Por Julia Elena Melche.
Por su aspecto, Jesús Aceves de 38 años y nacido en Loreto, Zacatecas, comenta que cuando era
niño le decían “Lobito” y ahora le llaman “El hombre lobo”. Jesús padece de
hipertricosis congénita, una enfermedad poco frecuente que provoca el vello
excesivo en rostro y cuerpo y que en la mayoría de los casos se adquiere por
herencia familiar, por lo que muchos miembros de una familia pueden tener este
síndrome, como en la de Jesús, en la que ha habido 30 casos, entre vivos y
muertos.
Interesada en hacer visible la vida de seres marginados y
darles voz, la realizadora mexicana Eva Aridjis muestra la cotidianidad de una familia que ha sufrido
rechazo, discriminación, burlas y el aislamiento, por tener esta enfermedad, conocida
también como síndrome del hombre lobo, y de la que se han documentado 50 casos
desde la Edad Media.
Como en sus anteriores filmes, Niños de la calle (2003),
La
Santa Muerte (2007) y Los ojos azules (2011) la cineasta se
aleja de lo superficial para revelar el lado humano de los personajes e indagar
en su lucha diaria por encontrar el amor, aprobación, tolerancia, comprensión y
empleo, pero también en sus relaciones familiares y en su proceso de aceptarse tal
como son. Si bien “Chuy” ha sido
discriminado toda su vida, pudo formar una familia al lado de Victoria, a la
que conoció cuando trabajaba en un circo y con quien lleva 10 años de
matrimonio, del que nació la pequeña Cheli.
A los testimonios de Chuy, se une el de su primo Larry, quien
vive con su hijo Jimmy desde hace 6 años en California, donde encontró mejores
oportunidades y una compañera con la que comparte su vida. Pero no así Karla,
la hija mayor de Chuy, quien no ha encontrado trabajo desde hace dos años y explica
que para las mujeres esta condición es más difícil de sobrellevar por una cuestión cosmética visual que las hace
verse varoniles. Por su parte, Jeimy, prima de Chuy, se depila el rostro porque
la acostumbraron desde pequeña y sabe que sin vello puede tener mayores
probabilidades de ser aceptada en algún lugar para trabajar.
En la cinta, la directora elabora preguntas y recoge el sentir de cada uno de los
personajes. Danny, otro primo de Chuy, aspira a tener su propio circo, un lugar
en el que han trabajado casi todos los varones, como única opción, exhibiéndose
como “fenómenos”. Chuy empezó a trabajar en circos y ferias desde los 13 años,
se ofreció para presentarse como “El
hombre lobo” en Estados Unidos y en Inglaterra ha trabajado en El Circo de los Horrores.
Chuy y su familia no solo despiertan la curiosidad de la
gente. Han sido víctimas de discriminación, de maltrato verbal, psicológico y
hasta físico y de explotación por la rareza de su condición en manos de empresarios
inescrupulosos. Su calvario ha sido
desde la infancia. A causa del bullyng, se han visto obligados a dejar la
escuela y con ello viene el aislamiento y la falta de educación y de preparación.
Aún hoy en día, para las nuevas generaciones, la situación sigue siendo la
misma. Muchos de los niños no conocen a sus padres porque abandonaron a la esposa al saberla embarazada.
El filme encierra una exposición clara y muy bien
documentada de los anales de la hipertricosis y de los casos que se han registrado
en todo el mundo a lo largo de la historia por un científico e historiador,
como el de la mexicana Julia Pastrana, nacida en Sinaloa en 1834, conocida como
la “Mujer mono”, quien fue exhibida durante toda su vida por todo el orbe por su
comprador, un empresario que se casa luego con ella por temor a que otro
empresario se la llevara. Julia tuvo un hijo con su misma enfermedad, pero
ambos murieron poco después que el bebé naciera y el marido los mandó disecar
para seguirla explotando, ahora exhibiendo a los dos en giras, hasta que muere
y son comprados por el dueño de una
feria.
Se trata de un cine de realismo social que se aleja de
melodramatismos innecesarios y busca la reflexión para hacer conciencia en el espectador y sensibilizarlo en torno a la discriminación.
Una cinta que invita a entender a personas que han vivido relegadas de la
sociedad, abusadas, utilizadas y mostradas como animales exóticos. Sin embargo, son seres extraordinarios en situaciones cotidianas que buscan el respeto, como afirma la cineasta.
Dirección y guión: Eva Aridjis.
País: México.
Año: 2014.
Género: Documental.
Duración: 94 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 25 de septiembre de 2015.
CHUY, EL HOMBRE LOBO SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR:
No hay comentarios:
Publicar un comentario