viernes, 7 de abril de 2017

CHIPS: PATRULLA MOTORIZADA (CHIPS)




Por Fabián Quezada León 


Jon Baker (Shepard) y Frank “Ponch” Poncherello (Peña) acaban de ser admitidos en el cuerpo de la policía de California. Claro que ambos han llegado por motivos diferentes, Baker es un “ex” as del motociclismo extremo, que ha sufrido tal cantidad de cirugías y accidentes que es semi primo de Robocop y ha tenido casi el mismo número de intentos para ser admitido en el cuerpo policial, además su matrimonio está en crisis y quiere recuperar la admiración de su “casi” ex mujer (Bell) .   

Finalmente, como dicen por ahí; “el que porfía mata venado”, y tras de convencer a su supervisora, lo deja “a prueba”.

Por el otro lado, Poncherello (Peña) es un agente del FBI que ha sido enviado a trabajar encubierto a Los Ángeles en un caso multimillonario que implica corrupción policiaca. Como toca, en este tipo de comedias de “compadres”, el novato es designado para trabajar con el agente experimentado encubierto resultando en una combinación de odio/amor que puede funcionar si logran pasar su primer caso juntos.



  

Hay un ligero detalle sobre el "humor crudo"; debe provocar risa por sorpresa.  Debe ser en esencia, inesperado, un poco grotesco, exagerado y sobretodo, gracioso. Es cierto que el público primario de este tipo de humor suele ser el masculino, predominantemente adolescente, que puede encontrar en esas referencias “políticamente incorrectas” y crudas un tema de sorpresa y escándalo. (toda la serie de chistes sobre secreciones y excreciones humanas propia de un alumno de secundaria lo confirman.)  Pero la barrera entre el humor crudo y la crudeza que en lugar de sonrisa provoca un “en verdad, cuántos años dices que tienes? Doce?? es sutil y terminante  en este caso.



Y este relanzamiento de “lo que usted no vio en una serie setentera” llevado “in extremis”   da como resultado una ensalada de película de compadres con un sinfín de referencias al humor adolescente, dirigidas a un segmento del público que, si vio la serie de los 70’s, ya no cae ante esa clase de humor y/o si se dirige a un público adolescente, no tiene idea de que hubo una serie hecha 30 años antes de que ellos nacieran. El limbo mercadológico para cualquier producto.



Un detalle, sin duda curioso, es que los refritos de las series policiacas de los 70’s  (añoradas por muchos y que marcaron una época) que hemos visto en años recientes, colocan a las franquicias televisivas, que hasta el momento habían sido tan mal juzgadas, como verdaderos iconos de actuación, escritura y producción, comparados con sus versiones para la pantalla grande.



Hollywood ya ha comprobado que las cintas de “bromance” son efectivas en tanto que mezclen humor con intoxicantes dosis de acción/violencia, comicidad y chicas hermosas, cuanto más ligeras de ropas mejor. Esa es una combinación ganadora, pero los intangibles límites del humor y del contenido del guión para básicamente “revolver la trama de acción” son la letal diferencia en este caso.



CHIPS parece una colección de situaciones que atacan de manera exacerbada hacia todas partes: misoginia, homofobia, corrupción policiaca, escenas de acción  y decapitaciones… revueltos en una batidora, sin sabor y servidos en frío.



La suerte de todo esto recae sin duda en los tonificados hombros de su escritor y director Dax Shepard que también, protagoniza como el astro eclipsado de las carreras de alto riesgo en motocicleta: John Baker. Sin poder sustentar eficientemente el por qué de su contradictorio personaje que por un lado busca revivir la fama, recuperar a una mujer que le es infiel en su cara, que se obceca con la pertenencia a la patrulla policiaca y dice frases con la eminente vacuidad de un test psicológico de revista barata.



 Por el otro lado, Michael Peña, quien ha picado con constancia mucha piedra hace años en Hollywood, y de quien hemos visto como puede dar mucho más,  llega por fin al “esperado estelar” con un personaje tan desafortunado. Esas declaraciones sobre su “intenso calor sexual” van a permanecer en las mentes de varios, con dudosos resultados.



La química entre Shepard y Peña no cuaja por completo, ni para ellos, ni para el público y mucho menos cuando el sello de su amistad viene después de una escena en la que Ponch debe cargar a su compañero a una bañera… sin comentarios.



Las escenas de acción a bordo de las motocicletas y las persecuciones son del mínimo exigible a una cinta de aventuras: muchos saltos, derrapones y carreras intensas, donde los dobles (y en muchas el mismo Shepard) hacen un buen trabajo y que entretienen, mientras llegamos a otra secuencia de humor rudo o referencias sexuales.



Al final todo es un refrito condimentado y sexualmente rudo de cualquier película de pareja de policías que hayamos visto.  Eso sí, con un resultado tan fugaz y fácilmente olvidable como el objetivo de una de las varias paradas que debe hacer uno de los protagónicos en los baños públicos….



Director, guionista: Dax Shepard.

Reparto: Michael Peña, Dax Shepard, Jessiva McNamee, Adam Brody, Ryan Hansen, Justin Chatwin, Kristen Bell, Vincent D’Onofrio, Rose Salazar, Maya Rudolph.

País: Estados Unidos.

Año: 2017.

Género: Comedia de Acción.

Duración: 100 minutos.

Clasificación: Mayores de 18 años.

Fecha de Estreno en México: 7 de abril de 2017.

CHIPS: PATRULLA MOTORIZADA (CHIPS) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.

PARA INFORMACIÓN DE SALAS Y HORARIOS, CONSULTAR:
www.cinepolis.com.mx

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