lunes, 6 de septiembre de 2010

EL INFIERNO: DIVERTIDA, INTELIGENTE Y PROVOCADORA.



Por Julia Elena Melche.

Para quienes conocen las dos anteriores cintas del cineasta mexicano Luis Estrada, su nuevo trabaja les resultará familiar y fácilmente identificable. Abordar sin tapujos los temas de la corrupción política en nuestro país, así como la pobreza extrema y otras realidades que incomodan al gobierno fueron las características de La ley de Herodes y Un mundo maravilloso. La primera con alusiones directas a las prácticas políticas del PRI, sus ambiciones desmedidas y particularmente el “dedazo” durante los años cincuentas, la segunda, sobre la globalización y el soborno mediante una fábula donde el Secretario de Economía presume de haber acabado con la pobreza de México.

En El infierno, de nueva cuenta aparece el inteligente y hábil humor mordaz y subversivo de Estrada para narrar la historia de Benjamín García, “El Benny”, quien regresa fracasado a su pueblo luego de 20 años de ausencia, tras ser deportado de Estados Unidos. Lo que encuentra el hombre es un panorama desolador; pobreza, crisis y además una violencia imperante por los grupos de narcotraficantes que se disputan el poder. Sin otra opción para salir adelante y mantener a su mamá, entra en el negocio del narco apadrinado por un viejo amigo de la infancia, el “Cochiloco”, convirtiéndose en sicario de los Reyes, una de las familias más poderosas del crimen organizado local.

Estrada pone el dedo en la llaga al sumergirse en la realidad de una nación hoy en día que se cae a pedazos a través de un humor más negro que nunca y una crítica política bastante virulenta. Por lo mismo, no es de extrañar que Radio, Televisión y Cinematografía, organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, haya designado la clasificación “C” a su película, argumentando las muchas escenas fuertes que contiene, como de consumo de droga y de extrema violencia. Como el propio realizador señala: ¿por qué se clasificaron en B y B15 cintas como El profeta, Celda 211 o Bastardos sin gloria, si también tienen un alto contenido de escenas gráficas de violencia? La censura es evidente.

No obstante, el filme va ganando cada vez más espectadores que acuden a las salas para ver un reflejo de lo que tristemente sucede en nuestro país, ya que la realidad supera toda ficción. La cinta muestra a un director más maduro, comprometido y talentoso. El guión, co escrito por él mismo y Jaime Sampietro (el mismo de La ley de Herodes y Un mundo maravilloso), va integrando con acierto personajes, acontecimientos y situaciones verosímiles y fácilmente reconocibles. El ritmo, fotografía, música y creación de atmósferas son impecables en una trama que trastoca ámbitos religiosos, muestra la narco política, las devastadoras consecuencias de la guerra inútil contra el narco, el tráfico de armas y la anexión de jovencitos en el negocio más redituable.

Las actuaciones merecen un apartado especial. Además de los destacados Salvador Sánchez, Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Isela Vega, Daniel Giménez Cacho y Jorge Zárate, se unen las extraordinarias interpretaciones de Damián Alcázar como el desconcertado y derrotado “Benny” que luego habrá de convertirse en un hábil matón que se gana el respeto de “Cochiloco” y la confianza de la familia Reyes. El chihuahuense Joaquín Cosío de Matando Cabos, obtiene sin duda una de sus mejores actuaciones al meterse en a piel de un orgulloso narco y cruel torturador sin escrúpulos, pero respetuoso de los códigos de la mafia.

Desde amputaciones de manos, orejas y lenguas, hasta fotografías del líder del cártel local, Don José Reyes, con el Papa, Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari, se conjuntan en una cinta que concluye con una trilogía sobre el pasado reciente en México (las otras dos son La ley de Herodes y Un mundo maravilloso).

Un filme que más que estar en el marco de la tan ya cacareada celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, servirá sin duda para reflexionar sobre los ancestrales y eternos vicios y corrupciones del gobierno, llámese PRI o PAN y para preguntarnos ¿Qué festejamos entonces si este país ya es tierra de nadie y cada vez se hunde más en el fango y la violencia, donde “no se hace lo que se quiere sino lo que se puede”? Un infierno verdaderamente.

Dirección: Luis Estrada.

Reparto: Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Salvador Sánchez, Ernesto Gómez Cruz, María Rojo, Isela Vega, Daniel Giménez Cacho y Jorge Zárate.

País: México.

Año: 2010.

Género: Comedia negra y thriller político.

Duración: 145 minutos.

Clasificación: Adultos.

Fecha de estreno en México: 3 de septiembre de 2010.

No hay comentarios: