Por: Jaime AzradLa rutinaria vida de una oficinista se transforma por completo al conocer a un hombre casado y vivir a su lado un tórrido romance clandestino. Esa misma relación prohibida la lleva a experimentar una pasión hasta entonces desconocida para ella. Las consecuencias de esta intensa aventura llevarán a los dos amantes a sumirse en una vorágine de deseo que desembocará sin remedio en la destrucción de aquello que más quieren.
El póster de esta película presume de una fotografía sensible, muy bien cuidada y un manejo de la luz bastante estético, sin embargo el póster es lo único que llega a este punto. Qué más quiero quiere contar una trama un tanto típica de una forma diferente, con personajes comunes, a los que no estamos del todo acostumbrados, típicos del cine europeo, pero llega a ser tan común que cae en la monotonía aburrida e inquietante (que claramente quiere reflejar), en la que pareciera que estamos viendo partes de nuestras propias vidas que a nadie interesan, que a nosotros mismos aburrirían.
La trama de la historia, en la que la vida requiere de mayores emociones de las que la cotidianidad nos ofrece, resulta un tanto pobre, sus personajes no encuentran motivación alguna para actuar o dejar de hacerlo en la forma en la que lo hacen, carecen de intensidad, de motivo, de pasión en todo momento. 
Los silencios en la cinta intentan hacer que el espectador complete los pensamientos de los protagonistas a partir de las situaciones que presenta, buena idea, pero estos llegan a ser tantos y tan largos que da la sensación de que en edición algo falló radicalmente en el audio, dejando incompleto el filme.
Es una película un tanto aburrida, cuya historia podría ser contada en 30 minutos sin prescindir de nada y que, por lo tanto, resulta tediosa. Simplona.
Dirección: Silvio Soldin
El póster de esta película presume de una fotografía sensible, muy bien cuidada y un manejo de la luz bastante estético, sin embargo el póster es lo único que llega a este punto. Qué más quiero quiere contar una trama un tanto típica de una forma diferente, con personajes comunes, a los que no estamos del todo acostumbrados, típicos del cine europeo, pero llega a ser tan común que cae en la monotonía aburrida e inquietante (que claramente quiere reflejar), en la que pareciera que estamos viendo partes de nuestras propias vidas que a nadie interesan, que a nosotros mismos aburrirían.
La trama de la historia, en la que la vida requiere de mayores emociones de las que la cotidianidad nos ofrece, resulta un tanto pobre, sus personajes no encuentran motivación alguna para actuar o dejar de hacerlo en la forma en la que lo hacen, carecen de intensidad, de motivo, de pasión en todo momento. 
Los silencios en la cinta intentan hacer que el espectador complete los pensamientos de los protagonistas a partir de las situaciones que presenta, buena idea, pero estos llegan a ser tantos y tan largos que da la sensación de que en edición algo falló radicalmente en el audio, dejando incompleto el filme.Es una película un tanto aburrida, cuya historia podría ser contada en 30 minutos sin prescindir de nada y que, por lo tanto, resulta tediosa. Simplona.
Dirección: Silvio Soldin
Reparto: Alba Rohrwacher,Teresa Saponangelo,Pierfrancesco Favino,Giuseppe Battiston
País: Italia/Suiza
Año: 2010
Género: Drama
Año: 2010
Género: Drama
Duración: 125 min
Clasificación: C
Clasificación: C
Fecha de estreno en México: 5 de Mayo de 2011.
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