viernes, 1 de octubre de 2010

MÁS ALLÁ DEL CIELO (CHARLIE ST. CLOUD)

Por Fabián Quezada León

Charlie St Cloud (Effron) es un joven, atractivo, triunfador y con grandes aptitudes para la navegación además es ganador de una beca para la universidad. Todo parece sonreírle en la vida… Sin embargo, tira su futuro al borde tras un accidente en el que su hermano pierde la vida. Al paso del tiempo llega a mantener una interesante relación con los espíritus y por poquito se queda en ese marasmo si no se enamora de una chica que desea navegar alrededor del globo. Solo que realizar su amor no es tan fácil como se pudiera pensar.
Ponga en la mezcladora, un tipo super guapo, muy buenas tomas de navegación estilo Discovery channel, una historia cuajada de muertos y al hermano mayor de “puedo ver gente muerta” mezcle a velocidad media, agregando climáticas escenas de dolor adolescente y algo de necrofilia… con unas cucharadas copeteadas de angustia existencial y sin sentido; déjelo reposar y tendrá esta cinta.

Independientemente de la obviedad de ofrendar a Zac una oportunidad de lucir a lo ancho y lo alto de la pantalla su guapura, conste que no mencionamos sus dotes artísticas que francamente desaparecen, la película es un desastre de proporciones apocalípticas (y con igual número de muertos) Zac se transforma en una versión post adolescente de Mr. Dead y le imprime un lúgubre matiz a su personaje para no desfasarse de este gusto tan de moda por los seres cuasi o completamente muertos (vampiros, zombies, médiums etc) la cinta en sí tiene un pesado ambiente necrótico.
El cielo de toda la tradición histórica humana se ha transformado en la década de los 2000 en un lugar entre mundos y la redención está todavía más allá y en esta década muchos ejemplos se han plasmado en la pantalla desde “Más allá de los sueños” hasta “Desde mi cielo” o esta joyita de la depresión post puberta. ¿Qué caso tiene ir al cielo si es como un eterno presente sin chiste?
Charlie después de su "acontecimiento" con su hermano pone en seria duda su aparentemente mal habida fama de ser un chico brillante y queda sumido en el limbo absoluto por años; se supone es víctima de una depresión cuasi suicida que lo ha hecho ser considerado loco.... Pero esto, no le impide entrenar para tener un estómago de lavadero, ni aparecer siempre perfectamente despeinado, limpiecito, tan fashion como para una sesión de shooting de moda juvenil.
La cinta comienza mostrándonos la fraterna camaradería que existe entre el hermano grande y el hermano chico, una fugaz Kim Bassinger sale 3 minutos al aire y desaparece como para hacer constar que Charlie le debe sus atributos físicos a su progenitora. Tras el hecho en el que ese lazo fraterno se ve, digamos “transformado”, vamos a fade out y regresamos cinco años después cuando Charlie se ha consagrado como el único sex simbol que limpia lápidas en algún cementerio y ha enterrado definitivamente todo rastro de inteligencia, ambición o llanamente… “ganas de vivir”.
No logra reaccionar por completo ni con su amiguita con la que tiene un extraño encuentro sexual encima de las lápidas del cementerio (uuuughhh creeepy!) un éxtasis erótico mortuorio que la misma Isabella Swan hubiera dado la melena y las pestañas por realizar.
Pero aún hay más, la trama se engolosina y sigue sucediendo de tragedia en tragedia y aumentando casi impúdicamente la cursilería a niveles insospechados, las ligas entre el “puedo ver gente muerta” y “Triunfo a la vida” y el limbo de “Lovely bones” son embutidas inmisericordemente en almíbar puro y salpicadas por toques de erotismo juvenil, para lograr el efecto de "la depresión es bella”.
De ello se desprenden serios interrogantes acerca de este gusto extraño de la cinematografía actual por la muerte y sus correlativos y por la actitud nihilista de vivir.
Los estadios entremundos son una oportunidad para darse cuenta de que ya no se está en ninguna parte por el momento pero, se puede llegar a ser una estrella fugaz… así nada más ¿o le ponemos dos kilos de azúcar?
Y es esta moda de poner a las “jóvenes” promesas de la farándula a realizar papeles llenos de agonizante decepción en un afán mercadológico para colocarles en el gusto depresivo de sus fans. (eso ya de por sí, suena aterrador)
El error y el horror con el título en México es que esta película jamás, nunca, va a llegar a estar “Más allá del cielo” es más, no va a ser más allá de un calendario móvil para observar las pestañas y los abdominales de Zac, situación bastante común cuando se hace una ofrenda de “un danzón dedicado a…” y lo único que hay que lucir es un bronceado perfecto y la notable dedicación al gym ahogando al público en la más lúgubre historia juvenil y la más simplista (que ya es decir) de toda la temporada.

Dirección: Burr Steers
Reparto: Zac Efron, Charlie Tahan, Amanda Crew, Donal Logue, Kim Basinger, Ray Liotta
País: Estados Unidos
Año: 2010
Genero: Drama, Romance
Duración: 1 hr. 49 min.
Clasificación b15: breves referencias sexuales, alcohol, secuencias de accidente
Estreno en México: 1 de Octubre

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