martes, 11 de mayo de 2010

TEOREMA


Dirección: Pier Paolo Pasolini
Reparto: Terence Stamp, Laura Betti, Silvana Mangano

Por Fabián Quezada León


Considerada una de las obras a la que la mayoría del público y la crítica ha elevado a un icono de incomprensibilidad viene de nuevo en una edición de DVD a provocar conciencias y reflexiones. Y es que la obra de Pasolini no obstante ser originaria de 1968 sigue siendo inquietante y casi escalofriantemente actual.
En Teorema se muestra como la tentación puede llegar hasta las rocas más altas de la columna de la burguesía, que arrastra con ella todo el peso del “Deber ser” y como algo tan sencillo como un hombre que llega de visita, arrasa con todo su mundo para dejarles convertidos en un yermo al desaparecer de sus vidas.
Profundamente erotizante, la fuerza de este personaje carcome y pulveriza los cimientos, los pensamientos y las psiques de todos aquellos que se ven tentados por su presencia.
El cuestionamiento moral de esta familia, el padre, la madre, el hijo, la hija y hasta el ama de llaves, después de ser prácticamente “besados por la muerte” va a trastocar profundamente todo el universo mientras que, imperturbable, el hombre objeto del deseo, solo se deja querer.
El en sí no hace nada , solo se presenta y ese hecho es tan irrefrenable que la locura invade hasta la médula. Indiferente a los estragos que provoca, él prosigue su camino. Así el hijo enfebrece por él, la madre lo desea y la hija lo eleva a príncipe encantador al grado de no querer desprenderse de su recuerdo. Mientras que el padre, encalla en la laguna del árido desierto de la desesperación.
Y el ama de llaves se transforma en una especie de santa milagrosa de cuyo recuerdo brotará un manantial de sanación al dolor.
Las miradas, los intentos, las formas se contienen tras un delgado cristal, cuando detrás hay salvajes y descontrolados ríos, escandalosas tormentas o gélidos vientos del desierto. La torre de la moralidad se resquebraja.
Lo más significativo es que la presencia de la ausencia es más grande que la ausencia misma. Y así cada uno de los miembros de este clan trata de contener inútilmente su propia aniquilación negándose a aceptar lo sucedido.
¿Como puede alguien salir salvo cuando otro ha trastocado hasta la insanidad el mundo y se fingir que no sucede nada? ¿O será que los personajes simplemente jamás se encontraron con ese hombre, sino se vieron en un atisbo a la vaciedad que eran sus vidas?
Como quiera que sea, Teorema sigue imperiosamente evolucionando, cortando agudamente espacios y conciencias de una manera quirúrgicamente desquiciada, ¿Quién puede resistirse? ¿Quién no caerá en su ecuación delirante?.

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