Si
nos visitas desde tu celular/móvil/tablet, te sugerimos girar la pantalla a
formato horizontal o dar scroll down y seleccionar “ver versión de web” para
facilitar tu lectura.
*Fotos Paulo Vidales
*Las personas que sufrieron el sismo del 19 de septiembre, padecieron un estrés agudo temporal que afectó su equilibrio psicosocial.
*Las personas que sufrieron el sismo del 19 de septiembre, padecieron un estrés agudo temporal que afectó su equilibrio psicosocial.
*Los individuos cuya
angustia se intensificó después sufren de estrés postraumático; los síntomas
aparecen entre las seis y ocho semanas después del impacto.
*Las intervenciones de la
Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo (AMPAG) en escuelas,
empresas, institutos nacionales y su clínica durante los días de crisis
beneficiaron a 1,668 personas afectadas por los sismos.
*La AMPAG ofrece apoyo
terapéutico a las víctimas de estrés postraumático para evitar que se convierta en
un daño crónico e irreversible.
El terremoto fue un
acontecimiento traumático, inesperado, violento y costoso para el psiquismo.
Cada uno de nosotros recibió el impacto de una forma particular: nos sentimos invadidos
por el miedo, la angustia y la sensación de vulnerabilidad.
La magnitud de las
repercusiones psíquicas de éste desastre natural dependerán de varios aspectos:
la intensidad con la que vivimos el sismo, la cercanía con los derrumbes, las pérdidas
humanas y/o materiales, haber participado en el rescate y/o atención de víctimas
como voluntario y por supuesto, del equilibrio psicológico que poseíamos antes de
la catástrofe (Campuzano, Díaz Portillo, 1987).
“El concepto de estrés se
entiende como una exigencia o demanda impuesta sobre el organismo que no puede
ser dominada o controlada en un lapso razonable. Una situación de desastre
representa y produce un estrés de magnitud extrema que genera diversas reacciones
psicológicas y biológicas, tanto a nivel individual, como grupal.” (Manual para
la protección y cuidado de la Salud Mental en situaciones de Emergencia y Desastres,
Chile, p. 21). Dichas reacciones son totalmente esperadas y normales.
La
tendencia es que los individuos recuperen espontáneamente el equilibrio
emocional con sus propios recursos psíquicos.
Los sismos que
recientemente vivimos en la Ciudad de México, nos regresaron a los de 1985 y,
mentalmente, a todas las experiencias traumáticas no resueltas. También nos recordaron
la importancia del trabajo colectivo y la solidaridad de grupo, de ahí la necesidad
de hacer un recuento de las experiencias vividas, de la ayuda brindada y de lo aprendido
en estos días de dolor y de tragedia.
En 1985 la AMPAG hizo
intervenciones en la Ciudad de México. Los terapeutas que participaron
entonces, refieren haber tenido una sensación inicial de inutilidad, y exactamente
32 años después, tuvimos la misma percepción. Buscamos la asesoría de algunos
de los psicoanalistas activos de ese entonces, con la claridad de que no se
podía implementar la misma estrategia, pero necesitábamos de su experiencia. Se
acordó la participación de terapeutas de la AMPAG en la apertura de grupos
gratuitos en nuestras clínicas para la atención de personas afectadas por los
sismos. Se recibieron peticiones de ayuda y se organizaron las primeras
asistencias grupales en diferentes zonas de la ciudad.
Las intervenciones de
AMPAG comenzaron, como hace 32 años, en las calles, particularmente en la zona
cero del derrumbe de Cacahuamilpa y Ámsterdam, donde se brindó atención
psicológica en crisis a familiares de víctimas y a rescatistas. Un día después,
los terapeutas ávidos de hacer algo, realizaron una actividad psicodramática en
el Jardín Alexander Pushkin, ahí atendieron aproximadamente 20 personas, a las
que apoyaron a partir de las siguientes indagaciones:
1. ¿Cómo habían vivido la
experiencia del martes 19 de septiembre? y
2. ¿Cómo se habían
sentido?
Esta primera consigna fue
el eje de todas las intervenciones: abrir espacios en dónde las personas
pudieran tramitar la ansiedad que los invadía desde el terremoto y ayudarles a entender
lo que estaban sintiendo.
La población atendida en
su mayoría fueron personas afectadas por el sismo que experimentaban reacciones
psicológicas debido al estrés agudo provocado por la
catástrofe, entre ellas
miedo, nerviosismo, preocupación excesiva, tristeza, ansiedad, algunos síntomas
somáticos (dolor de cabeza, cansancio, insomnio o exceso de sueño, falta o
incremento en el apetito), irritabilidad, escuchar la alerta sísmica sin que
fuera real, sensibilidad ante ruidos fuertes y sensación de estar hiperalerta.
Las tres semanas
posteriores al sismo, el grupo de voluntarios conformado por 51 terapeutas, casi todos de
AMPAG, realizó 34 intervenciones gratuitas en diversos
lugares: escuelas,
empresas, institutos nacionales, etc., donde se atendieron 1,589 personas.
Asimismo, en las clínicas de AMPAG se brindó apoyo a 79 personas. Estos números
nos llenan de satisfacción, haber asistido a 1,668 personas fue una contribución
psicosocial relevante de nuestra asociación a los habitantes de la Ciudad de México,
ante una situación de desastre. La posibilidad de atender a ese número de personas
en tan corto tiempo solamente fue posible gracias a nuestro dispositivo grupal de
intervención.
