Por Julia Elena Melche.
La sirvienta, un personaje frecuente, aunque secundario, en
la cinematografía nacional, ya sea como la pueblerina enamorada del patrón, víctima
de abusos, coquetas y sexys, pintorescas o respondonas, consigue en Hilda, una
representación muy acertada de la realidad mexicana de nuestros días, pero sin
dejar de ser objeto del clasismo arraigado de los patrones.
La cinta marca el debut en el largometraje del cineasta
regiomontano de 38 años Andrés Clariond Rangel, quien también se encarga del
guión y narra la historia de Susana Le Marchand, una madura, elegante y frívola ama de casa, esposa
de un empresario millonario que la ignora (Fernando Becerril), un francés arrogante,
prejuicioso y racista. Ante la próxima llegada de su hijo Beto, con esposa estadunidense y bebé, Susana se dedica a
buscar una nana para que cuide a su nieto y contrata a Hilda, la esposa de su ex
jardinero.
Susana quiere que su nueva empleada se sienta parte de la
familia y que le tenga confianza porque en casa todos son iguales. Ni la
despensa ni el refrigerador tienen llave y todos comen lo mismo, en la misma
vajilla y con los mismos cubiertos. Sin embargo, cuando Susana empieza a
desarrollar una especial predilección por Hilda, a manera de obsesión, y a
forzarla a hacerle compañía todo el tiempo, empezará a desencadenarse una serie
de acontecimientos que terminarán con el secuestro de la doméstica por parte de
su desquiciada patrona, quien ordena a sus guardaespaldas que vigilen a Hilda
para que no pueda salir.
En una inteligente mezcla de un humor negro muy gozoso,
retrato social y drama con tintes de thriller, la cinta tiene sus mejores
hallazgos en las magníficas actuaciones y en el trazo convincente de los personajes.
Una espléndida Verónica Langer se mete en la piel de una esposa que se siente y
está sola, nadie la oye y nadie la comprende. Su marido, un atinado Fernando
Becerril, está muy ocupado en sus negocios y solo se acerca a ella para
burlarse de sus manías por “coleccionar sirvientas” y de su pasado como
activista de izquierda en los sucesos de Tlatelolco de 1968.
Por su parte, Adriana Paz de La Tirisia (2014) ofrece
un inmejorable trabajo al darle vida a una obediente y sumisa sirvienta que
termina cuidando a Susana en lugar del nieto, y terminará siendo víctima de la ociosidad
perversa y torturas psicológicas de su caprichosa e impositiva patrona, cuya
actitud, en un principio inofensiva, devendrá a niveles de locura hasta
posesionarse de su empleada. “Nunca he tenido una Hilda”, comenta Susana como una
niña con muñeca nueva. “Parecemos gemelas” le dice la mujer a su empleada frente al espejo, luego de
vestirla con un huipil igual al suyo.
El realizador se inspiró en la obra de teatro francesa
homónima de la escritora y dramaturga gala Marie NDiaye y la contextualizó a la
sociedad mexicana para hablar de los vicios sociales de la clase alta en
nuestro país que aspira a ser del primer mundo, de las marcadas desigualdades
sociales que permanecen inmóviles, de la explotación hacia el empleado
doméstico y de la esclavitud laboral.
Entre todo esto, se aborda el tema del
secuestro, del tráfico de influencias, del abuso de los poderosos y sobre todo
el de la soledad; Susana se convierte en una victimaria de un ser más débil porque
es una víctima del rechazo y desinterés de su familia, encontrando en Hilda lo
que no tiene y llenando con ella su vacío emocional, aunque sea de la manera
equivocada.
Se trata de una muy agradable sorpresa que encierra divertimento y reflexión social.
De lo mejor del cine mexicano de hoy en cartelera.
Dirección y guión: Andrés Clariond Rangel.
Reparto: Verónica Langer (Susana Le Marchand), Adriana Paz
(Hilda), Fernando Becerril (Señor Le Marchand), David Gaitán (Beto), Eduardo
Mendizábal, Anna Cetti, Marco Antonio Aguirre.
País: México.
Año: 2014.
Duración: 89 minutos.
Género: Comedia dramática.
Clasificación: Mayores de15 años.
Fecha de estreno en México: 4 de septiembre de 2015.
HILDA SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR:
www.cinepolis.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario