viernes, 15 de febrero de 2019

BATTLE ANGEL : LA ÚLTIMA GUERRERA (ALITA: BATTLE ANGEL)



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Por Fabián Quezada León


Dentro de muchos siglos en el año 2563 en una tierra desahuciada, llena de polución y condiciones de vida miserables, el Doctor Dyson Ido (Christoph Waltz) al estar pepenando en un basurero de tecnología en Iron City, encuentra la cabeza, el torso y columna vertebral de Alita,(Rosa Salazar) un cyborg que aún conserva su cerebro humano y que milagrosamente, está viva. Ido la recoge y reconstruye otorgándole un cuerpo; una parte por su afición de ayudar a los humanos/cyborg y en otra, como un homenaje a su difunta hija. 
   

Cuando por fin Alita se recupera, se encuentra con que no recuerda nada de su pasado ni de ninguna de sus habilidades. De esta manera Alita mira todo este nuevo mundo con sus sorprendidos ojos. Claro que Dyson trata de protegerla de lo que pueda descubrir de su pasado, pero Alita es demasiado independiente como para que algo la frene. En sus correrías conoce a Hugo (Keean Johnson), un muchacho mundano y ambicioso que le ofrece ayudarla a recuperar su memoria.


Alita, quien es ante todo una chica impresionable, cree y se enamora de Hugo. Pero “la chica nueva en el pueblo” llama la atención de las máximas fuerzas malignas y representa una amenaza, así que deciden exterminarla.

Debido a ello Alita descubre azorada que posee capacidades innatas para convertirse en una verdadera máquina de guerra que dejan sorprendido a quien la mira. Lejos de retroceder ante sus nuevas habilidades Alita se empeña en conocer su verdadero origen, lo que la va a hacer enfrentarse primero con la preocupación de Dyson y luego con las más terribles fuerzas del mal para combatir y defender su mundo, a su nueva familia y a su amor.


Acción/Violencia/CGI y Presupuestos millonarios

Viniendo de una mancuerna como la que conforman Cameron y Rodríguez uno no puede esperar nada “normal”, ni en pequeña escala. Y Alita es la muestra de ello. Rescatar un manga y llevarlo al cine siempre ha sido una tarea ardua y ahora esta pareja de creativos coloca la barra más arriba.


Una chica, siempre es una chica, aunque sea Cyborg

La historia de Alita más allá de toda la iconografía y temática de novela gráfica, es ante todo un relato de auto descubrimiento. El que se hace en el filo de la adolescencia, donde se proyecta lo que se quiere llegar a ser, sin saber si las habilidades propias serán suficientes. Alita es el viaje de crecimiento de una chica (aunque sea cyborg) en medio de un mundo convulsionado violento y contaminado (un poco más que el de hoy en día) y que poco a poco ha resurgido tras de una guerra apocalíptica. 

Este es el escenario para Alita, ese es el mundo en el que renació y lejos de verlo con pesimismo Alita no deja de explorarlo sorprendiéndose de todo. Al fin y al cabo, aunque sea cientos  de años en el futuro, los adolescentes siguen siendo muy parecidos a los que hoy en día son.


De amor y otras tragedias

El guión, escrito por Laeta Kalogridis, Robert Rodriguez  y James Cameron, resume a velocidad de millón, en medio de batallas épicas, la línea de la acción de Alita: despierta, no recuerda quién es ni nada de su pasado, solo que en una especie de subconsciente hay “demasiada información” acerca de técnicas de combate que se creía en desuso desde hace centurias. 

En segundos y sin parar ni a respirar, Alita comienza a descubrir sus “habilidades secretas” y se enrola en acciones de salvamento, persecución de asesinos, conoce el amor, cambia de cuerpo, decide hacerse una especie de héroe del Rollerball, sigue enamorándose, enfrenta a cyborgs asesinos, cae en trampas, junta más fragmentos de su pasado, desafía al sistema, sigue peleando y sigue enamorándose. Toma en sus manos la venganza  y se entrega a una guerra sin cuartel.


El mundo puede esperar 
En medio de toda esa vorágine, actúa como una adolescente; encima de salvar al mundo está su enorme amor por su chico. Desarrollando todo en medio de alucinantes escenarios con violencia, acción  y rapidez. Características  que son algo así como una marca registrada de Rodríguez ahora apoyadas por el “hagámoslo más grande” de Cameron.  


Del vértigo a la dispersión.

Inmersos en la acción que no para y en los avances de Alita, se filtran Vector (Mahershala Ali) y la doctora Chiren (Jennifer Connelly) quien tiene un lazo con Dyson  en su pasado remoto. Vector y Chiren son los amos poderosos del bajo mundo de las crueles carreras de cyborgs (y otros negocitos sucios) en el Motorball.


El relato va in crescendo para ir comprometiendo las historias que transcurren vertiginosamente, casi abrumantes, y aquí surge el fantasma de que en cualquier momento se puede hacer realidad aquello de “quien mucho abarca poco aprieta”. Afortunadamente todo sucede tan rápido que no hay ni tiempo para preguntarse en el momento al respecto.