Los sismos provocaron
también “derrumbes” emocionales que es necesario reconocer y reconstruir. En
algunas personas, el instinto de sobrevivencia bloqueó el impacto emocional
inmediato para dar paso a la cordura racional que les permitiera resolver las necesidades
urgentes que exige la vida cotidiana. Sin embargo, días después, cuando aparentemente
las cosas ya se habían “normalizado,” el estrés postraumático comenzó a manifestarse,
por lo general entre las seis y las ocho semanas posteriores, pero en algunos
individuos se hará evidente hasta tres meses después de haber ocurrido los sismos.
De acuerdo a un estudio
realizado por la UNAM, 20% de las personas que vivieron el S-19 sufrirán éste
daño psicológico que, en caso de no atenderse a tiempo, puede durar hasta 20
años sin reversión. (www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2017_628.html)
El estrés postraumático,
es la cronificación del estrés agudo mal gestionado y se expresa de distintas
formas de acuerdo a la etapa evolutiva: niños, jóvenes, adultos o adultos mayores.
Los niños cuyos padres o cuidadores sufren de estrés postraumático tienen mayor
probabilidad de desarrollarlo. En los adultos mayores se complica según las enfermedades
que tienen, sobre todo si éstas son de carácter incapacitante, si viven solos o
muestran dificultad para desplazarse por sí mismos.
El estrés postraumático
requiere atención especializada para su tratamiento de ahí la importancia de
buscar ayuda profesional lo antes posible.
Frente a esta realidad la
AMPAG ofrece el taller Fortalezcamos nuestra mente para el 2018 reconstruyendo
los derrumbes emocionales después del S-19 que se llevará a cabo en dos fechas,
el 16 de diciembre y el 20 de enero.
El taller, impartido por
la doctora Mónica Tiburcio, coordinadora de la clínica de AMPAG, está dirigido
a toda persona interesada en atender el o los malestares emocionales que padezca
a partir de los sismos con la finalidad de comenzar a sanar su mente y sus emociones
para iniciar el año con una psique más estructurada. Y en caso necesario, brindar
un tratamiento psicoterapéutico adecuado y preciso para cada persona.
Las consecuencias a
mediano y largo plazo del estrés postraumático mal atendido incluyen trastornos
mentales crónicos que disminuyen la capacidad de respuesta de quien lo padece
frente a cualquier situación de crisis, poniendo en riesgo su integridad
física, psíquica y emocional. También se manifiesta a través de enfermedades
como migrañas, colitis y gastritis. En el caso de los niños origina fobias y
secuelas más graves.
¿Cómo se si padezco estrés
postraumático?
Les compartimos algunos
indicadores para detectar el estrés postraumático. En caso de padecerlo o
reconocerlo en algún familiar o amigo es importante buscar ayuda profesional a
la brevedad.
Psicoterapia de grupo en
AMPAG.
¿Quiénes somos?
AMPAG, una asociación
civil integrada por psicoanalistas especialistas en psicoterapia de grupo.
Nuestra clínica funciona desde hace 40 años y actualmente cuenta con dos sedes,
en el poniente y en el sur de la Ciudad de México.
¿Por qué buscar
psicoterapia psicoanalítica?
La psicoterapia
psicoanalítica te permite conocerte profundamente, comprender el funcionamiento de tu
mente, especialmente de tus motivaciones inconscientes,
permitiendo resolver el
origen de tu sufrimiento psicológico actual.
El propósito de una
psicoterapia es mejorar tu calidad de vida, detener tu malestar, proporcionarte
herramientas para resolver la insatisfacción y los problemas interpersonales.
¿Por qué la psicoterapia
de grupo?
En AMPAG partimos de la
idea que la psique se expresa en el individuo como en los grupos e
instituciones. Vivimos en grupo desde que nacemos, nuestra mente se forma en la
interacción con otros. El dispositivo grupal es un contexto intersubjetivo
donde todos influyen en cada uno, de manera recíproca.
Somos la única institución
en México que proporciona psicoterapia analítica de grupo, a diferencia de
otras terapias de grupo, en ésta se trabajan y exploran los procesos inconscientes.
El efecto es que los pacientes logran un mayor autoconocimiento, una integración
personal y social.
En nuestra experiencia
clínica de 40 años, hemos comprobado que el abordaje psicoterapéutico de grupo
proporciona un espacio privilegiado para elaborar distintos conflictos humanos
interpersonales y al mismo tiempo ayuda a promover un cambio psíquico profundo.
Beneficios de la
psicoterapia psicoanalítica de grupo:
1) Comprender la situación
emocional en la que te encuentras mediante la expresión de tus sentimientos y
la retroalimentación de los compañeros de grupo.
2) Se observan las
habilidades y deficiencias de los compañeros en sus relaciones con los demás.
Este aprendizaje interpersonal potencia el cambio terapéutico,
proporciona herramientas
al paciente para mejorar sus relaciones.
3) El grupo proporciona
una contención emocional adicional, debido a la interacción e identificación
con otras personas.
4) Los integrantes del
grupo repiten en su interacción con pares y terapeuta, las
pautas de relación que
tuvieron con sus padres, hermanos, etc., comprendiendo
los conflictos y mejorando
sus relaciones familiares.
“FORTALEZCAMOS NUESTRA
MENTE PARA EL 2018 RECONSTRUYENDO LOS DERRUMBES EMOCIONALES DESPUES DEL S19”
Taller vivencial para
personas con estrés postraumático por sismo de S19.
Dirigido a toda persona
que siente un malestar emocional a partir de los sismos de septiembre pasado.
Horario: 10 a 13 hrs.
Lugar: AMPAG NORTE
Cuota de recuperación: 480
pesos
Cupo limitado.
Inscríbete en cualquiera
de las fechas disponibles: sábados 16 de diciembre de 2017 y 20 de enero de
2018.
Imparte Mónica Tiburcio,
coordinadora de la Clínica de AMPAG.
No hay comentarios:
Publicar un comentario