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Davis Okoye (Johnson), es
un especialista en primates que tiene problemas de socialización con los
humanos y se lleva mucho con los animales. Davis ha trabajado en varias cosas
entre luchando contra cazadores furtivos. En una de esas ocasiones Davis
encuentra a George (Liles), un gorila albino cuyos padres fueron asesinados por los
cazadores.
Desde entonces George y Davis son los mejores amigos. Una noche, los
restos de una estación espacial que explotó y en la que se estaba llevando a
cabo un experimento prohibido y secreto caen a la tierra. En esos restos vienen
cápsulas que contienen un peligroso elemento capaz de alterar genéticamente el
tamaño de los animales que se expongan a él. Sin saberlo George es afectado.
Pero el tamaño gigante de George es el menor de los problemas que va a
enfrentar Davis.
Brad Peyton ("La Falla de
San Andrés") repite mancuerna con Dwayne Johnson en una cinta de desastre/efectos
de proporciones… gigantescas.
Aunque ciertamente no
existen formas visibles de defender el guión, la trama y los parlamentos de los
personajes “Devastación” tiene un punto a favor; es una enorme y explosiva demostración
de efectos especiales llena hasta los bordes de la esencia que le dio vida: un
videojuego. No puede ofrecer más que eso, diversión llevando la exageración a
los niveles más altos posibles.
No debemos esperar nada más, es una larga
secuencia de un tema central: una corporación maligna y poderosa crea un gen
capaz de transformar a los animales a tamaño Godzila con el único fin de que
veamos, como en las viejas series televisivas japonesas, como las ciudades son
destruidas por monstruos que son incapaces de caber decentemente por ningún espacio
urbano. (o cómo un cocodrilo puede trepar como araña por las paredes de un edificio)
Obvio, no es la primera,
ni la última cinta que trate el tema “Esos salvajes y poderosos animales” sin
que sea un documental de Greenpeace ni que por asomo tenga una vena de
protección animal/ecológica.
Tal vez lo único que subyace es el hecho indudable
de que aún dentro del más salvaje y genéticamente alterado de los animales
siempre se encuentra la inocencia, pueden ser terribles, monstruosos, salvajes
y un largo etcétera pero, al fin del día no buscaron su suerte, el hombre se
las infringió.
Rampage no se pone a
pensar en eso con detenimiento, sino que gozosamente brinca a mostrar de manera
simple como en la historia de la humanidad, por la ambición desmedida de
algunos (en este caso la perversa corporación que encabezan los hermanitosWydens
(Akerman y Lacy) la supervivencia de la humanidad entra en crisis.
Johnson ha sabido
encarnar a esta especie de mole de músculos en cintas de acción pero dándole un
carácter de semi comedia ese es el prototipo de héroe de acción que mejor le
queda ("Jumanji", "Viaje al centro de la tierra", "Baywatch", "San Andreas") aquí repite
la fórmula y funciona de nuevo.
Los coprotagónicos de
Johnson son Naomie Harris como una científica que brindará el cerebro a la
dupla que lucha contra los animalitos hipercrecidos.
Joe Manganiello nos deja
esperando más que un simple cameo como un desalmado mercenario, Akerman y Lacy
son tan acartonados y sus diálogos tan de cajón que pareciera que los escribió
un programa cibernético.
Sin embargo no todo es Devastación; por fortuna llega
al rescate Dean Morgan, que se da la
divertida de su vida haciendo de Russell, un Agente del Gobierno con la suficiente mala
leche como para hacer aún más cómico cada instante y de paso acaba teniendo las
mejores líneas de todo el guión, o al menos ejecutándolas con tal estilo que
mantiene la trama alerta (los fans de TWD esperarán que saque su famoso bat de
un momento a otro)
Obvio los “animales
salvajes” (Lobo y cocodrilo) son trabajo del departamento de efectos especiales
y resulta obvio mencionar que como son “mutantes genéticos y letales” adquieren
en el proceso capacidades prodigiosas donde los creativos de la computación
pareciera llenaron su lista de deseos a Santa Claus para meterlos en sus
bestias.
George por su parte tiene
el trabajo de un actor detrás del simio, que al final viene a ser como la versión
del hermano vikingo de King Kong y Cesar con tinte cómico.
Como en toda cinta de
catástrofe que se respete hay un personaje que lleva la contraria a todos sin
que realmente tenga la razón y gracias a su intervención la lucha contra la amenaza
se ve puesta en entredicho.
Tampoco falta la escena del perro y el bebe perdido
que encuentra a sus padres. Se nota que los
escritores fueron checando que se pusieran todos los elementos de clishe.
Y la cereza del pastel es
además de la consabida trama ese sentimiento retro de ver como las ciudades son
devastadas inmisericordemente junto con todos los armamentos militares que se
tengan a la mano, para que al final en el más puro estilo de “Ultraman” una
sola patada voladora resuelva la situación.
Devastación es exagerada,
explosiva, sin sentido, tal vez de una exacerbada superficialidad, con
personajes anodinos, pero al momento de no tomarse en serio ni a ella misma logra
conseguir toda la diversión de proporciones bestiales.
Director: Brad Peyton
Reparto: Dwayne Johnson, Jeffrey Dean Morgan, Jack
Quaid, Breanne Hill, Jake Lacy, James Sterling, Jason Liles, Joe Manganiello,
Joey Thurmond, Malin Åkerman, Marley Shelton, Matt Gerald, Naomie Harris, Will
Yun Lee, P.J. Byrne, Demetrius Grosse
País: Estados Unidos
Año: 2018
Género: Acción, Aventura,
Ciencia Ficción
Duración: 107 min
Clasificación: Mayores de
13
Guión: Ryan Engle, Carlton Cuse, Ryan J. Condal,
Adam Sztykiel.
Música: Andrew Lockington.
Fecha de estreno en
México: 13 de Abril
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