Y tú? Quién eres?... o qué eres?

No es que desmerezca como cinta de acción, pero el sustrato de descifrar quién se es y qué se es, no tiene el tiempo suficiente para llegar al fondo del drama de Alita; no se trata si es o no buena peleando, que lo es, sino el descubrirse en medio de este dilema de sabiéndose un cyborg ser suficientemente humana para pretender tener una relación amorosa o “un futuro” con un humano.


¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Pero ese punto del romance se deja flotando para enfocarse a la innegable tarea de la creación de un universo distópico poblado de seres androides/humanos y simples “mortales” y las clases privilegiadas que vienen de Zalem la nave/continente que flota sobre Iron City y se supone es como el paraíso. 

Estos son los fragmentos primordiales del mundo en el que Alita y sus compañeros transitan. Aunque en el fondo sigue palpándose el conflicto entre el humano y la máquina que de alguna manera nos hace resonar los ecos de Blade Runner. Desafortunadamente para la raza humana o lo que quede de ella, el mundo del futuro sigue teniendo esas brechas insalvables entre el humano, la máquina, la tecnología y los sentimientos, el poder, la pobreza, el clasismo, la destrucción y la violencia.


Sin embargo el acierto de Cameron y Rodríguez es presentar un mundo años en el futuro, que sin embargo remite directamente al mundo actual, solo que el porvenir está dominado por lo cibernético. Donde las creaciones engendradas por esta realidad son alucinantes… por llamarles de alguna manera.


CGI + Sentimientos= Alita

Alita es una guerrera, pero al mismo tiempo con sus desorbitadamente enormes ojos (que son denominados desde tiempos remotos el espejo del alma) es una adolescente que ve el mundo abrirse ante ella por primera vez, con todo lo que este puede llegar a contener: lo bueno y lo malo. 

Todo, sin filtro, es absorbido por sus ojos. Salazar nos entrega una actuación que brinca con agilidad de un lado a otro, desde la inocencia a la violencia, del amor al odio y a las frenéticas secuencias de acción. Y ahí debe citarse la meticulosa y meritoria acción del departamento de CGI que alzan la barra para todas las películas donde en el futuro sean usados los efectos especiales con sensores; porque más allá de representar a un cyborg, Alita se llena de humanidad y calidez, haciéndonos creíbles sus cambios. Ella es más que un arma mortal  cuando deja de ser guerrera y se transforma en una chica enamorada por primera vez. 


Un equipo impensado, pero efectivo

La combinación de Rodríguez y Cameron no puede resultar más exótica, porque cada uno podría ubicarse como un digno representante de dos alas muy alejadas dentro de la producción cinematográfica; Rodríguez se ha sabido mover en los círculos de las películas de “bajo presupuesto y pero con efectividad” y tiene un peculiar sentido de la belleza de la violencia/acción y el timing casi surrealista del humor ácido.


Cameron por su lado es un ejemplo del cine de presupuestos millonarios, del entusiasmo por el CGI y los despliegues en escenografía y recursos. 

La conjunción funciona de una manera extraña pero efectiva, sin ceder tiempo a las reflexiones, pero logrando que el espectador se ponga apresuradamente el traje cibernético y las prótesis necesarias para convivir en este mundo post apocalíptico a alta velocidad. 
 
ConclusiónAunque no frene su interminable acción y falte tiempo para profundizar más, si hubiera que hablar de algo, además de los magníficos efectos y la acción desbordante, un punto a favor sería que en el fondo se trasciende el sentido de cinta de acción para dotarla de una subyacente humanidad y acercarla tanto a la realidad pre apocalíptica que podemos encontrar en nuestros días, que no deja de morder la inquietud.

Ante toda esa fatalidad, los verdaderos hilos que mueven la historia de la humanidad aunque sea casi cibernética son los sentimientos: la bondad de Dyson, la paternidad, el romance adolescente, el sacrificio, hasta el amor por los animales.


Pero también la ambición, el engaño, la manipulación y la traición. Al parecer, no importa cuántos años en el futuro nos situemos  lo que quedará residual en el ser humano (o no humano) será precisamente eso, los intangibles pero profundos sentimientos que desafían la lógica, la matemática, y la cibernética.


Director: Robert Rodriguez

Reparto: Casper Van Dien, Christoph Waltz, Derek Mears, Ed Skrein, Eiza González, Elle LaMont, Idara Victor, Jackie Earle Haley, Jeff Fahey, Jennifer Connelly, Jorge Lendeborg Jr., Keean Johnson, Lana Condor, Mahershala Ali,Michelle Rodriguez, Rosa Salazar

País: Estados Unidos

Año: 2018

Género(s): Acción, Aventura, Sci-Fi, Thriller, Romance

Duración: 122 min

Clasificación: PG-13

Basada en la serie de novelas gráficas Gunnm, de Yukito Kishiro

Guion: James Cameron, Laeta Kalogridis, Robert rodriguez

Cinematografo: Bill Pope

Edición: Stephen E. Rivkin y Ian Silverstein

Fecha de estreno en México: 14 de Febrero 2019




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