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha de estreno en México: 23 de Septiembre

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