viernes, 4 de noviembre de 2011

TEQUILA HISTORIA DE UNA PASIÓN

Por Fabián Quezada León

Hacer una remembranza tiene sus trampas, porque el recuerdo siempre será un reflejo y como tal puede ser tramposo.

Tequila relata una historia exacerbada estilo dramón ranchero cuarentero del cine mexicano, pero incurre en una serie de “consentimientos autorales” que la descolocan a años luz del melo ranchero mexicano.

¿Por qué? Comencemos por el nombre Tequila: Historia de una pasión pero en verdad da lo mismo si le hubieran puesto Ron o Vodka, Whisky o Sotol, de "tequila" nada más que el paisaje de los agaves más la aportacion económica de una marca tequilera y alguna actividad agrícola que vemos de forma colateral en algunas escenas y san se acabó
Peor aún que errar el nombre de la bebida, eso de "Historia de una pasión" es una pretensión que rebasa todos los parámetros y casi se vuelve un gag cómico.
El drama ranchero mexicano o cualquier drama romántico requieren de elementos básicos: Así nada más por encimita; los enamorados, la pasión y "un detallito pequeñito, pequeñito pero muy importantito", como diría Hades en Hércules: Señoras y señores... los villanos.
El amor del melodrama es ese que hace ámpula, ese que es una meta, que se ve por principio completamente imposible de obtener; para que al lograrlo todo el sufrimiento y maldad que lo impidió sean válidos y se olviden. Aquel que lucha contra viento y marea, que se sacrifica, que sufre y llora ríos, o preferiblemente mares de lágrimas, que va en contra de todos los villanos para lograrse, que desoye los chismes, pero que en un arrebato temperamental amoroso temporalmente se ve cegado por la maldad y... separado.

Para luego en una apoteosis, con una impresionante puesta de sol al fondo; regresar besarse y vencer... prometiendo felicidad eterna. Y ahí se inserta el vivieron felices para siempre… Fin.


Los protagónicos de estas historias románticas deben ser buenos, ese es su sino, dos almas sufridoras, que demuestren coraje y valentía, pero bondad y sacrificio al mismo tiempo: Deben ser víctimas de los malos, caer en sus engaños, sufrir, amar, volver a sufrir y sacrificarse in extremo. Los villanos son esos seres perversos que atentan contra el amor, el amor puro (aunque sea pasional siempre es puro) entonces la audiencia se coloca del lado de los enamorados; sufre, se alegra, se enamora… odia al villano. Y acompaña las penas amorosas con solidaridad, llanto y varios tequilitas.
Pero ¿qué tenemos acá? Pues que los protagónicos, NO son buenos, no son inocentes y están a años luz de ser sacrificados o nobles, resumiendo: están muy lejos de ser protagónicos románticos y al contrario, se hunden de tal manera en lo NO bueno que pierden completamente el sentido del protagónico melodramático/romántico: la bondad y el sacrificio.

Por ejemplo ella… Es casada, (a la fuerza, con un hombre mayor si se quiere para lavarla de su devaneo amoroso un poquito...) pero no duda en tener sexo con el sobrino y cuasi hijo de su marido; así nada más va de moderna en la vida. Y encima no tiene ningún empacho en preocuparse de que sucederá si se descubre su “infidelidad” esto habla de entrada que sus estándares morales están digamos “relajaditospara ser protagónica romántica

La pareja principal no enciende la pantalla, no derrama pasión, ni siquiera un poquito. Son anti climáticos. No inspiran la simpatía en ningún momento y además no tienen que luchar ni sufrir por lograr su amor. Giran en torno a su atracción en la cama solamente. Y pueden tener sexo cuando quieran ¿dónde está la adversidad en esto?


Él es el sobrino del general dueño de la hacienda, prácticamente le debe la vida y sin embargo se acuesta con su mujer. Para terminar de ensuciarlo como protagónico de melodrama romántico, no sólo debe una muerte accidental, sino que además abandona a una “ex” embarazada, y comete otro asesinato a sangre fría.

La pareja no justifica desde ningún punto de vista esta calentura que dice tener, no hay un por qué lo suficientemente fuerte, no deben luchar contra nadie por defender su amor y sobre todo traicionan y hacen sufrir sin justificación a terceros.

La pregunta obvia es… ¿por qué debería alguien sentirse congraciado con este par de malagradecidos que la han tenido demasiado fácil para los cánones de drama peliculero? No, no hay razón para conmiserarlos

La historia no justifica, ni siquiera un poquito, a estos amantes. Y lo peor del caso, es que a los cinco minutos de la película ya sabemos en qué va a terminar. Si no fuera porque la producción y la foto son impecables no se resistiría hasta el final. Lástima que el cine no solo sean bonitas imágenes; sino que de preferencia tiene que haber una historia bien formada a la que las imágenes vistan.Vamos, haber un guion literario bien armado, bien escrito. Pensado.


Que por ahí se diga que es un “Homenaje al cine mexicano”… es como para ponerlo en tela de juicio. Como decía antes, los recuerdos son engañosos porque son reflejos, y esta visión específicamente distorsiona los principios básicos del melodrama en una consecutiva y enervante cadena de eventos desafortunados que, lo que es peor, no se pueden atribuir a terceros ni a fuerzas extrañas de la naturaleza, sino a las decisiones egoístas y “concupiscentes” de los protagonistas; a los que dicho sea de paso, les faltó pasión, les faltó derretirse con la mirada, les faltaron momentos para hacer ver al espectador que eso que sentían, lo que haya sido, se justificaba… ó ya como último recurso, hacer creer que merecía la pena salvarse o por lo menos haber tenido una suerte diferente; no que al terminar el espectador (que ha sido educado y está a tono con el melodrama tradicional), desee en el mejor de los casos con toda la fuerza de que sea capaz su alma justiciera y melodramática, que reciban su merecido, o peor… que le dé lo mismo la suerte de los protagonistas porque cuenta los minutos y ya está pensando en qué va a hacer en cuanto acabe la cinta.
¡Ay amor, cuántas cosas se hacen… y se desbaratan en tu nombre!
Dirección: Sergio Sánchez Suárez
Reparto: Unax Ugalde, Daniela Schmidt, Angélica Aragón, Salvador Sánchez, Jimena Guerra, Edward Furlong,
País : México
Año: 2011
Género:Melodrama
Clasificación: Mayores de 15 Breves escenas de sexo, violencia
Fecha de estreno en México: 4 de Noviembre

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