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Hoy por
hoy todos vivimos aprisa, bombardeados de tantos estímulos y distractores que hemos
llegado a confiar que tener muchos Likes, followers, o amigos virtuales, llena
nuestras necesidades de relaciones
pero… muy probablemente no estemos viendo el cuadro completo.
Le
realidad es que las relaciones humanas no son tan simples, fáciles, ni tan
efectivas como se ha pretendido clasificarlas.
En
nuestra vida diaria mantenemos de forma habitual decenas de interacciones con
otras personas y algunas de ellas pueden implicar toda una serie de factores
que las van construyendo como más complejas y las colocan como algo más o menos
relevante para nuestra historia personal.
En
general se considera que las personas pueden pensar que al hablar de “relaciones”
se aplica simplemente a las áreas que tienen que ver con la vida de pareja, sin
embargo esto no es así, nuestras relaciones afectivas son un campo
extremadamente amplio y que se va modificando conforme a nuestros usos, hábitos
y a actitudes e implican toda una constelación de intereses, ambientes,
propósitos y planeación a futuro de lo que se espera de esa relación
Tal vez
no pensemos con frecuencia en ello, pero las concepciones de lo que
consideramos como grupo social “aceptable” “atractivo” “normal” se han
modificado, han encontrado nuevos paradigmas y formas; no percibimos de manera
consciente que nuestra comunicación no verbal y la primera impresión en un
amplio rango de ocasiones realmente “son para siempre” pues a través de ellas hacemos
impresiones y juicios que servirán para relacionarnos con los demás, de la
misma manera en la que los otros la hacen y rigen su relación con nosotros en
base a ello.
Pocas
veces estamos al tanto de cómo todos los factores que nos rodean: la apariencia,
los colores, los olores, las formas y los ambientes influyen determinantemente en
nuestra imagen y pueden colocarnos en una posición que nos lleva a la cumbre o
nos hunde. Y prácticamente no nos damos cuenta de ello.
Al
mismo tiempo, el equilibrio de nuestra propia auto concepción influye en la
manera en la que nos relacionamos con el mundo. Por ello, un factor vital
dentro de las relaciones humanas afectivas efectivas es nuestra relación con
nosotros mismos cuanto más nos conocemos y nos equilibramos mejor será la
asertividad para relacionarnos con los demás.
En
estas pláticas vas a encontrar y percatarte de muchos puntos en los que podrás
afianzar tu conocimiento para efectivizar tus relaciones afectivas, hacerlas
valiosas y proyectarlas de una manera segura y exitosa para hacer tu
experiencia humana más valiosa.
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