viernes, 25 de septiembre de 2015

CHUY, EL HOMBRE LOBO: UNA FAMILIA DISCRIMINADA QUE LUCHA POR LLEVAR UNA VIDA NORMAL.

Por Julia Elena Melche.

Por su aspecto, Jesús Aceves de 38 años y nacido en  Loreto, Zacatecas, comenta que cuando era niño le decían “Lobito” y ahora le llaman “El hombre lobo”. Jesús padece de hipertricosis congénita, una enfermedad poco frecuente que provoca el vello excesivo en rostro y cuerpo y que en la mayoría de los casos se adquiere por herencia familiar, por lo que muchos miembros de una familia pueden tener este síndrome, como en la de Jesús, en la que ha habido 30 casos, entre vivos y muertos.

Interesada en hacer visible la vida de seres marginados y darles voz, la realizadora mexicana Eva Aridjis muestra  la cotidianidad de una familia que ha sufrido rechazo, discriminación, burlas y el aislamiento, por tener esta enfermedad, conocida también como síndrome del hombre lobo, y de la que se han documentado 50 casos desde la Edad Media.

Como en sus anteriores filmes, Niños de la calle (2003), La Santa Muerte (2007) y Los ojos azules (2011) la cineasta se aleja de lo superficial para revelar el lado humano de los personajes e indagar en su lucha diaria por encontrar el amor, aprobación, tolerancia, comprensión y empleo, pero también en sus relaciones familiares y en su proceso de aceptarse tal como son.  Si bien “Chuy” ha sido discriminado toda su vida, pudo formar una familia al lado de Victoria, a la que conoció cuando trabajaba en un circo y con quien lleva 10 años de matrimonio, del que nació la pequeña Cheli.

A los testimonios de Chuy, se une el de su primo Larry, quien vive con su hijo Jimmy desde hace 6 años en California, donde encontró mejores oportunidades y una compañera con la que comparte su vida. Pero no así Karla, la hija mayor de Chuy, quien no ha encontrado trabajo desde hace dos años y explica que para las mujeres esta condición es más difícil de sobrellevar  por una cuestión cosmética visual que las hace verse varoniles. Por su parte, Jeimy, prima de Chuy, se depila el rostro porque la acostumbraron desde pequeña y sabe que sin vello puede tener mayores probabilidades de ser aceptada en algún lugar para trabajar.

En la cinta, la directora elabora preguntas y  recoge el sentir de cada uno de los personajes. Danny, otro primo de Chuy, aspira a tener su propio circo, un lugar en el que han trabajado casi todos los varones, como única opción, exhibiéndose como “fenómenos”. Chuy empezó a trabajar en circos y ferias desde los 13 años, se ofreció para presentarse como  “El hombre lobo” en Estados Unidos y en Inglaterra  ha trabajado en El Circo de los Horrores.

Chuy y su familia no solo despiertan la curiosidad de la gente. Han sido víctimas de discriminación, de maltrato verbal, psicológico y hasta físico y de explotación por la rareza de su condición en manos de empresarios inescrupulosos.  Su calvario ha sido desde la infancia. A causa del bullyng, se han visto obligados a dejar la escuela y con ello viene el aislamiento y la falta de educación y de preparación. Aún hoy en día, para las nuevas generaciones, la situación sigue siendo la misma. Muchos de los niños no conocen a sus padres porque abandonaron a la esposa al saberla embarazada.

El filme encierra una exposición clara y muy bien documentada de los anales de la hipertricosis y de los casos que se han registrado en todo el mundo a lo largo de la historia por un científico e historiador, como el de la mexicana Julia Pastrana, nacida en Sinaloa en 1834, conocida como la “Mujer mono”, quien fue exhibida durante toda su vida por todo el orbe por su comprador, un empresario que se casa luego con ella por temor a que otro empresario se la llevara. Julia tuvo un hijo con su misma enfermedad, pero ambos murieron poco después que el bebé naciera y el marido los mandó disecar para seguirla explotando, ahora exhibiendo a los dos en giras, hasta que muere y son comprados por  el dueño de una feria.

Se trata de un cine de realismo social que se aleja de melodramatismos innecesarios y busca la reflexión  para hacer conciencia en el espectador  y sensibilizarlo en torno a la discriminación. Una cinta que invita a entender a personas que han vivido relegadas de la sociedad, abusadas, utilizadas y mostradas como animales exóticos. Sin embargo, son seres extraordinarios en situaciones cotidianas que buscan el respeto, como afirma la cineasta.

Dirección y guión: Eva Aridjis.
País: México.
Año: 2014.
Género: Documental.
Duración: 94 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 25 de septiembre de 2015.

CHUY, EL HOMBRE LOBO SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.

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