Terry (Josh Lucas), es un amoroso padre soltero y está al cuidado de su hija Ángela, quien padece una enfermedad de los huesos. Terry es sometido a una operación de transplante de corazón y se encentra en recuperación; ahora Terry intenta rehacer su vida al lado de la doctora de su hija, pero con el paso de los días empieza a sentirse extraño con su nuevo corazón que parece tener vida propia. Los extraños sucesos lo llevan a investigar y descubre que su donante fue asesinado. Ahora cada vez que Terry se encuentra cerca de los asesinos, su corazón los delata a través de visones y fuertes latidos, abriendo en el hombre una puerta desconocida hacia una venganza que ni él mismo podrá detener. Sus investigaciones lo llevarán a tener una estrecha colaboración con el policía encargado de resolver el caso (Brian Cox) y a descubrir una red de tráfico de órganos.
El director cinematográfico Michael Cuesta , quien comenzó su carrera con Frente al abismo, una película independiente que le ganó cierto prestigio, pero que su mayor experiencia ha sido en series televisivas como Dexter y Six Feet Under, nos presenta ahora una película inspirada en una novela del genial escritor Edgar Allan Poe, pero en una versión muy libre (tal vez demasiado) y contemporánea al escrito por Poe.
El problema es que al ser una “versión libre”, el director se aleja de la versión original y aunque el concepto es llamativo queda muy lejos de aquellos relatos de suspenso de los que Allan Poe era todo un maestro. Además la experiencia de Cuesta como director de series para televisión queda claramente plasmada en la realización de la cinta que parece más para formato de televisión que para la pantalla grande, en varias escenas la película se siente plana y con demasiada calma, incluso en los momentos de mayor intensidad, lo que no ayuda en mantener la película con un bien ritmo.
A pesar de tener un argumento interesante con una temática sobrenatural, la trama deja muchas cosas importantes de lado y se apoya más en una historia dramática, algo exagerada
Destaca la interpretación de Josh Lucas, probablemente de lo mejor que ha hecho en los últimos años, logrando una buena mancuerna con el actor veterano Brian Cox, como el detective que sigue de cerca sus pasos.
Corazón Delator es una historia que pudo funcionar de haber sido más fiel al relato de Poe, en vez de querer abarcar demasiado y al final parecer exagerada, el filme cumple su cometido como thriller modesto, es cierto que llega a entretener, de hecho no aburre al espectador, pero no lo atrapa ni lo emociona, porque los crímenes que se presentan daban para algo más espectacular y excitante que lo que se presenta a pesar del sorpresivo final que no ayuda a levantar el ritmo de la película.
Su protagonista principal, Josh Lucas, a pesar de ser un buen actor, en esta ocasión no logra transmitir del todo la frialdad que el personaje requiere cuando tiene que cobrar venganza; por el contrario Brian Cox es de lo más rescatable de la cinta, es el único actor que impone con su presencia algo de temor y suspenso.
Una buena idea inicial, un mal desarrollo que da como consecuencia una película irregular a pesar del gran potencial de un relato muy conocido, pero que su adaptación cinematográfica no consigue capturar la esencia que la historia necesitaba.
Director: Michael Cuesta
País: Estados Unidos
Año: 2009
Reparto: Josh Lucas, Lena Headey
Duración: 92 minutos
Clasificación: Adolescentes y adultos
Fecha de estreno en México: 24 de septiembre
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