jueves, 28 de octubre de 2010

ATRACCIÓN PELIGROSA (THE TOWN)


ATRACCIÓN PELIGROSA (THE TOWN)
Por Fabián Quezada León
Esta adaptación de la novela el Príncipe de los ladrones, de Chuck Hogan realizada por el mismo Affleck en colaboración con Peter Craig y Aaron Stockard, da una muestra de ese amor a pinceladas que Ben siente por Massachusetts por la vida de sus habitantes, por la ciudad misma con todas sus luces y sus sombras… En una película que es mucho más que una buena cinta de acción.
Charlestown ha producido más asaltantes y ladrones de autos que ningún otro poblado y en medio de este lugar existe una banda extremadamente unida, cuidadosa y eficaz al perpetrar sus asaltos; es sin duda la mejor de todo Boston. Doug MacRay (Affleck) es su líder intelectual junto con Jem (Renner), y dos amigos más. El día que deciden asaltar un banco y toman prisionera a Claire Keesey (Hall) la gerente, Doug no sabe cómo va a cambiar su vida después de eso.
Con el pretexto de “asegurarse” de que ella no los podrá delatar, comienza una relación en la que la mentira, la traición y el peligro rondarán a cada paso. Desde luego, el violento Jem y sus amigos no están nada satisfechos por el affaire y menos cuando Doug comienza a involucrarse demasiado como para no querer entrarle al siguiente trabajito…

Ya desde “Gone Baby Gone” Affleck dejaba ver que su labor atrás de la cámara avizora muchísimo más que su trayecto como actor. De alguna manera en esta segunda entrega de lo que promete ser una ascendente carrera en la dirección, Ben se coloca como un nativo conocedor de cada milímetro de Boston, se llega a apropiar de tal manera de la ciudad que la convierte en un personaje más de su historia, su gente, sus barrios, sus calles retorcidas y minúsculas y el ambiente que se respira, son como la sangre que fluye o el marcador del sístole y diástole de ese corazón que retumba en los asaltos y en los estadios de baseball a reventar…
Un panorama lleno de contrastes, Desde un capo de la mafia que se esconde tras su apariencia de florista hasta una drogadicta, pasando por un ladrón y un policía, un padre en la cárcel o una madre que nada más se esfumó. Un crisol para juntar historias y dar personajes sólidos, de buena factura y un guión que aunque se tensa y explota con los disparos de las armas, también nos sabe dar en secuencias alternas escenas de un realismo y una contundencia a nivel de personaje que penetran en el sentimiento, como la visita de Doug a su padre en la cárcel o la confesión de Fergie a Doug sobre el verdadero paradero de su madre.
La amistad de la banda si bien “compañeros en el crimen”, es un lazo que al tiempo que afianza ahoga; Doug y sus amigos anteponen códigos de lealtad y correspondencia, pero semejante estrechez les cierra las puertas de escape… si es que en algún momento llegaron a pensar en deslindarse de la banda. El destino inexorable parece cerrarse como una caja fuerte de ultra seguridad aprisionándolos a todos en un asfixiante juego de robo y violencia cuya redención implicaría faltar a los únicos principios que aún, viviendo en ese mundo de mafia, consideran sagrados.
Jem con todo y su violencia y agresividad es lo más cerca que el huérfano Doug conoció como un hermano, sin embargo la atracción por Claire va a cambiar el balance de esa relación.
Pero la vida debe continuar y conforme la trama avanza la complicación y el involucramiento de los personajes va dando giros que precipitan el desenlace hacia terrenos que no quedan tan a la luz sino hasta que se llega a ellos… algunos, con algunas trampas.
Pero no solo es una historia de ladrones y sus trucos, su calculado profesionalismo y su manía por no dejar rastros, sino la contraparte, la acuciosa persecución policiaca de parte del FBI por medio del agente Adam Frawley (Hamm) de tal forma que su sagacidad y fuerza equilibran las emociones, no solo es una cinta que mira a los bandidos y sus problemas, es una mirada aguda a ambos lados del continuo , y llega también sobre el mundo del policía que rabiosamente anda tras ellos y que logra convencernos de que, aunque hemos tratado más con la parte oscura, el orden debe imponerse. Aunque todos fácilmente supondrán que si es una cinta de atracadores, el mal va a salirse con la suya
En esta historia Ben el director controla a Ben el actor, y si bien no es una actuación merecedora de premios internacionales, lo coloca in crescendo como director: es sagaz, rápido, acucioso y da lucimiento a las secuencias de acción y al montaje de las tomas de persecución, (su secuencia con las espeluznantes máscaras de monja y su huída por los callejones son de lo mejor de la cinta) Affleck sabe como mover y motivar a sus actores para llevar a sus personajes a prácticamente desnudarse ante la cámara en sus roles, descansando en ellos para poner los puntos clave en el drama de esta obra. Con respecto a eso, cabe mencionar que muchas caras conocidas por su trabajo en la televisión están en esta película; lo que sin duda será una parte de su atractivo comercial. Jon Hamm de Mad Men, Titus Welliver de Lost, Blake Lively de Gossip Girl, y hasta Victor Garber y Pete Postlethwaite, a quienes hemos visto infinidad de veces en la pantalla chica.
Al final del día, la solidez a toda prueba del guión y la factura de la dirección hacen de esta obra un universo completo con solo algunos detalles que debieron afinarse, como la absoluta limpieza de los atuendos de los ladrones y el despliegue de marcas en su guardarropa… pero que al final del día no restan ni un ápice a la calidad y a las grandes sorpresas que Ben Affleck aún nos puede dar como director.
Dirección: Ben Affleck
Reparto: Ben Affleck, Rebecca Hall, Jon Hamm, Jeremy Renner, Blake Lively.
País: Estados Unidos
Año: 2010
Géneros: Drama, Robo, Policial
Duración: 2 hr. 5 min
Clasificación: Mayores de 18, Violencia, breves desnudos, referencias sexuales, uso de drogas

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