viernes, 25 de enero de 2013

HITCHCOCK, EL MAESTRO DEL SUSPENSO.


Por Julia Elena Melche.

En 1959, Alfred Hitchcock de sesenta años, había filmado más de cincuenta películas y ya gozaba de enorme fama en la industria hollywoodense  y en el resto del mundo cinematográfico. Aunque ya era el ícono genial del cine británico,  alcanzó mayor notoriedad  a partir de sus trabajos en Estados Unidos a donde llegó en 1939 para filmar Rebeca, nominada a once Óscares.

Tras el éxito de Intriga Internacional  en 1959, el  “maestro del suspenso”  se dedica a buscar un nuevo proyecto, llegando a sus manos la célebre novela Psicosis de Robert Bloch. Interesado en la historia decide filmarla. Como ningún estudio apoya el proyecto, hipoteca su magnífica casa para rodarla, aunque fuera en estudios de televisión. Junto con su esposa Alma  Reville (Helen Mirren), Hitchcock elige los actores de la que sería su obra maestra y la película más influyente e importante de la historia del cine y que marcó un precedente en las historias de crímenes y de terror.

El realizador debutante Sacha Gervasi no se entretiene en relatar toda la historia del gran director, sino que toma un pequeño pasaje de su vida. La cinta narra lo sucedido durante la filmación de Psicosis, los tropiezos que encontró el realizador ante la censura y su manera peculiar para dirigir a los actores. A su vez, muestra la relación de Hitchcock con su esposa, quien  fue también su asistente, colaboró en sus guiones,  era una excelente realizadora y  había trabajado como montadora antes de casarse con Hitchcock.

El filme da a conocer a la mujer detrás del genio y que permaneció a la sombra, pero así era en esos años. Nunca apareció en los créditos de las cintas de su esposo, pero mantenía un matrimonio feliz y como esposa y mujer de su época, disfrutaba y celebraba los éxitos de Hitchcock, aunque ella hubiese sido una de sus importantes contribuidoras. En la cinta, un buen día Hitchcock se enferma y no puede continuar con el rodaje. Es urgente continuar y Alma decide ir a los estudios y ponerse detrás de las cámaras.

También está presente la obsesión del  legendario  director inglés por las actrices rubias, basta recordar a  Ingrid Bergman, su favorita Grace Kelly, Kim Novak, Tippi Hedren y la propia Janet Leigh de Psicosis, gusto  que no era del agrado de Alma, pero como lady educada y discreta, lo ocultaba.  Por su parte, Anthony Hopkins ofrece una decorosa interpretación como el celebrado cineasta, mediante sus gestos, forma de hablar y su extrema arrogancia que lo caracterizó, así como su sentido del humor y de la ironía. En el filme se muestra también  sus métodos personales para conseguir escenas perfectas y motivar a los actores para extraer lo mejor de ellos. Como en la famosa escena de la regadera  donde Janet Leigh, interpretada por Scarlet Johansson,  es atacada por el psicópata  Norman Bates con un cuchillo.

Sin ser un filme-homenaje  a Hitchcock, tampoco es un trabajo destacado, pero deja ver algunos aspectos en la vida del gran director, que es su principal propósito. Hay un buen trabajo técnico; fotografía, edición, ritmo y ambientación, y las actuaciones resultan sobresalientes, en especial las de los siempre talentosos Hopkins y Mirren. Y aunque no cuenta con un excelente maquillaje, la cinta está nominada en esta categoría para la próxima entrega del premio Óscar.  Sin duda resultará interesante y atractiva para el cinéfilo, como también para quien quiera acercarse a la obra del gran Hitchcock.

Dirección: Sacha Gervasi.
Reparto: Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlet Johansson, James D´Arcy, Tony Colette,  Jessica Biel y Michael Stuhlbarg.
País: Estados Unidos.
Año: 2012.
Género: Drama biográfico.
Duración: 98 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Pre- estreno en México: 25 de enero de 2013.

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