Por: Fabián Quezada León
Director: Wayne Kramer
Reparto: Harrison Ford, Ray Liotta,, Ashley Judd, Cliff Curtis, Jim Sturgess
País: Estados Unidos
Año: 2009
Género: Drama, inmigración, problemas sociales
Duración: 113 minutos
Clasificación: Adultos, violencia, breves desnudos
Fecha de estreno 24 de julio
Siguiendo la línea de narración que ya hemos visto en cintas como Babel o la misma amores perros o Crash se presenta una serie de historias que se entrecruzan en algún punto.
Tenemos varios casos para jugar con ellos, un policía de inmigración que posee la rarísima virtud (y casi increíble) de ser compasivo, una familia de inmigrantes Coreanos que esta a punto de naturalizarse, una familia de inmigrantes islámicos ilegales en Estados Unidos pero que ya poseen dos hijos nacidos en territorio, Un inmigrante iraní que se va a naturalizar (el último en su casa) y una inmigrante mexicana que trabaja de mojada y que además tiene un hijo pequeño y dos jóvenes australianos que quieren su famosa green card y mienten para conseguirla. Y el caso de una niña hija de una madre africana muerta de SIDA que no tiene mayor futuro.
A partir de ahí las historias se van a ir combinando para entrelazar fugaz o más permanentemente a cada uno de los personajes. Evidentemente la cinta NO es para el mercado norteamericano pues el estadounidense promedio ha entrado en una seria fase xenofóbica y por ello no va a comprender la situación de los personajes fácilmente. La película va dirigida al resto del mundo.
El tema migratorio no es un tema fácil y tiene tantas aristas como casos se provoquen a diario. Evidentemente la cinta no va a profundizar contra el propio país del que es originaria ni desafortunadamente llega a resolver de una manera auténtica la situación de ese tema específico. Aunque los personajes tienen carne, es evidente que quedan en un desarrollo muy escaso y a veces poco creíble.
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