Por Julia Elena Melche.
Hace un año, el cineasta inglés Mike Leigh jugó con el optimismo de manera excepcional, rompiendo con el tono desesperanzador de sus anteriores trabajos en Happy-Go-Lucky/La dulce vida, una manera de respuesta al negativismo de la vida. Ahora, su coterráneo Ken Loach decide transitar también por un camino amable en su reciente filme, una comedia dramática sobre el poder de la imaginación como una fuga ante la dura realidad y sin duda la más luminosa de su filmografía.
Conocido por su cine de compromiso social con los problemas de la clase trabajadora inglesa post-tatcheriana, Loach presenta al Eric del título (Steve Evets), un cartero cincuentón de los suburbios de Manchester, cuya vida se está desmoronando. Su segunda esposa lo dejó. Tiene que hacerse cargo de sus dos hijastros adolescentes que no puede controlar. Cuida a su nieta para que su hija termine sus estudios. Se ahoga en los remordimientos por haber abandonado a su primera esposa, es incapaz de comunicar sus sentimientos y sufre ataques de pánico. Sus compañeros de trabajo tratan de animarlo con bromas y libros de autoayuda, pero nada parece sacarlo de su depresión.
Desde este punto de partida, la cinta se enlaza con el mundo de Riff-Raff, Lluvia de piedras y Mi nombre es Joe, crónicas de corte realista y actitud crítica al conservadurismo inglés, impregnadas de ironía. Sin embargo, esta vez el director se aleja de su vertiente más política para incorporar en su cuadro de costumbres, tintes fantásticos y el elemento del fútbol como metáfora de la importancia de confiar en el prójimo y de trabajar en equipo.
El encargado de darle forma a este enfoque narrativo, será el celebrado ex jugador francés goleador del Manchester United y actor Eric Cantona, ídolo del protagonista e interpretado por el propio Cantona, cuya figura en un cartel cobra vida, a manera de ensoñación, para convertirse en una suerte de ángel guardián, guía, conciencia y alter ego del atribulado Eric, ayudándolo a tomar el control de su vida con sus consejos y sabias palabras.
Loach manifiesta su simpatía por el personaje en la evolución de su crisis emocional hasta la aceptación de sí mismo. Lo rodea de un ambiente de solidaridad constante mediante la camaradería y unión de sus amigos carteros. Lo lleva de la mano de su nuevo cuate imaginario para que encuentre la luz al final del túnel. Con su guionista habitual Paul Laverty, el cineasta consigue enfocar su mirada a una clase obrera que ha dejado atrás sus problemas de desempleo. En su lugar rodea al personaje del caos familiar, de fracasos amorosos y de conflictos generacionales. No obstante, encuentra un contrapunto jocoso mediante un giro narrativo que disuelve lo trágico en una muy divertida fábula de revancha social que provoca la risa espontánea.
Se trata de una dulce crónica sobre la amistad y la camaradería con ecos de ¡Todo o nada!..El full monty (Cataneo, 97) que registra el triunfo del espíritu humano.
Dirección: Ken Loach.
Reparto: Steve Evets, Eric Cantona, Stephanie Bishop, Gerard Kearns y Stefan Gumbs.
País: Gran Bretaña-España-Francia-Italia-Bélgica.
Año: 2009.
Género: Comedia dramática.
Duración: 116 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 24 de septiembre de 2010.
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