viernes, 15 de noviembre de 2013

EL ABOGADO DEL CRIMEN (THE COUNSELOR)

Por Fabián Quezada León



El abogado (Fassbender) vive bien, usa trajes exclusivos y se mueve en un potente Bentley que es una joya. Además tiene una relación romántica comprometida con Laura (Cruz) una bella y nada pretenciosa chica que lo ama. El abogado decide pedirle matrimonio y seguir con su vida de millonario; pero en realidad está en serios problemas y decide tomar la decisión equivocada con las personas equivocadas y se enreda con Westray (Pitt) y con Reiner (Bardem) en negocios ilícitos para solventar unas “malas inversiones”. En el mundo de Reiner está también su “compañera”, la letal y sexy Malkina (Diaz).

El abogado que se creía demasiado listo, se da cuenta de que está hundido hasta el cuello en un camino de no retorno, del que antes de que lo imagine comenzará a pagar las mortales y desesperanzadas consecuencias.





Ridley Scott  que nos ha tenido acostumbrados a la acción y un poco también a la ciencia ficción desde hace tiempo (Alien, Leyenda, Blade Runner, Thelma y Louise, Lluvia negra, Gladiador, Hannibal, Prometeo, Red de mentiras) y a los grandes efectos,  llega ahora con este Abogado del crimen, con un script de Cormac McCarthy, y en el que el lado “B” de Scott se exhibe de una manera brutal y casi shockeante. Donde el pecado más fuerte no es otro que el exceso de confianza y la desbordada ambición.

Con un  Michael Fassbender que pretende saber más que nadie y que cae enredado en sus propias mentiras en medio de una telaraña de violencia que raya en el sadismo brutal.

Lo peor es que su actitud naive es un elemento que tristemente está presente con muchos que entran a la misma clase de negocios… dinero abundante y extremadamente fácil, en operaciones que aparentemente debieran transcurrir sin problemas y que frecuentemente terminan en callejones sin salida para los participantes quienes llevados por su propia codicia, cavan profundamente los destinos mortales de ellos mismos y de sus allegados.


La cinta cala de una manera directa en el ánimo de México, porque se quiera o no, la relación de Westray, Reiner y el abogado se extiende desde Estados Unidos hasta México en una red de corrupción, droga y abuso. Donde la impunidad es la moneda de cambio y donde las consecuencias por “descuidos” o excesos de confianza son la propia vida.

Scott va apretando la acción y la dinámica de la trama como si se tratara de un pequeño aparatito usado en las venganzas de la mafia, que acaba por rebanar cabezas inexorablemente.  


Fassbender nos ofrece una actuación completamente separada de los fríos David de Prometeo y Brandon de Shame  sus personajes más recientes y recordados, para entregarnos a un personaje sin nombre, con grandes blufs y con una increíblemente inmadura ambición que va degradándose ante nuestros ojos conforme se hunde más y más en el laberinto de esta ratonera mortal.

Cameron Diaz dejo de ser la sexy rubia un tanto inocua para meterse en la felina piel de Malkina; una letal y ultracongelada reina de la maldad, que es capaz de decir los parlamentos más contundentes y crueles como cuando le advierte con la emoción de un cubo de hielo a su enamorado en turno; Reiner que ella “no estará ahí cuando el hacha caiga” y le deja ver que él estará solo para afrontar lo que resulte. O que contempla como sus cheetas favoritos cazan con artera elegancia en campo abierto. Ella es la perfecta, letal e inequívoca personificación del mal; que se contonea en high heels mientras el viento apenas se atreve a mover su corte de cabello estructurado y sus manos portan anillos capaces de romper un cráneo.

Ella sabe que el arma más fuerte que tiene y la vuelve invencible es la información.

Bardem, con los pelos de punta, se embriaga en la personalidad banal y cínica de un “empresario” ligado a la mafia que comete el error más grave de todos. Dejar demasiados cabos sueltos, confiarse y rendirse ante los encantos de esa verdadera diabla que es Malkina

Pitt en una representación de un redneck total, Westray, que conoce todos los oscuros secretos del manejo de droga y los problemas que pueden sobrevenir si se comete el más pequeño error, pero que se confía en que su posición en la cadena alimenticia le librará de cualquier mal y si eso no fuera bastante, posee el dinero como para esfumarse a cualquier parte de la tierra, pero no lo suficiente de los gatunos ojos de Malinka.

Todo esto sucede inmerso en una atmósfera de desesperanza, crisis, y sofoco, atrapando la respiración y acallando los latidos porque hasta ese pequeño sonido puede delatar y llamar a la muerte.

Y lo más terrible es que los personajes y la trama misma van anunciando como todo se espesa,  el nudo se corre más y más; un perverso juego de ansiedad anticipatoria se libera en el torrente sanguíneo y aunque se desee otra cosa, se sabe que el destino de la tragedia se cumplirá. La muerte salpicará con su esencia, todo y a todos.

A estas alturas, en nuestra realidad cotidiana sabemos, de una manera u otra, de la brutalidad del mundo del narco y de las tenebrosas balanzas del poder que se establecen entre carteles,  capos y participantes de este universo y por ello es escalofriante ver las vidas de estos personajes hundidos en estas arenas movedizas del poder del mal sin poder separarlos lo suficiente de lo que sabemos es una de las realidades en este país.



Director: Ridley Scott

Reparto: Michael Fassbender, Penélope Cruz, Javier Bardem, Cameron Diaz, Brad Pitt

País: Estados Unidos

Año: 2013

Género: Drama, Suspenso, Thriller

Duración: 1 hr. 57 min.

Clasificación: Mayores de 18 Violencia sangrienta, fuertes referencias sexuales, droga

Fecha de estreno: 15 de Noviembre 2013


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